ARTE DE AMAR (MANUEL BANDEIRA)
VERSIÓN
ORIGINAL EN PORTUGUÉS
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TRADUCCIÓN
EN ESPAÑOL
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ARTE DE AMAR
Se queres sentir a felicidade de amar, esquece a tua alma. A alma é que estraga o amor. Só em Deus ela pode encontrar satisfação. Não noutra alma. Só em Deus - ou fora do mundo. As almas são incomunicáveis. Deixa o teu corpo entender-se com outro corpo. Porque os corpos se entendem, mas as almas não. |
ARTE DE AMAR
Si quieres sentir la felicidad de amar, olvídate
de tu alma.
El alma arruina el amor.
Sólo en Dios ella puede encontrar satisfacción.
No en otra alma.
Sólo en Dios - o fuera del mundo.
Las almas son incomunicables.
Deja que tu cuerpo se entienda con otro cuerpo.
Porque los cuerpos se entienden pero las almas no.
|
COMO FLOR DEL CAMPO (RAÚL CARNOTA)
Soy sólo el rumor
del río entre las peñitas
por ser como soy
los criollos me tocan sencillita
He andado por ahí
enredada en mil pañuelos,
yo supe escuchar
y aprender del canto de los viejos
Por siempre cantaré
acollaradita con mi raza,
humilde a entregar
mi aire querendón en cacharpayas
Yo soy zambita
como flor del campo, bien sencillita
Qué lindo es cantar
cuando el corazón lo manda
el sentimiento
no es ave que anida en la garganta
Adiós, ya me voy
camino de las trincheras
hacia el carnaval
que es donde muere la tristeza
HUMAHUAQUEÑO
VERSIÓN DE KING AFRIKA
VERSIÓN ORIGINAL DE 1954
VERSIÓN DE JAIME TORRES
El Humahuaqueño / El Quebradeño
Llegando esta el carnaval, quebradeño mi cholitai
llegando esta el carnaval, quebradeño mi cholitai
fiesta de La Quebrada, humahuaqueña para bailar
erque, charango y bombo carnavalito para cantar
Bis
Quebradeño a mi me dicen porque nací en La Quebrada
quebradeño a mi me dicen porque nací en La Quebrada
carnavalito de mi querer toda la rueda venga a bailar
Ayes de un yaraví entre charango se ha de olvidar
erque de hondo sentir bombo risueño te alegrará
Quebradeño, humahuaqueñito, quebradeño, humahuaqueñito
fiesta de La Quebrada humahuaqueña para bailar
erque charango y bombo carnavalito para cantar
VERSIÓN DE KING AFRIKA
Llegando esta el carnaval, quebradeño mi cholitai
llegando esta el carnaval, quebradeño mi cholitai
fiesta de La Quebrada, humahuaqueña para bailar
erque, charango y bombo carnavalito para cantar
Bis
Quebradeño a mi me dicen porque nací en La Quebrada
quebradeño a mi me dicen porque nací en La Quebrada
carnavalito de mi querer toda la rueda venga a bailar
Ayes de un yaraví entre charango se ha de olvidar
erque de hondo sentir bombo risueño te alegrará
Quebradeño, humahuaqueñito, quebradeño, humahuaqueñito
fiesta de La Quebrada humahuaqueña para bailar
erque charango y bombo carnavalito para cantar
CANCIÓN DE CARNAVAL (RUBÉN DARÍO)
Musa, la máscara apresta,
ensaya un aire jovial
y goza y ríe en la fiesta
del Carnaval.
Ríe en la danza que gira,
muestra la pierna rosada,
y suene, como una lira,
tu carcajada.
Para volar más ligera
ponte dos hojas de rosa,
como hace tu compañera
la mariposa.
Y que en tu boca risueña,
que se une al alegre coro,
deje la abeja porteña
su miel de oro.
Únete a la mascarada,
y mientras muequea un clown
con la faz pintarrajeada
como Frank Brown;
mientras Arlequín revela
que al prisma sus tintes roba
y aparece Pulchinela
con su joroba,
di a Colombina la bella
lo que de ella pienso yo,
y descorcha una botella
para Pierrot.
