24.1.14

REGRESOS


VUELVO (MARIO BENEDETTI CANTADO POR NACHA GUEVARA)

Vuelvo.
Quiero creer que estoy volviendo
con mi mejor y mi peor historia.
Conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.
Vuelvo.
Pido perdón por la tardanza.
Se debe a que hice muchos borradores.
Me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza
Reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa.
Pero me queda, y no siento vergüenza,
nostalgia del exilio.
En qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida,
la madriguera linda que es la vida,
culpable o inocente.
Vuelvo.
Y se reparte mi jornada.
Las manos que recobro y las que dejo.
Vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada.
Vuelvo.
Con buen talante y buena gana.
Se fueron las arrugas de mi ceño.
Por fin, puedo creer en lo que sueño.
Estoy en mi ventana.
Nosotros.
Nosotros mantuvimos nuestras voces.
Ustedes van curando sus heridas.
Empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses.
Me fui menos mortal de lo que vengo.
Ustedes estuvieron, yo no estuve.
Por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo.
Tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
Vuelvo 
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora.
Todos
estamos rotos pero enteros.
Diezmados por perdones y resabios.
Un poco más gastados y más sabios.
Más viejos y sinceros.
Vuelvo
con la esperanza abrumadora,
con los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora.
Sin duelo
vuelvo y me doy cuenta
que ha llovido tanto
en mi ausencia, en mis calles y en mi mundo,
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto.
Vuelvo.
Vuelvo.
Por eso vuelvo

VOLVER (CARLOS GARDEL)
Yo adivino el parpadeo 
de las luces que a lo lejos 
van marcando mi retorno. 
Son las mismas que alumbraron 
con sus pálidos reflejos 
hondas horas de dolor. 
Y aunque no quise el regreso 
siempre se vuelve 
al primer amor. 
La vieja calle 
donde me cobijo 
tuya es su vida 
tuyo es su querer. 
Bajo el burlón 
mirar de las estrellas 
que con indiferencia 
hoy me ven volver. 
Volver 
con la frente marchita 
las nieves del tiempo 
platearon mi sien. 
Sentir 
que es un soplo la vida 
que veinte años no es nada 
que febril la mirada 
errante en las sombras 
te busca y te nombra. 
Vivir 
con el alma aferrada 
a un dulce recuerdo 
que lloro otra vez. 
Tengo miedo del encuentro 
con el pasado que vuelve 
a enfrentarse con mi vida. 
Tengo miedo de las noches 
que pobladas de recuerdos 
encadenen mi soñar. 
Pero el viajero que huye 
tarde o temprano 
detiene su andar. 
Y aunque el olvido 
que todo destruye 
haya matado mi vieja ilusión, 
guardo escondida 
una esperanza humilde 
que es toda la fortuna 
de mi corazón. 
Volver 
con la frente marchita 
las nieves del tiempo 
platearon mi sien. 
Sentir 
que es un soplo la vida 
que veinte años no es nada 
que febril la mirada 
errante en las sombras 
te busca y te nombra. 
Vivir 
con el alma aferrada 
a un dulce recuerdo 
que lloro otra vez.
LLEGADA AL MAR (JOSÉ HIERRO)

Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.

Y he vuelto. Quiebro con mis piernas

tu serena cristalería.

Es como ahondar en los principios,

como embriagarse con la vida,

como sentir crecer muy hondo

un árbol de hojas amarillas

y enloquecer con el sabor

de sus frutas más encendidas.

Como sentirse con las manos

en flor, palpando la alegría.

Como escuchar el grave acorde
de la resaca y de la brisa.

Cuando salí de ti, a mí mismo
me prometí que volvería.

Era en otoño, y en otoño

llego, otra vez, a tus orillas.

( De entre tus ondas el otoño

nace más bello cada día. )

Y ahora que yo pensaba en ti
constantemente, que creía...

( Las montañas que te rodean
tienen hogueras encendidas.)

Y ahora que yo quería hablarte,
saturarme de tu alegría...

( Eres un pájaro de niebla
que picotea mis mejillas. )

Y ahora que yo quería darte
toda mi sangre, que quería...

