29.1.14

GRATITUD




GRATITUD (OLIVERIO GIRONDO)


Gracias aroma 
azul, 
fogata 
encelo. 
Gracias pelo 
caballo 
mandarino. 
Gracias pudor 
turquesa 
embrujo 
vela, 
llamarada 
quietud 
azar 
delirio. 
Gracias a los racimos 
a la tarde, 
a la sed 
al fervor 
a las arrugas, 
al silencio 
a los senos 
a la noche, 
a la danza 
a la lumbre 
a la espesura. 
Muchas gracias al humo 
a los microbios, 
al despertar 
al cuerno 
a la belleza, 
a la esponja 
a la duda 
a la semilla 
a la sangre 
a los toros 
a la siesta. 
Gracias por la ebriedad, 
por la vagancia, 
por el aire 
la piel 
las alamedas, 
por el absurdo de hoy 
y de mañana, 
desazón 
avidez 
calma 
alegría, 
nostalgia 
desamor 
ceniza 
llanto. 
Gracias a lo que nace, 
a lo que muere, 
a las uñas 
las alas 
las hormigas, 
los reflejos 
el viento 
la rompiente, 
el olvido 
los granos 
la locura. 
Muchas gracias gusano. 
Gracias huevo. 
Gracias fango, 
sonido. 
Gracias piedra. 
Muchas gracias por todo. 
Muchas gracias. 
Oliverio Girondo, 
agradecido.

GRACIAS A LA VIDA (VIOLETA PARRA)
VERSIÓN DE MERCEDES SOSA)

Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me dio dos luceros que cuando los abro 
Perfecto distingo lo negro del blanco 
Y en el alto cielo su fondo estrellado 
Y en las multitudes el hombre que yo amo. 

Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado el sonido y el abedecedario 
Con él las palabras que pienso y declaro 
Madre amigo hermano y luz alumbrando, 
La ruta del alma del que estoy amando. 

Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado la marcha de mis pies cansados 
Con ellos anduve ciudades y charcos, 
Playas y desiertos montañas y llanos 
Y la casa tuya, tu calle y tu patio. 

Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me dio el corazón que agita su marco 
Cuando miro el fruto del cerebro humano, 
Cuando miro al bueno tan lejos del malo, 
Cuando miro al fondo de tus ojos claros. 

Gracias a la vida que me ha dado tanto 
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, 
Así yo distingo dicha de quebranto 
Los dos materiales que forman mi canto 
Y el canto de ustedes que es el mismo canto 
Y el canto de todos que es mi propio canto. 

Gracias a la vida 
Gracias a la vida 
Gracias a la vida 
Gracias a la vida. 
GRACIAS, EN LA VEJEZ (WALT WHITMAN)

Gracias, en la vejez, gracias antes de que me vaya,
por la salud, el sol meridiano, el aire impalpable, por la vida, por la simple vida
por preciosos recuerdos prolongados (de mi amada madre, de mi padre, vuestros: hermanos, hermanas, amigos)
por mis días, y no los de paz únicamente, también por los días de guerra, por suaves palabras, caricias, dádivas de otras tierras,
por cobijo, vino y carne, por dulce sensibilidad
(vosotros, desvaídos, ignotos, jóvenes o viejos, incontables, inconcretos lectores amados, 
nunca nos vimos o nos veremos, mas nuestras almas abrázanse, larga, íntima, extensamente);
por seres, grupos, amor, hechos, palabras, libros, por colores, formas, 
por todos los fueres, los bravos hombres, fieles, duros hombres que han saltado adelante en ayuda de la libertad, doquier y cuandoquiera,
por hombres más bravos, más fuertes, más fieles (un laurel especial, antes de que me vaya, a los elegidos de vitales guerras,
a los artilleros de la canción y el pensamiento, los grandes artilleros, los dirigentes proeles, a los capitanes del alma);
cual soldado vuelto de una guerra finita, cual viajero surgido de miríadas, a la larga procesión retrospectiva,
gracias, ¡jubilosas gracias!, gracias de soldado, gracias de viajero. 
ESTE ES UN NUEVO DÍA (FACUNDO CABRAL)
Prosa 
Esta es la canción que canto cada mañana al despertar, 
Para agradecerle al Cielo, 
La gentileza de un nuevo día, 
Es decir de una nueva oportunidad. 
Porque siempre se puede empezar de nuevo, 
En una eternidad siempre se puede empezar de nuevo, 
Y esto es tan cierto como que el paraíso no está perdido sino olvidado. 