Que él te cuente cómo rima
sus amores con la Luna
y te haga un poema en una
pantomima.
Da al aire la serenata,
toca el auro bandolín,
lleva un látigo de plata
para el spleen.
Sé lírica y sé bizarra;
con la cítara sé griega;
o gaucha, con la guitarra
de Santos Vega.
Mueve tu espléndido torso
por las calles pintorescas,
y juega y adorna el Corso
con rosas frescas.
De perlas riega un tesoro
de Andrade en el regio nido,
y en la hopalanda de Guido,
polvo de oro.
Penas y duelos olvida,
canta deleites y amores;
busca la flor de las flores
por Florida:
Con la armonía te encantas
de las rimas de cristal,
y deshojas a sus plantas,
un madrigal.
Piruetea, baila, inspira
versos locos y joviales;
celebre la alegre lira
los carnavales.
Sus gritos y sus canciones,
sus comparsas y sus trajes,
sus perlas, tintes y encajes
y pompones.
Y lleve la rauda brisa,
sonora, argentina, fresca,
¡la victoria de tu risa
funambulesca!
VIVIR ES UN CARNAVAL (LOS CUCAS)
Es una forma de vivir distinta
alegría disfrazada de ilusión.
felicidad reina de las pasiones
te subirá a su carroza del amor.
E a coisa mais bonita de este mundo
vivir cada segundo como nunca más.
No hay limitación que la del tiempo,
y esta fiesta acaba de empezar.
ESTRIBILLO:
Tu veras si es mejor no pensar
vivir es un carnaval.
y después no sabrás si podrás repetir
vivir es un carnaval.
Déjate llevar, siéntelo estallar, di que sí,
vivir es un carnaval.
Es una forma de vivir distinta
y los males los espanta el buen humor.
El elixir al comenzar un día
es alimento que te alegra el corazón.
(ESTRIBILLO)
Porque estoy cantando me olvidé de los lamentos,
vivir es un carnaval.
Te vi y me gustaste, me dejaste acariciarte,
vivir es un carnaval.
Esta vida es un destello, la echaré de menos,
vivir es un carnaval.
alegría disfrazada de ilusión.
felicidad reina de las pasiones
te subirá a su carroza del amor.
E a coisa mais bonita de este mundo
vivir cada segundo como nunca más.
No hay limitación que la del tiempo,
y esta fiesta acaba de empezar.
ESTRIBILLO:
Tu veras si es mejor no pensar
vivir es un carnaval.
y después no sabrás si podrás repetir
vivir es un carnaval.
Déjate llevar, siéntelo estallar, di que sí,
vivir es un carnaval.
Es una forma de vivir distinta
y los males los espanta el buen humor.
El elixir al comenzar un día
es alimento que te alegra el corazón.
(ESTRIBILLO)
Porque estoy cantando me olvidé de los lamentos,
vivir es un carnaval.
Te vi y me gustaste, me dejaste acariciarte,
vivir es un carnaval.
Esta vida es un destello, la echaré de menos,
vivir es un carnaval.
CARNAVAL (LUIS LLORÉNS TORRES)
Bella ficción de reinas y de reyes...
Oh, carnaval, alegre carnaval,
que unces tus yuntas de mejores bueyes
y aras la carne en el vaivén del vals.
Arado que revuelcas corazones,
en surcos de dolor y de placer,
y arrancas las raíces y tocones,
que dejaron las siembras del ayer.
Queda, desnuda, la cachonda era,
apta para la nueva primavera,
que vaticina el grito del amor.
Grito y clarín de la fecunda guerra
en que hasta las lombrices de la tierra
sueñan el sueño de la flor.