(Qué bello, mar, morir en ti
cuando no pueda con mi vida.)


VUELVO AL SUR (ASTOR PIAZZOLA-PINO SOLANAS - INTERPRETADO POR CAETANO VELLOSO)
Vuelvo al Sur, 
Como se vuelve siempre al amor. 

Vuelvo a vos, 

Con mi deseo, con mi temor. 

Llevo el Sur, 

Como un destino del corazón. 

Soy del Sur, 

Como los aires del bandoneón. 

Sueño el Sur, 

Inmensa luna, cielo al revés. 

Busco el Sur, 
El tiempo abierto y su después. 
Quiero al Sur, 
Su buena gente, su dignidad. 
Siento el Sur, 
Como tu cuerpo en la intimidad. 
Te quiero Sur, 
Sur, te quiero. 
Vuelvo al Sur, 
Como se vuelve siempre al amor. 
Vuelvo a vos, 
Con mi deseo, con mi temor. 
Quiero al Sur, 
Su buena gente, su dignidad, 
Siento el Sur, 
Como tu cuerpo en la intimidad. 
Vuelvo al Sur, 
Llevo el Sur, 
Te quiero Sur, 
Te quiero Sur...

HIMNO Y REGRESO (PABLO NERUDA)

PATRIA, mi patria, vuelvo hacia ti la sangre.
Pero te pido, como a la madre el niño

lleno de llanto.

Acoge

esta guitarra ciega

y esta frente perdida.

Salí a encontrarte hijos por la tierra,

salí a cuidar caídos con tu nombre de nieve,

salí a hacer una casa con tu madera pura,

salí a llevar tu estrella a los héroes heridos.

Ahora quiero dormir en tu substancia.

Dame tu clara noche de penetrantes cuerdas,

tu noche de navío, tu estatura estrellada.
Patria mía: quiero mudar de sombra.
Patria mía: quiero cambiar de rosa.
Quiero poner mi brazo en tu cintura exigua
y sentarme en tus piedras por el mar calcinadas,
a detener el trigo y mirarlo por dentro.
Voy a escoger la flora delgada del nitrato,
voy a hilar el estambre glacial de la campana,
y mirando tu ilustre y solitaria espuma
un ramo litoral tejeré a tu belleza.
Patria, mi patria
toda rodeada de agua combatiente
y nieve combatida,
en ti se junta el águila al azufre,
y en tu antártica mano de armiño y de zafiro
una gota de pura luz humana
brilla encendiendo el enemigo cielo.
Guarda tu luz, oh patria!, mantén
tu dura espiga de esperanza en medio
del ciego aire temible.
En tu remota tierra ha caído toda esta luz difícil,
este destino de los hombres
que te hace defender una flor misteriosa
sola, en la inmensidad de América dormida.