Canto: 
Este es un nuevo día, 
Para empezar de nuevo, 
Para buscar al ángel, 
Que me crece los sueños. 

Para cantar, 
Para reír, 
Para volver 
A ser feliz Bis 

Prosa: 
Todos nacemos con un ángel de la guarda, 
Pero pocos lo conservamos, 
Hay quien prefiere un psicoanalista. 
Todos tenemos una conciencia, 
Pero pocos la escuchamos, 
Hay quien prefiere la televisión. 

Todos somos ricos, es decir hijos de Dios, 
Pero pocos lo sabemos, 

Perdona hermano que yo no entienda que no seas feliz 
en tan bello planeta, 
que hayas hecho un cementerio de esta tierra, 
que es una fiesta. 

Tienes un corazón, un cerebro, 
Un alma, un espíritu, 
Entonces como puedes sentirte pobre y desdichado. 

Canto: 
En este nuevo día, 
Yo dejaré al espejo, 
Y trataré de ser, 
Por fin un hombre nuevo, 

De cara al Sol, 
Caminaré, 
Y con la Luna, 
Volaré. Bis. 

Prosa: 
Ahora mismo le puedes decir basta a la mujer que ya no te gusta, 
Al hombre que ya no amas, 
Al trabajo que odias, 
A las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, 
A los noticieros que te envenenan desde la mañana y desde el helicóptero, 
A los que quieren dirigir tu vida. 

Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, 
Porque la vida es aquí y ahora mismo, 
Por eso: 


Canto: 
Este es un nuevo día, 
Para empezar de nuevo, 
Para buscar al ángel, 
Que nos crece los sueños. 

Para cantar, 
Para reír, 
Para volver 
A ser feliz Bis 

Si Señor.
DONES (LUIS URBINA)

    Mi padre fue muy bueno: me donó su alegría
    Ingenua; su ironía
    Amable: su risueño y apacible candor.
    ¡Gran ofrenda la suya! Pero tú, madre mía,
    Tú me hiciste el regalo de tu suave dolor.


    Tú pusiste en mi alma la enfermiza ternura,
    El anhelo nervioso e incansable de amar;
    Las recónditas ansias de creer; la dulzura
    De sentir la belleza de la vida, y soñar.


    Del ósculo fecundo que se dieron dos seres
    -El gozoso y el triste- en una hora de amor,
    Nació mi alma inarmónica; pero tú, madre, eres
    Quien me ha dado el secreto de la paz interior.


    A merced de los vientos, como una barca rota
    Va, doliente, el espíritu; desesperado no.
    La placidez alegre poco a poco se agota;
    Mas sobre la sonrisa que me dio el padre, brota
    De mis ojos la lágrima que la madre me dio.








VALS DE GRACIAS (ALBERTO PEYRANO-DANTA AMICARELLI)
SÓLO LETRA

Este vals
que brota desde el alma
es también
un poco de tu alma
porque vos
sos, al igual que yo,
resumen de un amor
que juntos comenzamos.
Este vals
es clave de presente,
te lo doy
diciéndote que siempre
junto a vos
es lindo amanecer,
sabiendo que de a dos
la lucha gusta más.

Si miramos desde el comienzo
los momentos tristes no se ven igual,
porque hoy nuestro amor intenso
superando todo se pone a cantar.

Este vals
que sabe del esfuerzo
de los dos
defendiendo lo nuestro,
es canción
que sólo quiere ser
tan solo un simple vals
de gracias porque estás.
UN DÍA DE GRACIA (VICTOR HEREDIA)
Un día más, un día más, 
un día de gracia bajo el sol 
para reír y estornudar 
un día nuevo como un pan, 
como una novia que se da 
sin guardar nada para si 
quiero creer que puede haber 
un día de gracia para mi! 
Un día más, un día más 
un día de gracia para mi! 
Cuando me digan que ya está, 
que es el momento de partir, 
de abandonar esta ilusión, 
de estar despierto y de vivir; 
les pediría un poco más 
frente a este azul que pinta el mar 
y entre tus pechos amarrar 
mi corazón una vez más. 
Un día más, un día más, 
un día de gracia para mí! 
Para cantar esa canción 
que nunca pude terminar, 
para bailar y reventar de vino, 
hablando del ayer. 
Para decir una vez más 
que no me pesará partir 
si estas tendida junto a mi 
y entre los dos la libertad. 
Un día más, un día más 
un día de gracia para mi!