FANFARRA (SERGIO MENDES)
VERSIÓN
ORIGINAL EN PORTUGUÉS
|
TRADUCCIÓN
EN ESPAÑOL
|
Faca que corta
É facão Fumo de corda Enrolam Mulher de nome É Isabel Que samba com gringo Soldado sem farda e sem quartel Cabua lê lê Viva ê Viva Cabua lê lê Viva ê Viva Não duvide que ela Mas duvide que ela vá Au au au apitô No vapor deve dar |
Faca
que corta
É facão Fumo de corda Enrolam Mulher de nome É Isabel Que samba com gringo Soldado sem farda e sem quartel Cabua lê lê Viva ê Viva Cabua lê lê Viva ê Viva Não duvide que ela Mas duvide que ela vá Au au au apitô No vapor deve dar |
SIGA EL CORSO (CARLOS GARDEL)
VERSIÓN JULIO SOSA
Esa Colombina puso en sus ojeras
Humo de la hoguera de su corazón,
Aquella marquesa de la risa loca
Se pinto la boca por besar a un clown.
Cruza del palco hasta el coche
Serpentina nerviosa y fina
Como un pintoresco broche sobre la noche de carnaval
Te quiero conocer saber adonde vas.
Alegre mascarita, que me gritas al pasar:
"Quien soy?, Adonde voy?", "Adiós... Adiós... Adiós..."
"Yo soy la misteriosa mujercita de tu afán".
No finjas más la voz, abajo el antifaz
Tus ojos por el corso, van buscando mi ansiedad...
Descúbrete, por fin... Tu risa me hace mal
Detrás de tus desvíos, todo el año es Carnaval.
Esa Colombina con sonora burla
Truena la corneta de una pizpireta dama de organdí...
Y entre grito y risa, linda maragata
Jura que la mata la pasión por mi.
Bajo los chuscos carteles pasan los fieles
Del dios Jocundo y le van prendiendo
Al mundo sus cascabeles el carnaval...
CARNAVALERA (HOMERO MANZI - SEBASTIÁN PIANA)
VERSIÓN JUAN D'ARIENZO CON HÉCTOR MAURE
Se acerca la comparsa, ya vino el Carnaval...
Los negros van bailando, bailando sin cesar...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Ya se presentan...
¡Chiquichi...! Los congos del Sur...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Se fue mi negra
¡Chiquichi...! Envuelta en un tul...
Al ruido de mi tambor, Carnaval, carnavalera,
la busca mi corazón.
Un pardo se la llevó, Carnaval, carnavalera,
con traje de dominó.
En el corso de Barracas la encontré para mi mal,
ella se llamaba Juana y yo me llamaba Juan.
Le dije cuatro palabras que eran la pura verdad,
me la llevé en la comparsa y allí le enseñé a bailar.
¡Che...!
¡Ioja...! ¡Ioja...! Vienen los congos...
¡Chiquichi...! Brindando salud...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Esta es la Juana...
¡Chiquichi...! Más linda del Sur...
Al ruido del tamboril, Carnaval, carnavalera,
me dijo que era feliz.
Por eso con su canción, Carnaval, carnavalera,
se agranda mi corazón.
Tenía los dientes blancos y las motas de carbón,
eran claras las palabras y era negra la intención.
En un Carnaval me quiso y en otro me abandonó,
pero yo no sufro tanto mientras canto esta canción.
Humo de la hoguera de su corazón,
Aquella marquesa de la risa loca
Se pinto la boca por besar a un clown.
Cruza del palco hasta el coche
Serpentina nerviosa y fina
Como un pintoresco broche sobre la noche de carnaval
Te quiero conocer saber adonde vas.
Alegre mascarita, que me gritas al pasar:
"Quien soy?, Adonde voy?", "Adiós... Adiós... Adiós..."
"Yo soy la misteriosa mujercita de tu afán".
No finjas más la voz, abajo el antifaz
Tus ojos por el corso, van buscando mi ansiedad...
Descúbrete, por fin... Tu risa me hace mal
Detrás de tus desvíos, todo el año es Carnaval.
Esa Colombina con sonora burla
Truena la corneta de una pizpireta dama de organdí...
Y entre grito y risa, linda maragata
Jura que la mata la pasión por mi.
Bajo los chuscos carteles pasan los fieles
Del dios Jocundo y le van prendiendo
Al mundo sus cascabeles el carnaval...