LA CARRETERA (JULIO IGLESIAS)
Llueve y está mojada la carretera
¡qué largo es el camino! ¡qué larga espera!
Kilómetros pasando pensando en ella
¡qué noche! ¡qué silencio! si ella supiera
Que estoy corriendo
Pensando en ella
Las luces de los coches que van pasando
El ruido de camiones acelerando
No hay gente por la calle y está lloviendo
Los pueblos del camino ya están durmiendo
Y yo corriendo
Pensando en ella
(estribillo)
Sigo en la carretera buscándote
Al final del camino te encontraré
Aceleré
Los bares a estas horas están cerrando
Hoteles de parejas siempre esperando
Un tren me cruza el paso es largo y lento
Me comen la cabeza los pensamientos
Pensando en ella
Pensando en ella
(estribillo)
Sigo en la carretera buscándote
Al final del camino te encontraré
Aceleré
Pensando imaginando mi duda aumenta
Me salgo de una curva sin darme cuenta
La aguja marca 140
(estribillo)
Sigo en la carretera buscándote
Al final del camino te encontraré
Aceleré
Llueve y está mojada la carretera
Y yo sintiendo celos pensando en ella
Perdido entre la duda y la neblina
Me estoy quedando solo sin gasolina
Llueve y está mojada la carretera
Y yo sintiendo celos de sus ojeras
Llueve y está mojada la carretera
No sé si está con otro, si yo supiera
Llueve y está mojada la carretera
Es noche ya en silencio de larga espera
Pensando imaginando mi duda aumenta
LA CARRETERA II (JULIO IGLESIAS)
Ya dejé la carretera 
voy entrando a la ciudad 
Y la lluvia continua 
Y mi duda aumenta más. 
La ciudad está desierta 
Veo sombras nada más 
Noche triste, noche larga 
Y en el alma soledad. 
Tengo ganas de encontrarte 
tengo miedo de llegar 
de que tengas otra vida 
de que no me quieras más. 
Los semáforos me aturden 
de frenar y acelerar 
Y esa angustia que me mata 
que me va a descerebrar. 
En la puerta de tu casa 
alguien me dice que no estás 
que te has ido y que no has vuelto 
y que no te han visto más. 
Tengo celos que me hieren 
que no puedo controlar 
y la rabia de quererte 
de manera irracional. 
Quiero correr 
Quiero saber de ti 
Si estás pensando en mí 
Otra vez en la carretera 
la terrible soledad 
El hablar con el silencio 
No tener con quien hablar. 
Otra vez la taquicardia 
Otra vez mi enfermedad 
La locura de buscarte 
cuando sé que me hace mal. 
Esas ganas de estrellarme 
de correr, de acelerar 
Y esa línea tan estrecha 
que separa el más allá. 
Otra vez la carretera 
Otra vez la soledad 
La locura de buscarte 
Otra vez mi enfermedad.

DE ALLÍ TAMBIÉN REGRESAS (EDNA POZZI)

DE ALLÍ TAMBIÉN REGRESAS
COMO UN VIAJERO PÉRFIDO.
EN QUE PALABRA,QUEDARAS NUEVAMENTE ENCERRADO AHORA AMIGO?
EN QUE DULCE MORADA,EN QUE ZONA
DE VIENTOS MARINOS,DE FLUYENTES PAISAJES
RECOSTARAS TU NOMBRE DESOLADO

NO VUELVAS A JUNTAR UN SILENCIO A OTRO SILENCIO
ESTAS EN EL HUMO VIOLETA DE LA PROTESTA
Y EN LA PROPICIA SOLEDAD DE HIERRO
Y ESTAS EN UN MAS ALLA ,DETRÁS DE UN VIDRIO
COMO EN UN CLAVO,EN UN DOLOR QUE ENSAYA

SONRISAS HUECAS,MARIONETAS FRÁGILES
VUELVES A ESTAR EN EL MILAGRO ,AMIGO
PERO VOLVERÁN A FLAGELARTE 
A CRUCIFICAR TU VOZ
Y EL RITMO DE LO QUE NACÍA
PERMANENTE
PARADO COMO UN CÓMICO
EN LA FERIA DE LOS DESLUMBRAMIENTOS.

Y TU ALLÍ
¡JUGANDO CON LOS PÁJAROS !
Y NOS DIERON LAS DIEZ (JOAQUÍN SABINA)
Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
-"cántame una canción
al oído y te pongo un cubata"-
-"con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"-
loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
"cuidado, chaval, te estas enamorando",
luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;
caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...
y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.
nos dijimos adiós,
ojalá que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecía como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.
no había nadie detrás
de la barra del otro verano.
y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del banco hispano americano,
tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-"se que no lo soñé"-
protestaba mientras me esposaban los municipales
en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

LA VUELTA (JORGE LUIS BORGES)

Al cabo de los años del destierro
volví a la casa de mi infancia

y todavía me es ajeno su ámbito.

mis manos han tocado los árboles

como quien acaricia a alguien que duerme

y he repetido antiguos caminos

como si recobrara un verso olvidado

y vi al desparramarse la tarde

la frágil luna nueva

que se arrimó al amparo sombrío

de la palmera de hojas altas,

como a su nido el pájaro.
¡Qué caterva de cielos
abarcará entre sus paredes el patio,
cuánto heroico poniente
militará en la hondura de la calle
y cuánta quebradiza luna nueva
infundirá al jardín su ternura,
antes que vuelva a reconocerme la casa
y de nuevo sea un hábito! 


