4.3.14

ESTRELLAS



EN DOS LUCIENTES ESTRELLAS (LUIS DE GÓNGORA)
En dos lucientes estrellas,
Y estrellas de rayos negros, 
Dividido he visto el Sol
En breve espacio de cielo. 

El luciente oficio hacen
De las estrellas de Venus, 
Las mañanas como el alba, 
Las noches como el lucero, 

Las formas perfilan de oro, 
Milagrosamente haciendo, 
No las bellezas oscuras, 
Sino los oscuros bellos; 

Cuyos rayos para él
Son las llaves de su puerto, 
Si tiene puertos un mar
Que es todo golfos y estrechos. 

Pero no son tan piadosos, 
Aunque sí lo son, pues vemos
Que visten rayos de luto
Por cuantas vidas han muerto.
CINCO ESTRELLAS (ATTAQUE 77)
Eran 5 hermanos que decían quiero ir a las estrellas.
Y los padres les decían que tal vez ellos irían
siempre que primero terminaran los deberes de la escuela.
El primero no quería nada de eso,
solo las estrellas.
Y las vio bien grandes cuando el padre
(atiendan el detalle) lo agarró a patadas
y lo echó derecho viejo pa' la calle.
El segundo se fue para Hollywood a trabajar de mozo,
en un bar donde comían
siempre muchas de las grandes estrellas de cine,
como Linda Blair y como Charles Bronson.
El tercero se hizo comisario y le pusieron una estrella,
reluciente en la solapa de su clásica chaqueta.
Y con el tiempo se olvido de las estrellas y de los planetas.
El cuarto de los hermanos estudio para ser arquitecto.
Y gracias a tres botellas, consiguió salir electo.
En la licitación para el proyecto
de un hotel de 5 estrellas.
El menor el quinto era distinto,
no quería, no podía,
no sabia conformarse con estrellas de mentira
y hoy acaba de mandar una postal desde las tres Marías.
Eran cinco hermanos que decían quiero ir a las estrellas..


HIMNO A LAS ESTRELLAS (FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS)
A vosotras, estrellas, 
alza el vuelo mi pluma temerosa, 
del piélago de luz ricas centellas; 
lumbres que enciende triste y dolorosa 
a las exequias del difunto día, 
güérfana de su luz, la noche fría; 

ejército de oro, 
que por campañas de zafir marchando, 
guardáis el trono del eterno coro 
con diversas escuadras militando; 
Argos divino de cristal y fuego, 
por cuyos ojos vela el mundo ciego; 

señas esclarecidas 
que, con llama parlera y elocuente, 
por el mudo silencio repartidas, 
a la sombra servís de voz ardiente; 
pompa que da la noche a sus vestidos, 
letras de luz, misterios encendidos; 

de la tiniebla triste 
preciosas joyas, y del sueño helado 
galas, que en competencia del sol viste; 
espías del amante recatado, 
fuentes de luz para animar el suelo, 
flores lucientes del jardín del cielo, 

vosotras, de la luna 
familia relumbrante, ninfas claras, 
cuyos pasos arrastran la Fortuna, 
con cuyos movimientos muda caras, 
árbitros de la paz y de la guerra, 
que, en ausencia del sol, regís la tierra; 

vosotras, de la suerte 
dispensadoras, luces tutelares 
que dais la vida, que acercáis la muerte, 
mudando de semblante, de lugares; 
llamas, que habláis con doctos movimientos, 
cuyos trémulos rayos son acentos; 

vosotras, que, enojadas, 
a la sed de los surcos y sembrados 
la bebida negáis, o ya abrasadas 
dais en ceniza el pasto a los ganados, 
y si miráis benignas y clementes, 
el cielo es labrador para las gentes; 

vosotras, cuyas leyes 
guarda observante el tiempo en toda parte, 
amenazas de príncipes y reyes, 
si os aborta Saturno, Jove o Marte; 
ya fijas vais, o ya llevéis delante 
por lúbricos caminos greña errante, 

si amasteis en la vida 
y ya en el firmamento estáis clavadas, 
pues la pena de amor nunca se olvida, 
y aun suspiráis en signos transformadas, 
con Amarilis, ninfa la más bella, 
estrellas, ordenad que tenga estrella. 