CARNAVALERA (HOMERO MANZI - SEBASTIÁN PIANA)
VERSIÓN JUAN D'ARIENZO CON HÉCTOR MAURE
Los negros van bailando, bailando sin cesar...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Ya se presentan...
¡Chiquichi...! Los congos del Sur...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Se fue mi negra
¡Chiquichi...! Envuelta en un tul...
Al ruido de mi tambor, Carnaval, carnavalera,
la busca mi corazón.
Un pardo se la llevó, Carnaval, carnavalera,
con traje de dominó.
En el corso de Barracas la encontré para mi mal,
ella se llamaba Juana y yo me llamaba Juan.
Le dije cuatro palabras que eran la pura verdad,
me la llevé en la comparsa y allí le enseñé a bailar.
¡Che...!
¡Ioja...! ¡Ioja...! Vienen los congos...
¡Chiquichi...! Brindando salud...
¡Ioja...! ¡Ioja...! Esta es la Juana...
¡Chiquichi...! Más linda del Sur...
Al ruido del tamboril, Carnaval, carnavalera,
me dijo que era feliz.
Por eso con su canción, Carnaval, carnavalera,
se agranda mi corazón.
Tenía los dientes blancos y las motas de carbón,
eran claras las palabras y era negra la intención.
En un Carnaval me quiso y en otro me abandonó,
pero yo no sufro tanto mientras canto esta canción.
VERSOS DEL CARNAVAL (LEONIDAS YEROVI)
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba…
I
…Fue de pronto. Fue tras una
caricia con que la luna
me obsequió gratuitamente
sin rubor y sin malicia,
cuando repentinamente
fui a buscar al sin fortuna
guiado por la caricia
de la luna – consecuente…
Yacía el triste inconsciente
lívido en la estrecha fosa
en donde a ratos reposa
según el desdén le acosa
o le lanzan los literatos;
yacía lívidamente,
o congelada en su frente
una línea de sudor
surcaba la blanca harina
que humedeció Colombina
con sus ósculos de amor…
¿Estaba muerto? ¿Soñaba
con ella? ¿Estaba dormido?...
No lo sé, ni me importaba.
Pierrot estaba y no estaba,
Pero yo estaba bebido…
Su faz transparente y seca
se transía en una mueca
estupendamente loca
y era agresiva la hueca
negrura de su ancha boca…
Mas él estaba y no estaba
pero yo estaba… y buscaba
su bullente compañía,
y apuntalando a un ciprés
el fracaso de un traspiés
que me llevaba y traía,
le dije sarcástico:
–¡Ea!
ya ves que soy capaz
de venir por ti, así sea
porque no duermes en paz
o porque el mundo te vea!...
Y bajo el blanco disfraz
que de antaño le cubría
vi que Pierrot se movía
levemente estremecido.
¿Despertaba? ¿Suspiraba?
¿Estaba muerto? ¿Dormido?...
Pierrot estaba y no estaba.
¡Yo sí que estaba bebido!
–¡Arriba! –le dije– ¡Arriba!
Pierrot! La luna, cautiva
de la esfera sideral,
ha llegado de sorpresa
para besarte en la huesa
y amortajado te besa
porque llegó el Carnaval.
Rompe tu sueño fatal,
destroza tus ligaduras
y álzate, sal y acompaña
a quien te invita el champaña
de todas las aventuras;
olvida las amarguras
de aquella mujer… aquella
Colombina infiel y bella
de tus viejas ilusiones;
ven y bajo los pompones
rojos de tu molinera
goza la vida reidera
de todas las libaciones.
Y ante aquel nombre querido
vi cómo se levantaba.
Le vi de mi brazo asido…
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba bebido.
II
Surgimos en un salón
de baile, que era un manchón
de luces y de colores
en rara combinación.
Vahos de extraños olores,
aromas de ajadas flores,
rumores de loca fiesta,
giros, voces, ademanes
y desenfrenos de orquesta
que sabían a cancanes…
Brillaba como ascua de oro
aquel salón circular
donde era el estruendo un coro
elevado sin cesar.