POEMA DE LOS DONES (JORGE LUIS BORGES)
Nadie rebaje a lágrima o reproche 
esta declaración de la maestría 

de Dios, que con magnífica ironía 

me dio a la vez los libros y la noche. 



De esta ciudad de libros hizo dueños 

a unos ojos sin luz, que sólo pueden 

leer en las bibliotecas de los sueños 

los insensatos párrafos que ceden 



las albas a su afán. En vano el día 

les prodiga sus libros infinitos, 

arduos como los arduos manuscritos 

que perecieron en Alejandría. 



De hambre y de sed (narra una historia griega) 
muere un rey entre fuentes y jardines; 
yo fatigo sin rumbo los confines 
de esta alta y honda biblioteca ciega. 

Enciclopedias, atlas, el Oriente 
y el Occidente, siglos, dinastías, 
símbolos, cosmos y cosmogonías 
brindan los muros, pero inútilmente. 

Lento en mi sombra, la penumbra hueca 
exploro con el báculo indeciso, 
yo, que me figuraba el Paraíso 
bajo la especie de una biblioteca. 

Algo, que ciertamente no se nombra 
con la palabra azar, rige estas cosas; 
otro ya recibió en otras borrosas 
tardes los muchos libros y la sombra. 

Al errar por las lentas galerías 
suelo sentir con vago horror sagrado 
que soy el otro, el muerto, que habrá dado 
los mismos pasos en los mismos días. 

¿Cuál de los dos escribe este poema 
de un yo plural y de una sola sombra? 
¿Qué importa la palabra que me nombra 
si es indiviso y uno el anatema? 

Groussac o Borges, miro este querido 
mundo que se deforma y que se apaga 
en una pálida ceniza vaga 
que se parece al sueño y al olvido.


QUÉ SUERTE HE TENIDO DE NACER
 (ALBERTO CORTEZ)

Qué suerte he tenido de nacer,
para estrechar la mano de un amigo
y poder asistir como testigo
al milagro de cada amanecer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para tener la opción de la balanza,
sopesar la derrota y la esperanza
con la gloria y el miedo de caer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para entender que el honesto y el perverso
son dueños por igual del universo
aunque tengan distinto parecer.

Qué suerte he tenido de nacer,
para callar cuando habla el que más sabe,
aprender a escuchar, ésa es la clave,
si se tiene intenciones de saber.

Qué suerte he tenido de nacer,
y lo digo sin falsos triunfalismos,
la victoria total, la de uno mismo,
se concreta en el ser y en el no ser.

Qué suerte he tenido de nacer,
para cantarle a la gente y a la rosa
y al perro y al amor y a cualquier cosa
que pueda el sentimiento recoger.

Qué suerte he tenido de nacer,
para tener acceso a la fortuna
de ser río en lugar de ser laguna,
de ser lluvia en lugar de ver llover.

Qué suerte he tenido de nacer,
para comer a conciencia la manzana,
sin el miedo ancestral a la sotana
ni a la venganza final de Lucifer.

Pero sé, bien que sé...
que algún día también me moriré.
Si ahora vivo contento con mi suerte,
sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte,
cuál será en la agonía mi balance, no lo sé,
nunca estuve en ese trance.

Pero sé, bien que sé...
que en mi viaje final escucharé
el ambiguo tañir delas campanas
saludando mi adiós, y otra mañana
y otra voz, como yo, con otro acento,
cantará a los cuatro vientos...

Qué suerte he tenido de nacer.

OTRO POEMA DE LOS DONES (JORGE LUIS BORGES)
Gracias quiero dar al divino Laberinto de los efectos y de las causas
Por la diversidad de las criaturas que forman este singular universo,
Por la razón, que no cesará de soñar con un plano del laberinto,
Por el rostro de Elena y la perseverancia de Ulises,
Por el amor, que nos deja ver a los otros como los ve la divinidad,
Por el firme diamante y el agua suelta,
Por el álgebra, palacio de precisos cristales,
Por las místicas monedas de Ángel Silesio,
Por Schopenhauer, que acaso descifró el universo,
Por el fulgor del fuego,
Que ningún ser humano puede mirar sin un asombro antiguo,
Por la caoba, el cedro y el sándalo,
Por el pan y la sal,
Por el misterio de la rosa, que prodiga color y que no lo ve,
Por ciertas vísperas y días de 1955,
Por los duros troperos que en la llanura arrean los animales y el alba,
Por la mañana en Montevideo,
Por el arte de la amistad,
Por el último día de Sócrates,
Por las palabras que en un crepúsculo se dijeron de una cruz a otra cruz,
Por aquel sueño del Islam que abarcó mil noches y una noche,
Por aquel otro sueño del infierno,
De la torre del fuego que purifica 