COMO LA MAREA (ALBERTO CORTEZ)
Una mañana de sol, al abrir la primavera, 
con el alma en bandolera… se marchó. 
Habló de ser o no ser… "la costumbre es traicionera 
nos anula lo que queda… por saber 
y es preciso liberar, las alas pluma por pluma 
y dejar que se consuma… la ansiedad. 
Lo tienes que comprender” 
Y ya no dijo más nada. 
Dejó la llave en la entrada… y se fue. 
Como la marea se fue de mi playa… como la marea. 
Removió la arena y apuró mis penas… como la marea. 
Vi que se alejaba y a mí me quedaba 
la dura tarea de apagar los sueños 
y desvanecerlos…. como la marea. 
Como la marea se fue de repente… como la marea. 
Y empezó el hastío a llenar vacíos… de cualquier manera. 
A dejar abierta el alma y la puerta… para que volviera. 
Para que volviera… como la marea… como la marea. 
Una mañana de sol, al cerrar la primavera 
con el alma en bandolera… regresó. 
Habló de la soledad; que venía de un fracaso; 
que podía entre mis brazos… olvidar; 
que quería reponer lo que me había quitado; 
que jamás me había dejado de querer: 
"Ahora ya puedes confiar”. "Ya no habrá más despedidas". 
"Ya no me iré de tu vida… nunca más". 
Como la marea regresó a mi playa… como la marea. 
Remojó la arena y enjugó mis penas… como la marea. 
Abrió la ventana que dejó cerrada… la mañana aquella. 
Y encendió de nuevo mis más caros sueños… como la marea. 
Como la marea, volvió de repente… como la marea. 
Y dejó el hastío de llenar vacíos… de cualquier manera. 
Atranqué la puerta para estar alerta… que ya no se fuera. 
Que ya no se fuera como la marea… como la marea.

EL PASO DEL RETORNO (VICENTE HUIDOBRO)
A RAQUEL QUE ME DIJO

UN DÍA CUANDO Tú TE

ALEJAS UN SOLO INSTANTE,

EL TIEMPO Y YO LLORAMOS

Yo soy ese que salió hace un año de su tierra
Buscando lejanías de vida y muerte

Su propio corazón y el corazón del mundo

Cuando el viento silbaba entrañas

En un crepúsculo gigante y sin recuerdos

Guiado por mi estrella
Con el pecho vacío

Y los ojos clavados en la altura

Salí hacia mi destino

Oh mis buenos amigos
¿Me habéis reconocido?

He vivido una vida que no puede vivirse

Pero tú Poesía no me has abandonado un solo instante

Oh mis amigos aquí estoy
Vosotros sabéis acaso lo que yo era

Pero nadie sabe lo que soy

El viento me hizo viento

La sombra me hizo sombra

El horizonte me hizo horizonte preparado a todo

La tarde me hizo tarde
Y el alba me hizo alba para cantar de nuevo

Oh poeta esos tremendos ojos
Ese andar de alma de acero y de bondad de mármol

Este es aquel que llegó al final del último camino

Y que vuelve quizás con otro paso

Hago al andar el ruido de la muerte

Y si mis ojos os dicen

Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto 

Ellos podrían también deciros

Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido

¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros! 
La noche ha dejado noche en mis cabellos

¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado? 

¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?

Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les ensancha el alma

Se hacen señas furtivas y hablan bajo:

Allí se acerca el buen amigo

El hombre de las distancias

Que viene fatigado de tanta muerte al hombro 

De tanta vida en el pecho

Y busca donde pasar la noche

Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de lejanías

Atrás quedaron los negros nubarrones

Los años de tinieblas en el antro olvidado 

Traigo un alma lavada por el fuego

Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis

Traigo un cristal sin sombra un corazón que no decae

La imagen de la nada y un rostro que sonríe

Traigo un amor muy parecido al universo

La Poesía me despejó el camino 

Ya no hay banalidades en mi vida

¿Quién guió mis pasos de modo tan certero?
Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros dardos