Temblaban en los espejos
con luminosos reflejos
los focos de las cornisas,
y bajo las claras ondas
todo era frufrú de blondas
entre estallidos de risas;
fulgor de vivas miradas
encuentro de ojos traviesos,
diapasón de carcajadas
y húmedo sonar de besos…
Todo era luz en cambiantes
y color y animación;
todo notas discordantes,
hasta el saltar del tapón
de los vinos espumantes…
¿Y Pierrot? Pierrot asido
de mi brazo forcejeaba
por huir hacia el olvido…
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba bebido.
De improviso, dominante,
delatora, cristalina
una risa trepidante:
la risa de Colombina
que le reía a un amante;
y casi en el mismo instante
a un rudo brazo sujeta,
fatigada de bailar,
Colombina, – ¡la coqueta!...
que se marchaba a cenar…
Pierrot vibró al escuchar
la risa de aquel reír
y al ver a la infiel pasar
sintió el ansia de morir
pero sin resucitar.
Y yo que le sostenía
y yo que le comprendía,
pérfida, perversamente
le deslicé en el oído:
–Como tú estabas ausente…
¡y gozaba interiormente!...
¿Me escuchó? ¿No me escuchaba?
¿Estaba al fin convencido
de la traición que miraba?...
Pierrot estaba y no estaba…
¡como yo estaba bebido!...
Hice fácil presa de él
y fui a acordar a mi presa
sobre el más blanco mantel,
que engalanara una mesa,
y de improviso, – ¡oh sorpresa!...
junto a una mesa vecina,
un pastel… y Colombina
que devoraba el pastel;
y hacia el extremo distante
grotesco hasta en la silueta
el rostro del nuevo amante
detrás de una servilleta…
Sacudí a mi compañero:
–Pierrot –le grité– repara
¡escudriña aquella cara
vecina a ese caballero!
Y a mis voces de algazara
volvieron todos de frente
y nos faltó tiempo para
medirnos rápidamente.
Luego – Señor, qué divina
escena en ruido y tropel –
–¡Pierrot! – grita Colombina
–¡Colombina! – grita él.
El galán, cuyo papel
airoso decae bastante,
se interpone blasfemante
y yo acudo a la razón,
y al jolgorio de la fiesta
va a unirse la trapatiesta
del diminuto salón…
Una escena de balumba
– ¡Pierrot! – ¡Colombina! ¡Tú!...
(¡y el galán que siente su
decepción y su fracaso!)
Luego una fuente que zumba,
más tarde el zumbar de un vaso…
y ya armada la querella
el tremolar de una silla
el volar de una botella
y el adiós de la vajilla…
–¡Maravilla! ¡Maravilla!
Todo, decididamente,
era un rasgo sin igual,
¡por algo hay un esplendente
domingo de carnaval!
¡era noche de aventuras,
era una noche divina,
la figura de las figuras
de Pierrot y Colombina!
¡Por ellos todo! Qué bello
remendar su viejo afán
de amores…
Y loco en ello
fui a retorcer por el cuello
al incógnito galán…
Y el galán, a quien así
por bajo de la barbilla,
irguiéndose sobre sí
por no moler más vajilla
comenzó a molerme a mí…
Fue una lucha detestable,
¡cual se portó el miserable
valido de su poder!
¡Aun Colombina, la fina
silueta de Colombina,
optó por desaparecer!
Y mientras yo desvahido
de mi suerte blasfemaba
bajo el rencor del bandido,
¿Pierrot estaba?... ¡No estaba!
¡Pero yo estaba molido!...
Las cajas ya están templadas
los bombos bien estiraos
es que se viene la chaya
riojana con el pujllay
los changos y las chinitas
las calles sean han adornao
con ramilletes de albahaca
con el muñeco ladeao.
Las pacotas a caballo
recorren por la ciudad
entonando vidalitas
y coplas pa’l carnaval
coronación en los barrios
salen todos a jugar
agua falta pa’ beberla
pero sobra pa’ chayar.
Así es la chaya riojana
como ella no hay igual
el que quiera conocerla
que venga pa’l carnaval
ahí verán lo que es mi tierra
y su forma de chayar
y después saldrá cantando
esta copla popular.