Y de las esferas gloriosas,
Por Swedenborg, que conversaba con los ángeles en las calles de Londres,
Por los ríos secretos e inmemoriales que convergen en mí,
Por el idioma que, hace siglos, hablé en Nortumbria,
Por la espada y el arpa de los sajones,
Por el mar, que es un desierto resplandeciente
Y una cifra de cosas que no sabemos 

Y un epitafio de los vikings,
Por la música verbal de Inglaterra,
Por la música verbal de Alemania,
Por el oro, que relumbra en los versos,
Por el épico invierno,
Por el nombre de un libro que no he leído: Gesta Dei per Francos,
Por Verlaine, inocente como los pájaros,
Por el prisma de cristal y la pesa de bronce,
Por las rayas del tigre,
Por las altas torres de San Francisco y de la isla de Manhattan,
Por la mañana en Texas,
Por aquel sevillano que redactó la Epístola Moral
Y cuyo nombre, como él hubiera preferido, ignoramos,
Por Séneca y Lucano, de Córdoba
Que antes del español escribieron 

Toda la literatura española,
Por el geométrico y bizarro ajedrez
Por la tortuga de Zenón y el mapa de Royce,
Por el olor medicinal de los eucaliptos,
Por el lenguaje, que puede simular la sabiduría,
Por el olvido, que anula o modifica el pasado,
Por la costumbre, que nos repite y nos confirma como un espejo,
Por la mañana, que nos depara la ilusión de un principio,
Por la noche, su tiniebla y su astronomía,
Por el valor y la felicidad de los otros,
Por la patria, sentida in los jazmines, o en una vieja espada,
Por Whitman y Francisco de Asís, que ya escribieron el poema,
Por el hecho de que el poema es inagotable
Y se confunde con la suma de las criaturas 

Y no llegará jamás al último verso 

Y varía según los hombres,
Por Frances Haslam, que pidió perdón a sus hijos por morir tan despacio,
Por los minutos que preceden al sueño,
Por el sueño y la muerte, esos dos tesoros ocultos,
Por los íntimos dones que no enumero,
Por la música, misteriosa forma del tiempo.
GRACIAS (BAHR Y RANDAL)
 CANTADO POR ADOLFO RIVAS
CON LA ORQUESTA DE OSMAR MADERNA
Gracias porque al borde del abismo
cuando estaba ya perdido
animaste mi esperanza
gracias por el bien que a mi existencia sin fortuna
trajo la ternura de tu voz
gracias por la vela que encendiste
por la fe que me enseñaste
por la vida que me diste
gracias porque un día me salvaste
de vivir mi corazón con tu canción
En mil noches de dolor
te llamo mi oración
y el milagro de tu amor
a mi voz respondió
en oscuras de razón de mi vida
fue tu amor como una estrella encendida
y hoy le doy gracias a Dios
por tu amor y mi amor.

GRACIAS (JUAN VICENTE PIQUERAS)



¡Oh, dioses, hondos dioses, altos dioses,

seáis o no seáis, qué poco importa!

Me distéis un instante

en esta vida, un día

breve, encendido, ciego, luminoso,

para abrazar el aire, arder de amor,

gozar, sufrir, cantar, saber, decir,

aprender a deciros

sencillamente gracias.