Si entre vosotras una 
miró sobre su parto y nacimiento 
y della se encargó desde la cuna, 
dispensando su acción, su movimiento, 
pedidla, estrellas, a cualquier que sea, 
que la incline siquiera a que me vea. 

Yo, en tanto, desatado 
en humo, rico aliento de Pancaya, 
haré que, peregrino y abrasado, 
en busca vuestra por los aires vaya; 
recataré del sol la lira mía 
y empezaré a cantar muriendo el día. 

Las tenebrosas aves, 
que el silencio embarazan con gemido, 
volando torpes y cantando graves, 
más agüeros que tonos al oído, 
para adular mis ansias y mis penas, 
ya mis musas serán, ya mis sirenas.

BAJO UN CIELO DE ESTRELLAS (ENRIQUE FRANCINI - HÉCTOR STAMPONI)

VERSIÓN ALBERTO PODESTÁ

VERSIÓN CACHO CASTAÑA Y ADRIANA VARELA

Mucho tiempo después de alejarme,
vuelvo al barrio que un día dejé...
con el ansia de ver por sus calles
mis viejos amigos, el viejo café.
En la noche tranquila y oscura
hasta el aire parece decir:
"No te olvides que siempre fui tuya
y sigo esperando que vuelvas a mí".

En esta noche vuelvo a ser
aquel muchacho soñador
que supo amarte y con sus versos
te brindó sus penas...
Hay una voz que me dice al oído :
"Yo sé que has venido
por ella... por ella !".
Qué amable y qué triste es a la vez
la soledad del arrabal
con sus casitas y los árboles que pintan sombras.
Sentir que todo... que todo la nombra,
¡qué ganas enormes me dan de llorar!

Bajo el cielo cubierto de estrellas
una sombra parezco al pasar...
No he de verme jamás con aquella
¡qué tanto mi quiso... y hoy debo olvidar!
En la noche tranquila y oscura
hasta el aire parece decir:
"Para qué recordar que fui tuya
si yo ya no espero que vuelvas a mí!".



PROMESA A LAS ESTRELLAS (GABRIELA MISTRAL)

Ojitos de las estrellas
abiertos en un oscuro
terciopelo: de lo alto,
¿me veis puro?

Ojitos de las estrellas,
prendidos en el sereno
cielo, decid: desde arriba,
¿me veis bueno?

Ojitos de las estrellas,
de pestañitas inquietas,
¿por qué sois azules, rojos
y violetas?

Ojitos de la pupila
curiosa y trasnochadora,
¿por qué os borra con sus rosas
la aurora?

Ojitos, salpicaduras
de lágrimas o rocío,
cuando tembláis allá arriba,
¿es de frío?

Ojitos de las estrellas,
fijo en una y otra os juro
que me habéis de mirar siempre,
siempre puro.

POLVO DE ESTRELLAS (JORGE DREXLER)


"¿Que hay en una estrella? Nosotros mismos.
Todos los elementos de nuestro cuerpo y del planeta
estuvieron en las entrañas de una estrella.
Somos polvo de estrellas."
ERNESTO CARDENAL, "Cántico Cósmico"

Vale
Una vida lo que un sol
Una vida lo que un sol
Vale
Se aprende en la cuna,
se aprende en la cama,
se aprende en la puerta de un hospital.
Se aprende de golpe,
se aprende de a poco y a veces se aprende recién al final
Toda la gloria es nada
Toda vida es sagrada
Una estrellita de nada
en la periferia
de una galaxia menor.
Una, entre tantos millones
y un grano de polvo girando a su alrededor
No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas.

Vale
Una vida lo que un sol
Una vida lo que un sol
Vale

Se aprende en la escuela,
se olvida en la guerra,
un hijo te vuelve a enseñar.
Está en el espejo,
está en las trincheras, parece que nadie parece notar
Toda victoria es nada
Toda vida es sagrada
Un enjambre de moléculas
puestas de acuerdo
de forma provisional.
Un animal prodigioso
con la delirante obsesión de querer perdurar
No dejaremos huella,
sólo polvo de estrellas.