Vamos a la plaza
ay! vidalita que hay mucho que ver
que se casa un hombre
ay! vidalita con una mujer
con una mujer
ay! vidalita por el carnaval
por el carnaval
ay! vidalita que se va a acabar
que se va a acabar
ay! vidalita pa’l año cabal.
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba…
I
…Fue de pronto. Fue tras una
caricia con que la luna
me obsequió gratuitamente
sin rubor y sin malicia,
cuando repentinamente
fui a buscar al sin fortuna
guiado por la caricia
de la luna – consecuente…
Yacía el triste inconsciente
lívido en la estrecha fosa
en donde a ratos reposa
según el desdén le acosa
o le lanzan los literatos;
yacía lívidamente,
o congelada en su frente
una línea de sudor
surcaba la blanca harina
que humedeció Colombina
con sus ósculos de amor…
¿Estaba muerto? ¿Soñaba
con ella? ¿Estaba dormido?...
No lo sé, ni me importaba.
Pierrot estaba y no estaba,
Pero yo estaba bebido…
Su faz transparente y seca
se transía en una mueca
estupendamente loca
y era agresiva la hueca
negrura de su ancha boca…
Mas él estaba y no estaba
pero yo estaba… y buscaba
su bullente compañía,
y apuntalando a un ciprés
el fracaso de un traspiés
que me llevaba y traía,
le dije sarcástico:
–¡Ea!
ya ves que soy capaz
de venir por ti, así sea
porque no duermes en paz
o porque el mundo te vea!...
Y bajo el blanco disfraz
que de antaño le cubría
vi que Pierrot se movía
levemente estremecido.
¿Despertaba? ¿Suspiraba?
¿Estaba muerto? ¿Dormido?...
Pierrot estaba y no estaba.
¡Yo sí que estaba bebido!
–¡Arriba! –le dije– ¡Arriba!
Pierrot! La luna, cautiva
de la esfera sideral,
ha llegado de sorpresa
para besarte en la huesa
y amortajado te besa
porque llegó el Carnaval.
Rompe tu sueño fatal,
destroza tus ligaduras
y álzate, sal y acompaña
a quien te invita el champaña
de todas las aventuras;
olvida las amarguras
de aquella mujer… aquella
Colombina infiel y bella
de tus viejas ilusiones;
ven y bajo los pompones
rojos de tu molinera
goza la vida reidera
de todas las libaciones.
Y ante aquel nombre querido
vi cómo se levantaba.
Le vi de mi brazo asido…
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba bebido.
II
Surgimos en un salón
de baile, que era un manchón
de luces y de colores
en rara combinación.
Vahos de extraños olores,
aromas de ajadas flores,
rumores de loca fiesta,
giros, voces, ademanes
y desenfrenos de orquesta
que sabían a cancanes…
Brillaba como ascua de oro
aquel salón circular
donde era el estruendo un coro
elevado sin cesar.
Temblaban en los espejos
con luminosos reflejos
los focos de las cornisas,
y bajo las claras ondas
todo era frufrú de blondas
entre estallidos de risas;
fulgor de vivas miradas
encuentro de ojos traviesos,
diapasón de carcajadas
y húmedo sonar de besos…
Todo era luz en cambiantes
y color y animación;
todo notas discordantes,
hasta el saltar del tapón
de los vinos espumantes…
¿Y Pierrot? Pierrot asido
de mi brazo forcejeaba
por huir hacia el olvido…
Pierrot estaba y no estaba,
pero yo estaba bebido.
De improviso, dominante,
delatora, cristalina
una risa trepidante:
la risa de Colombina
que le reía a un amante;
y casi en el mismo instante
a un rudo brazo sujeta,
fatigada de bailar,
Colombina, – ¡la coqueta!...
que se marchaba a cenar…
Pierrot vibró al escuchar
la risa de aquel reír
y al ver a la infiel pasar
sintió el ansia de morir
pero sin resucitar.
Y yo que le sostenía
y yo que le comprendía,
pérfida, perversamente
le deslicé en el oído:
–Como tú estabas ausente…
¡y gozaba interiormente!...
¿Me escuchó? ¿No me escuchaba?