Vengad en mí vuestras angustias

Vengad en mí vuestros fracasos

Yo soy invulnerable

He tomado mi sitio en el cielo como el silencio

Los siglos de la tierra me caen en los brazos 
Yo soy amigos el viajero sin fin

Las alas de la enorme aventura

Batían entre inviernos y veranos

Mirad cómo suben estrellas en mi alma

Desde que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido

¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se vuelve

Compasión de las olas y piedad de los astros

¡Cuánto tiempo perdido! Este es el hombre de las lejanías

El que daba vuelta las páginas de los muertos

Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre

El que andaba de un lado para otro

Desesperado y solo en las tinieblas 

Solo en el vacío

Como un perro que ladra hacia el fondo de un abismo

¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos! 
Los que habéis tocado mis manos 

¿Qué habéis tocado?

Y vosotros que habéis escuchado mi voz 

¿Qué habéis escuchado?

Y los que habéis contemplado mis ojos 

¿Qué habéis contemplado?

Lo he perdido todo y todo lo he ganado 
Y ni siquiera pido

La parte de la vida que me corresponde

Ni montañas de fuego ni mares cultivados

Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido 

Así es el viaje al fin del mundo

Y ésta es la corona de sangre de la gran experiencia

La corona regalo de mi estrella 

¿En dónde estuve en dónde estoy?

Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable 
Decid ¿quién es el muerto?

El viento me solloza

¡Qué inquietudes me has dado!

Algunas flores exclaman

¿Estás vivo aún?

¿Quién es el muerto entonces?

Las aguas gimen tristemente

¿Quién ha muerto en estas tierras?

Ahora sé lo que soy y lo que era

Conozco la distancia que va del hombre a la verdad

Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores

Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su eje.

Heme aquí ante vosotros

Cómo podremos entendernos Cómo saber lo que decimos

Hay tantos muertos que me llaman

Allí donde la tierra pierde su ruido

Allí donde me esperan mis queridos fantasmas

Mis queridos espectros

Miradme os amo tanto pero soy extranjero

¿Quién salió de su tierra

Sin saber el hondor de su aventura?

Al desplegar las alas
Él mismo no sabía qué vuelo era su vuelo

Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mí tiempo

¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?

Es el que vuelve con un sabor de eternidad en la garganta

Con un olor de olvido en los cabellos

Con un sonar de venas misteriosas

Es este que está llorando el universo

Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva secreta

Soy impalpable ahora como ciertas semillas

Que el viento mismo que las lleva no las siente

Oh Poesía nuestro reino empieza

Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar alerta

Donde las rocas prohíben la palabra

Allí donde se confunde la muerte con el canto del mar

Ahora vengo a saber que fui a buscar las llaves

He aquí las llaves

¿Quién las había perdido?

¿Cuánto tiempo ha que se perdieron?

Nadie encontró las llaves perdidas en el tiempo y en las brumas 

¡Cuántos siglos perdidas!

Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares

Al fondo del murmullo de los vientos

Al fondo del silencio

He aquí los signos

¡Cuánto tiempo olvidados!

Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?

¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?

¿En dónde estabas? ¿En qué alturas en qué profundidades?