LOS GUARDIANES DE MUGICA 
(LEÓN GIECO CON GUSTAVO CORDERA)
Los guardianes de Mugica bajan de lo alto
con sus voces y tambores, domingo santo
Son los hijos nuevos que vienen sin tristezas
descartan las migajas de politicas viejas
Los guardianes de Mugica desdiosan dioses
son leales a la lucha, un millón de corazones
Más le matas, más te matan y no quieren guerra
agradecen este día sobre la tierra
Los guardianes de Mugica cantan y sangran
se meten sin que los veas por las buenas o por las malas
Ya no van por pan, ya no van por comida
la mentira es desoida, ya no mendigan
Es más fácil ponerle un vuelo al sol
que sortear todas las sombras
de esta Argentina del dolor
Por favor, perdón y gracias
tres palabras mágicas
para la vida, el amor y el corazón
Los guardianes de Mugica enfrentan a la muerte
dan la espalda al viento sucio, miran de frente
Diamante en la basura, poemas en la quema
de vientre, de puño, de naturaleza
Los guardianes de Mugica llevan todo el peso
de los que robaron, mataron o mintieron
Basta de morir en casas de tormentos
nunca más el atropello, nunca más aquel infierno
Los guardianes de Mugica llevan a Pugliese
en tatuajes, credenciales, por los días que se vienen
Amanecen con un reto, van de pueblo en pueblo
levantan al caído, estudiantes y murgueros
Es más fácil ponerle un velo al sol
que sortear todas las sombras
de esta Argentina del dolor
Por favor, perdón y gracias
tres palabras mágicas
para la vida, el amor y el corazón
Los guardianes de Mugica, telepaticamente
saben quién que es quién y quién ha sido Never
Dan un revés a la derrota, antiglobalizadores
salud y educación gratuita
para todos vacaciones
Es más fácil ponerle un velo al sol
que sortear todas las sombras
de esta Argentina del dolor
Por favor, perdón y gracias
tres palabras mágicas
para la vida, el amor y el corazón.


AIKIDO (JUAN ANTONIO GONZÁLEZ IGLESIAS)

(para Carmen Codoñer)



Estamos preparados

para sobreponernos.

Es un arte. Se aprende.

Está en nuestra memoria desde niños.

Los juegos, los poemas,

las tardes traduciendo,

palabra por palabra,

tragedias griegas, cruento

latín de historiadores.

Todo va al corazón y, transcurridas

las décadas, se vuelve

serenidad. Y ahora

alguno de los textos

de los filósofos occidentales
que he leído estos días
me lleva hasta la fórmula
que con la reverencia
mutua se intercambian
discípulo y maestro en el aikido.
Uno a otro se dicen:


Gracias por enseñarme.



GRACIAS (JORGE DREXLER - OMARA PORTUONDO)

Gracias, gracias, gracias 
quiero agradecer a quien corresponda. 
Y a nosotros dos el premio a la audacia 
por entrar al mar, por la parte más honda. 

Tiempo al tiempo, al tiempo, 
cada huella irá encontrando su arena, 
cada beso deteniendo un momento, 
y cada canción matando una pena. 

Yo quiero dar la noticia, 
yo quiero gritar que me quieres 
a los cuatro vientos, 
no quiero guardarme lo que siento. 

Los relojes se detuvieron 
en aquel corredor vacío, 
yo te vi llegar 
flotando a un palmo del suelo, 
tus labios rumbo a los míos. 

Nunca digas nunca, 
todo pasa en el momento menos pensado. 
No pensé que fuera a oír tu pregnta, 
ni a tu corazón latiendo a mi lado. 

Yo quiero dar la noticia 
yo quiero gritar que me quieres 
a los cuatro vientos, 
no quiero guardarme lo que siento.






                            
INVICTUS (WILLIAM ERNEST HENLEY)
Este es el poema que sostuvo el alma de Nelson Mandela en los 27 años que quedó recluido en cárceles por su lucha social contra el apartheid en Sudáfrica
Extracto del film Invictus de Clint Eastwood
Versión con subtítulos.



Versión directa doblada al español


En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no me he estremecido, ni gritado.

Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.

No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:


Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.



EL SUPER CRACK DEL FÚTBOL MUNDIAL LIONEL MESSI Y SU  HERMOSO GESTO DE FESTEJO  DESPUÉS DE CADA GOL SEÑALANDO AL CIELO EN GRATITUD A DIOS Y A SU ABUELA QUIEN LO APOYÓ EN SU PASIÓN DEPORTIVA DURANTE SU INFANCIA
INFINITA GRATITUD - RENE MAGRITTE


LA TÉCNICA DE HAWAI DE AUTOAPACIGUAMIENTO. SE SUGIERE REPETIR  ETAS CUATRO PALABRAS SANADORAS COMO UN MANTRA. DEBAJO EL LINK  DE LA EXPLICACIÓN DE ESTA TÉCNICA DE  MEDITACIÓN Y LIBERACIÓN DE LAS MEMORIAS A CARGO DE VIVI CERVERA
VIDEO DE LA CANCIÓN EN ESPAÑOL INTERPRETADA POR MARIA BOZZINI
VIDEO DE LA CANCIÓN EN ESPAÑOL INTERPRETADA POR EDUARDO HERNÁNDEZ



DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS - LEON GEROME FERRIS
EL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS (THANKSGIVING) SE CELEBRA EN USA EL CUARTO JUEVES DEL MES DE NOVIEMBRE DE CADA AÑO Y ES UNA DE LAS FIESTAS MÁS IMPORTANTES EN LA QUE SE REUNEN PARA COMER (LO MÁS TRADICIONAL ES EL PAVO CON SALSA DE ARÁNDANOS) Y DAR LAS GRACIAS POR TENER SALUD, FAMILIA, AMIGOS Y TRABAJO.
LA CELEBRACIÓN SE INICIÓ EN 1621 EN PLYMOUTH, ACTUAL ESTADO DE MASSACHUSSETTS, EN AGRADECIMIENTO POR UNA BUENA COSECHA. LA COLONIA, QUE NO TENÍA ALIMENTOS SUFICIENTES PARA SUS 102 HABITANTES, RECIBIÓ AYUDA DE LOS NATIVOS DE LA TRIBU WAMPANOAG, QUIENES LE DIERON SEMILLAS Y LES ENSEÑARON EL ARTE DE LA PESCA. 
SIMBOLIZA LA UNIÓN ENTRE COLONIZADORES Y NATIVOS AMERICANOS.


PROCLAMACIÓN  PRESIDENCIAL DEL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS  EN EE.UU POR ABRAHAM LINCOLN. 1863 INSTITUCIONALIZANDO EL DÍA  QUE ACTUALMENTE SE CELEBRA  EN ESE PAÍS EL CUARTO JUEVES DEL MES DE NOVIEMBRE

El año que está llegando a su fin ha estado pleno de bendiciones con fértiles campos y benéficos cielos. A estos bienes, que tan constantemente disfrutamos por lo que somos propensos a olvidar la fuente de la que vienen, se han sumado otros que son de una naturaleza tan extraordinaria que inevitablemente penetran y suavizan incluso el corazón habitualmente insensible a la siempre vigilante providencia de Dios Todopoderoso.
En medio de una guerra civil de magnitud y gravedad iniguables que a veces parecía invitar y provocar a la agresión de estados extranjeros, se ha mantenido la paz con todas las naciones, se ha mantenido el orden, se han respetado y obedecido las leyes y la armonía ha prevalecido por doquier excepto en el escenario del conflicto armado, aunque ese escenario se ha contraído grandemente debido al avance de las fuerzas militares y navales de la Unión.

La necesaria desviación de riqueza y fortaleza de los campos de la industria pacífica hacia la defensa nacional no han detenido el arado, el transporte o el barco; el hacha ha ensanchado los límites de nuestros asentamientos; y las minas, tanto de hierro y carbón como las de nuestros metales preciosos, han rendido incluso más abundantemente que antaño. La población ha crecido firmemente a pesar de las pérdidas en el campo, el sitio y el campo de batalla, y el país, regocijándose en el conocimiento de una mayor fortaleza y vigor, se permite esperar una continuidad de años con un gran aumento de libertad.

Ninguna mente humana ha diseñado ni ninguna mano mortal ha construido estas grandes cosas. Son los gentiles dones del Altísimo que, aunque se molesta con nosotros por nuestros pecados, a pesar de todo tiene muy presente la misericordia.
He creído adecuado y apropiado que tales dones deberían ser reconocidos solemne, reverente y agradecidamente con un solo corazón y al unísono por todo el pueblo americano. Por tanto, invito a mis conciudadanos en cualquier lugar de Estados Unidos y también en tierras extranjeras, a señalar y guardar el último jueves de noviembre próximo como un día de acción de gracias y alabanza a nuestro Padre benefactor que mora en los cielos.

Y les recomiendo que, mientras hacen las ofrendas en justicia a Él debidas por tan singulares salvaciones y bendiciones, también encomienden, con humilde penitencia por nuestra perversidad y desobediencia nacionales, a Su amoroso cuidado a todos los que hoy son viudas, huérfanos, deudos o dolientes de la lamentable lucha civil en que estamos inevitablemente involucrados y que fervientemente imploren la intervención de la mano del Todopoderoso para restañar las heridas de la nación y restablecerla tan pronto como esto coincida con el propósito divino para el pleno disfrute de paz, armonía, tranquilidad y unión.

© Traducción de Alberto Río y Miryam Lindberg









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