¿Estaba al fin convencido
de la traición que miraba?...
Pierrot estaba y no estaba…
¡como yo estaba bebido!...
Hice fácil presa de él
y fui a acordar a mi presa
sobre el más blanco mantel,
que engalanara una mesa,
y de improviso, – ¡oh sorpresa!...
junto a una mesa vecina,
un pastel… y Colombina
que devoraba el pastel;
y hacia el extremo distante
grotesco hasta en la silueta
el rostro del nuevo amante
detrás de una servilleta…
Sacudí a mi compañero:
–Pierrot –le grité– repara
¡escudriña aquella cara
vecina a ese caballero!
Y a mis voces de algazara
volvieron todos de frente
y nos faltó tiempo para
medirnos rápidamente.
Luego – Señor, qué divina
escena en ruido y tropel –
–¡Pierrot! – grita Colombina
–¡Colombina! – grita él.
El galán, cuyo papel
airoso decae bastante,
se interpone blasfemante
y yo acudo a la razón,
y al jolgorio de la fiesta
va a unirse la trapatiesta
del diminuto salón…
Una escena de balumba
– ¡Pierrot! – ¡Colombina! ¡Tú!...
(¡y el galán que siente su
decepción y su fracaso!)
Luego una fuente que zumba,
más tarde el zumbar de un vaso…
y ya armada la querella
el tremolar de una silla
el volar de una botella
y el adiós de la vajilla…
–¡Maravilla! ¡Maravilla!
Todo, decididamente,
era un rasgo sin igual,
¡por algo hay un esplendente
domingo de carnaval!
¡era noche de aventuras,
era una noche divina,
la figura de las figuras
de Pierrot y Colombina!
¡Por ellos todo! Qué bello
remendar su viejo afán
de amores…
Y loco en ello
fui a retorcer por el cuello
al incógnito galán…
Y el galán, a quien así
por bajo de la barbilla,
irguiéndose sobre sí
por no moler más vajilla
comenzó a molerme a mí…
Fue una lucha detestable,
¡cual se portó el miserable
valido de su poder!
¡Aun Colombina, la fina
silueta de Colombina,
optó por desaparecer!
Y mientras yo desvahido
de mi suerte blasfemaba
bajo el rencor del bandido,
¿Pierrot estaba?... ¡No estaba!
¡Pero yo estaba molido!...
CARNAVAL DE LA RIOJA (CHAQUEÑO PALAVECINO)
los bombos bien estiraos
es que se viene la chaya
riojana con el pujllay
los changos y las chinitas
las calles sean han adornao
con ramilletes de albahaca
con el muñeco ladeao.
Las pacotas a caballo
recorren por la ciudad
entonando vidalitas
y coplas pa’l carnaval
coronación en los barrios
salen todos a jugar
agua falta pa’ beberla
pero sobra pa’ chayar.
Así es la chaya riojana
como ella no hay igual
el que quiera conocerla
que venga pa’l carnaval
ahí verán lo que es mi tierra
y su forma de chayar
y después saldrá cantando
esta copla popular.
Vamos a la plaza
ay! vidalita que hay mucho que ver
que se casa un hombre
ay! vidalita con una mujer
con una mujer
ay! vidalita por el carnaval
por el carnaval
ay! vidalita que se va a acabar
que se va a acabar
ay! vidalita pa’l año cabal.
ADIÓS CARNAVAL (ARIEL ROT-ENRIQUE BUNBURY)
Me entregué a tus pies
A tu cabeza también
Me arrastre todo un verano, persiguiéndote.
Hice de chico malo, de perrito fiel
De gato sobre el tejado
Me dijiste “no way”
Me costó poco aprender que bajo se puede caer
Y cuando acabo la lección no quedaba nada,
Nada a salvo a mí alrededor.
Adiós carnaval,
Me tapas los ojos con tu pañuelo rojo y te vas
Disfrazada de alegría hasta el infierno me iría
Detrás tuyo una y mil veces más.
Adiós carnaval
El instinto me hace señas pero se que ya no hay vuelta atrás
Uno sabe lo que hace cuando empieza este viaje
Detrás de tuyo una y mil veces más.