LOS CONTADORES DE ESTRELLAS (DÁMASO ALONSO)
Yo estoy cansado.

Miro esta ciudad
—una ciudad cualquiera—
donde ha veinte años vivo. 
Todo está igual. 

Un niño
inútilmente cuenta las estrellas
en el balcón vecino. 
Yo me pongo también... 

Pero él va más deprisa: 
no consigo alcanzarle: 
Una, dos, tres, cuatro, cinco... 
No consigo alcanzarle. 
Una, dos ... 
tres... 
cuatro... 
cinco…

POLVO DE ESTRELLAS (LA UNIÓN)
Sé que tú y yo no somos igual
 nunca traté de ser como tú
 pero llevamos dentro parte del universo
 polvo de estrellas en conexión.
 Dame tu risa, siente mi alma,
 vierte tu llanto sobre mi cara
 despierta a la vida, llena la mía
 llena de luz.
 Nunca sabré qué te hace llorar
 nunca sabrás qué siento por ti
 si en vez de hablar de ello sólo 
 hay silencio,
 nadie te ha visto, estrella fugaz.
 Dime tus miedos, dime tus ansias
 qué es lo que escondes
 bajo la almohada,
 despierta a la vida, llena la mía
 llena de luz.
 Déjate llevar, déjate llevar
 porque hay polvo de estrellas alrededor.
 Dime tus miedos, dime tus ansias
 qué es lo que escondes
 bajo la almohada,
 despierta a la vida, llena la mía
 llena de luz.
 Dame tu risa, siente mi alma,
 vierte tu llanto sobre mi cara
 despierta a la vida, llena la mía
 llena de luz.

ESTRELLAS FIJAS EN UN CIELO BLANCO...(OSCAR HAHN)
Estrellas fijas en un cielo blanco, 
son los bellos sonetos pues no giran 
en torno de orbe alguno 
ni han rotado sus densas masas de catorce cifras 

No reflejan la luz del sol tampoco 
pero irradian su propia luz de adentro 
Y en el albor parecen en reposo 
o muertos cuyas tumbas son sus cuerpos 

Y sin embargo las estrellas fijas 
a veces bienhechoras o malignas 
siempre de harta energía están cargadas 

Y aunque hace miles de años extinguidas 
su fulgor todavía nos alcanza 
sea por vista o por astrología
BAJA DE LAS ESTRELLAS - VILLANCICO (SAN ALFONSO)
VERSRIÓN EN ESPAÑOL POR ANDREA BOCELLI)
Baja de las estrellas
Oh Rey del Cielo
Vienes en una gruta
Al frío y al hielo
Vienes en una gruta
Al frío y al hielo

Oh niñito mío divino
Yo te veo aquí a temblar
Oh Dios beato
Ah cuanto te costó
Haberme amado
Ah cuanto te costó
Haberme amado

A ti que eres del mundo
El Creador
Faltan vestido y fuego
Oh, mi señor
Faltan vestido y fuego
Oh mi señor

Nuestro elegido, nuestro niñito
Cuanta pobreza, cuanta humildad
Me inspira amor para ti
Luego el amor te hizo
Aún más pobre
Luego el amor te hizo
Aún más pobre.


UN POEMA A LAS ESTRELLAS (ELENA ORTIZ MUÑIZ)