Andaba por la Historia del brazo con la muerte

Oh hermano, nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar 

Más que el árbol te gustará callar.
VUELVO (ISAMAEL SERRANO CON PASIÓN VEGA)
Vuelvo al lugar en el que el reo echa las horas 
mientras sueña y su coartada se desmonta 
al hogar vacío o a su boceto 
roto e inconcluso. Allí vuelvo, 
al lugar en el que la culpa me abriga, 
donde me espera la nevera vacía, 
correo a tu nombre en el buzón 
y esta canción. 
No digas que todo era mentira 
¿Qué fue entonces toda esta ceniza 
que cubre los muebles, 
que hoy esparce el viento, 
y quema mis pulmones cuando vuelvo? 
No digas que todo era una farsa, 
¿de dónde salieron los fantasmas 
que habitan la casa, 
que lloran y abrazan 
el olor de tu sombra? 
Esa que me encuentro cuando 
vuelvo al solar de la casa aquella que el lobo 
–que es la vida– ha derribado con un soplo. 
Vuelvo al futuro imperfecto. 
Vuelvo y descubro 
mi silueta en el suelo cuando 
vuelvo al bar que cierra más tarde aquí en Madrid 
a la casa que contigo construí, 
al mal presagio, al verano 
en que nevó en el salón. 
No digas que todo era una farsa. 
Siento tanto haber perdido el mapa 
que lleva al tesoro dulce y luminoso. 
He olvidado donde lo escondimos. 
No digas que todo era mentira: 
los encuentros y las despedidas. 
Tampoco los días en que me decías 
que todo iba a irme bien. 
Aún queda tanto por vivir, 
tantas cosas por hacer 
aunque pesen los fracasos. 
Cuántos veranos perdí 
buscando aquella canción. 
Siempre estuvo en tu regazo. 
Nuestro error nunca fue amar 
como si el jodido mundo 
acabara en nuestro abrazo. 
Que nadie te haga pensar 
que no fuimos los mejores 
cuando el sol ardía en tus labios. 
Vuelvo y te encuentro en las cumbres y en el lodo, 
la verdad es que te encuentro en casi todo, 
siempre o casi siempre te encuentro. 
Quizá por eso vuelvo.
LA QUE REGRESA (TERESA PARODI)
Qué lindo era el cielo, Juana 
El cielo manso que habla en tu pueblo 
Si cuando lo recordabas 
Un no sé qué te estallaba adentro 
Y ahora que lo estás viendo 
Se te hace un nudo en medio del pecho 
Acaso lo estés mirando 
Como antes nunca pudiste hacerlo 
Después de abrazar a todos 
Te irás despacio a cruzar tu pueblo 
Que nadie te diga nada 
A ver si es cierto que tus recuerdos 
Te ayudan a caminarlo 
Tal como siempre supiste hacerlo 
No importa que este cambiado 
Tu corazón va a reconocerlo 
Caminarás 
Cruzando la arboleda hasta el callejón 
Después en la placita, al caer el sol 
Verás si todavía viene el Zenón 
A darte florecitas con emoción 
Qué lindo fue ese tiempo, qué lindo fue 
A veces recordarlo te hacía bien 
Las penas se te iban pensando en él 
Qué lindos aquellos días 
De la inocencia y de la alegría 
Los gritos de doña flora 
Entreverándose con las risas 
Que al tiempo soltaban juntas 
Con la clarita y con la jacinta 
Después de saltar las verjas 
Y de robarse las mandarinas 
Qué hermosas aquellas noches 
De las bailantas en lo de elvira 
Si aún te tiemblan las piernas 
Cuando recuerdas cómo te ibas 
Subida a esos tacos altos 
Que eran tan altos que no podías 
Bailar ni aunque te abrazaran 
Como el zenón te abrazó aquel día 
Tu corazón 
Saltando como un niño o como un gorrión 
Descubre que tu pueblo es como una flor 
Que deja su perfume en cada rincón 
Que tengas que marcharte no importa ya 
La flor está en tu pecho y la llevarás 
Y vayas donde vayas perfumará 
Saberlo ha de ayudarte cuando no estás
NADA (MERCEDES SOSA CON MARÍA GRAÑA)
VERSIÓN DE JULIO SOSA
FRAGMENTO DE VERSIÓN DE RAÚL LAVIÉ CON ABEL PINTOS
(Mercedes Sosa) 