Me entregué a tus pies
Me prendí fuego otra vez
Y cuando me mandaste al frente
Yo entendí todo al revés
Hice de chico malo, de poeta cruel
Sacado y trastornado
Me dijiste “no way”.
Me costó poco aprender que bajo se puede caer
Y cuando acabo la lección no quedaba nada,
Nada a salvo a mí alrededor.
Adiós carnaval,
Me tapas los ojos con tu pañuelo rojo y te vas
Disfrazada de alegría hasta el infierno me iría
Detrás tuyo una y mil veces más.
Adiós carnaval
El instinto me hace señas pero se que ya no hay vuelta atrás
Uno sabe lo que hace cuando empieza este viaje
Detrás tuyo una y mil veces más.
A tu cabeza también
Me arrastre todo un verano, persiguiéndote.
Hice de chico malo, de perrito fiel
De gato sobre el tejado
Me dijiste “no way”
Me costó poco aprender que bajo se puede caer
Y cuando acabo la lección no quedaba nada,
Nada a salvo a mí alrededor.
Adiós carnaval,
Me tapas los ojos con tu pañuelo rojo y te vas
Disfrazada de alegría hasta el infierno me iría
Detrás tuyo una y mil veces más.
Adiós carnaval
El instinto me hace señas pero se que ya no hay vuelta atrás
Uno sabe lo que hace cuando empieza este viaje
Detrás de tuyo una y mil veces más.
Me entregué a tus pies
Me prendí fuego otra vez
Y cuando me mandaste al frente
Yo entendí todo al revés
Hice de chico malo, de poeta cruel
Sacado y trastornado
Me dijiste “no way”.
Me costó poco aprender que bajo se puede caer
Y cuando acabo la lección no quedaba nada,
Nada a salvo a mí alrededor.
Adiós carnaval,
Me tapas los ojos con tu pañuelo rojo y te vas
Disfrazada de alegría hasta el infierno me iría
Detrás tuyo una y mil veces más.
Adiós carnaval
El instinto me hace señas pero se que ya no hay vuelta atrás
Uno sabe lo que hace cuando empieza este viaje
Detrás tuyo una y mil veces más.
FIESTA (JOAN MANUEL SERRAT)
Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
Y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
y banderas de papel
verdes, rojas y amarillas.
Y al darles el sol la espalda
revolotean las faldas
bajo un manto de guirnaldas
para que el cielo no vea,
en la noche de San Juan,
cómo comparten su pan,
su mujer y su gabán,
gentes de cien mil raleas.
Apurad
que allí os espero si queréis venir
pues cae la noche y ya se van
nuestras miserias a dormir.
Vamos subiendo la cuesta
que arriba mi calle
se vistió de fiesta.
Y hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
abrazando (magreando) a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre vuelve al portal,
la zorra rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.
recogieron las basuras
de mi calle, ayer a oscuras
y hoy sembrada de bombillas.
Y colgaron de un cordel
de esquina a esquina un cartel
y banderas de papel
verdes, rojas y amarillas.
Y al darles el sol la espalda
revolotean las faldas
bajo un manto de guirnaldas
para que el cielo no vea,
en la noche de San Juan,
cómo comparten su pan,
su mujer y su gabán,
gentes de cien mil raleas.
Apurad
que allí os espero si queréis venir
pues cae la noche y ya se van
nuestras miserias a dormir.
Vamos subiendo la cuesta
que arriba mi calle
se vistió de fiesta.
Y hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
abrazando (magreando) a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre vuelve al portal,
la zorra rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.
Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta.
PABLO COMO ARLEQUÍN - PABLO PICASSO
PIERROT Y ARLEQUÍN - PAUL CÉZANNE
EL CARNAVAL DEL ARLEQUÍN - JOAN MIRÓ
Las máscaras venecianas, resurgidas como emblema del carnaval, tienen una larga historia debido al misterio de ocultar la identidad y propiciar el juego del camuflaje. En Venecia se construyen a partir moldes de papel maché decorados con pieles, tejidos, joyas y plumas.
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