Hoy escribo en honor a las estrellas:
inquietas lucecitas eternas y bellas, 
sinónimo de sueños, de ambiciosas metas, 
de cosas hermosas y amor celestial. 
¿Qué sería de la vida si no existieran ellas? 
sin esos diamantes de divino fulgor
que salpican el cielo de gotitas luminosas
y tejen ilusiones en interminable labor. 
Traviesas grageas de perenne brillo, 
que en laboriosa obra llena de minuciosidad
bordan constelaciones y delinean con destellos
el fabuloso tapete celestial. 
Emiten mensajes de significado oculto
que solo los astrólogos logran descifrar, 
al tiempo que protagonizan los libros de cuentos
al lado de hadas, princesas y uno que otro zar. 
Su delicada figura pretenden copiar
joyeros expertos que en oro y plata la intentan forjar
costureros consumados que en telas la bordan, 
dibujantes expertos que la reinventan con estilizadas y artísticas formas. 
Manos pequeñas llenas de ingenuidad que con inseguras líneas
trazan contornos con trémula precisión. 
La colorean con furiosas líneas encontradas, 
vagando en cualquier dirección, 
llenas de diamantina, soberbias, brillantes, 
para decorar su habitación. 
Estrella. Solo ella puede ser el nombre perfecto de una mujer. 
Dominando el cielo tanto como el mar. 
Quimera de ilusiones, musa de artistas creadores, parpadeante centella, esperanza
nuestra, mapa del vagabundo y faro de nuestro mundo. 
¿Y qué decir de la estrella de Belén? 
Guía indiscutible de la pareja divina que con su presencia e infinita luz, 
pudo dar vida, en esa noche llena de quietud, a la esperanza de la salvación. 
La historia de la humanidad no sería la misma sin su intervención. 
Por eso, en la vida de toda persona, más allá de la rutina diaria, 
está ese deseo latente punzando insistente
de hacer que nuestra vida deslumbre con magia
y posea un resplandor semejante al de esa luz parpadeante. 
Pues hasta los niños sueñan que al crecer, 
logren en su existencia llegar a ser
grandes como papá, aventureros como piratas en el mar
y brillantes, tan brillante como debe ser, una estrella terrenal.
CASPA DE ESTRELLAS (CHARLY GARCÍA)
INSTRUMENTAL


NÚMEROS (PEDRO SALINAS)
Tenías abecedario 
innumerable de estrellas;
clara 
ibas poniendo la letra,
noche de agosto. 
Pero yo, sin entenderla,
misterio, no la quería. 
Aquí en la mesa de al lado
dos hombres echaban cuentas.
Más bellas que los luceros
fúlgidas, cifras y cifras,
cruzaban por el silencio,
puras estrellas errantes,
señales de suerte buena 
con largas caudas de ceros. 
Y yo me quedé mirándolas: 
-iqué constelación perfecta
tres por tres nueve!- olvidado
de Ariadna, desnuda allí
en islas del horizonte. 
MI ESTRELLA (LEÓN GIECO)
Yo soy de seguir mi estrella,
soy la lluvia de mi siembra,
mi veleta marca el viento por mí.

Si retorna un pensamiento
que se ha pasado del destino,
no lo dejo en el camino penar.

Te comparto mis canciones,
mis aciertos y mis errores,
soy vulnerable a todo este amor.

Si desato una cadena,
es por dentro, no es por fuera,
son mis alas que me piden volar,
por volar, por volar y volar.

Y a las puertas que se cierran
yo no soy de pretenderlas,
que se abran porque sí, a mis pies.

Y si algún quebranto estalla
lo humedezco en mi garganta,
y hecho canto, hecho lágrima se irá.

Te comparto mis canciones,
esperanzas, desilusiones,
soy vulnerable a todo este amor.

Y si suelto las amarras
en la libertad del alma
son mis velas que preguntan por mar,
por el mar, por el mar, por el mar.

Aplausos y melodías
que en mis abrazos se me eternizan,
soy tu voz que canta con la mía.

Y agradezco a las mañanas
que me dan nuevas batallas,
con la vida a mí me alcanza para andar,
y andar, y andar por el mar, y volar,
y volar por el mar, y andar.

NUESTRA GALAXIA (JORGE GUILLÉN)
Pálida, nuestra galaxia:
Tantos y tantos luceros
Por su camino de mesta
Parecen y son borregos.
Con sus polvaredas manchan
Noches perdidas muy lejos.

Qué importa a la Creación
Galaxia de más o menos
Si la soledad es tan
Densa como el universo.

Soledades fogueadas,
Ruidillos de recovecos,
En un rincón de fortuna
Seres ya de pensamiento,
Que entre esperanza y temor
Llegan a sentirse eternos.

Ayudadnos, oh deidades,
A urbanizar el modesto,
Modestísimo suburbio
De los hombres.

                                         Y querednos.
NOCHE ESTRELLADA - VINCENT VAN GOGH
NOCHE ESTRELLADA EN EL RÓDANO - VINCENT VAN GOGH
NOCHE MÁGICA - GRACIELA BELLO














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