He llegado hasta tu casa 

Yo no sé cómo he podido 
Si me han dicho que no estás 
que ya nunca volverás 
¡Si me han dicho que te has ido! 
(Maria Graña) 
Cuánta nieve hay en mi alma 
Qué silencio hay en tu puerta 
Al llegar hasta el umbral 
un candado de dolor 
me detuvo el corazón 
(Mercedes Sosa) 
Nada, nada queda en tu casa natal 
Sólo telarañas que teje el yuyal 
El rosal tampoco existe 
y es seguro que se ha muerto al irte tú... 
¡Todo es una cruz! 
(Maria Graña) 
Nada, nada más que tristeza y quietud 
Nadie que me diga si vives aún 
¿Dónde estás, para decirte 
que hoy he vuelto arrepentida a buscar tu amor? 
Ya me alejo de tu casa 
y me voy ya ni sé donde 
Sin querer te digo adiós 
y hasta el eco de tu voz 
de la nada me responde. 
(Mercedes Sosa) 
En la cruz de tu candado 
por tu pena yo he rezado 
y ha rodado en tu portón 
una lágrima hecha flor 
de mi pobre corazón 
(Maria Graña) 
Nada, nada queda en tu casa natal 
Sólo telarañas que teje el yuyal 
Y el rosal tampoco existe 
y es seguro que se ha muerto al irte tú... 
¡Todo es una cruz! 
(Mercedes Sosa) 
Nada, nada más que tristeza y quietud 
Nadie que me diga si vives aún 
(Maria Graña) 
¿Dónde estás, para decirte 
que hoy he vuelto arrepentida a buscar tu amor? 
(Mercedes Sosa) 
He llegado hasta tu casa 
(Maria Graña) 
Tu amor!.


VOLVIÓ UNA NOCHE (CARLOS GARDEL)

Volvió una noche, no la esperaba, 

había en su rostro tanta ansiedad 

que tuve pena de recordarle 
su felonía y su crueldad. 
Me dijo humilde, si me perdonás, 
el tiempo viejo otra vez vendrá, 
la primavera de nuestra vida, 
verás que todo nos sonreirá. 

Mentira, mentira, yo quise decirle, 
las horas que pasan ya no vuelven más, 
y así mi cariño al tuyo enlazado 
es como un fantasma del viejo pasado 
que ya no se puede resucitar. 

Callé mi amargura, y tuve piedad, 
sus ojos azules muy grandes se abrieron, 
mi pena inaudita pronto comprendieron 
y con una mueca de mujer vencida 
me dijo es la vida, y no la vi más... 

Volvió esa noche, nunca la olvido, 
con la mirada triste y sin luz, 
y tuve miedo de aquel espectro 
que fue mi locura en mi juventud. 

Se fue en silencio, sin un reproche, 
busqué un espejo y me quise mirar; 
había en mi frente tantos inviernos 
que también ella tuvo piedad.

YO PISARÉ LAS CALLES NUEVAMENTE 
(PABLO MILANÉS CON JOAN MANUEL SERRAT)
Yo pisaré las calles nuevamente 

de lo que fue Santiago ensangrentada 

y en una hermosa plaza liberada 

me detendré a llorar por los ausentes. 
Yo vendré del desierto calcinante 
y saldré de los bosques y los lagos 
y evocaré en un cerro de Santiago 
a mis hermanos que murieron antes. 
Yo unido al que hizo mucho y poco 
al que quiere la patria liberada 
dispararé de las primeras balas 
más temprano que tarde sin reposo 
retornarán los libros las canciones 
que quemaron las manos asesinas 
renacerá mi pueblo de su ruina 
y pagarán su culpa los traidores. 
Un niño jugará en una alameda 
y cantará con sus amigos nuevos 
y ese canto será el canto del suelo 
a una vida segada en La Moneda. 
Yo pisaré las calles nuevamente 
de lo que fue Santiago ensangrentada 
y en una hermosa plaza liberada 
me detendré a llorar por los ausentes.
MELINA (CAMILO SESTO)
Eres fuego de amor 
luz del sol 
volcán y tierra 
por donde pasas 
dejas huella 

Mujer 
tú naciste para querer 
has luchado por volver 
a tu tierra y con tu gente 

Has vuelto 
Melina 
alza tus manos hacia dios 
que el escuche tu voz 

Has vuelto 
Melina 
tus ojos reflejan el dolor 
y tu alma el amor 

La huella de tu canto 
echó raíces 
Melina 
y vuelven a reír 
tus ojos grises 
Melina 

Tu vida y tu razón 
es tu país 
donde el mar se hizo gris 
donde el llanto 
ahora es canto 

Has vuelto, Melina 
alza tus manos hacia dios 
que el escuche tu voz 

Has vuelto, Melina 
tus ojos reflejan el dolor 
y tu alma el amor 

La huella de tu canto 
echó raíces 
Melina 
y vuelven a reír 
tus ojos grises 
Melina 

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