ESTE GIF DE MAFALDA ILUSTRA LA CÉLEBRE LEYENDA JAPONESA SAN SARU DE LOS TRES MONOS SABIOS O MÍSTICOS: QUE SUGIERE QUE PARA LLEGAR A LA SABIDURÍA HAY QUE NEGARSE A: ESCUCHAR MALDADES, A DECIR MALDADES Y A VER MALDADES.
REGALO (LEONARD COHEN)
Me dices que el silencio
está más cerca de la paz que los poemas,
pero si como un regalo
yo te ofreciera el silencio
(porque yo sé lo que es el silencio)
tu dirías
"Esto no es el silencio
es otro poema"
y me lo devolverías.
A CALLARSE (PABLO NERUDA)
RECITADO POR ISMAEL SERRANO
Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.
Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.
Sería un minuto fragante
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en una inquietud instantánea.
Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.
Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.
No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.
Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.
Ahora contaré hasta doce
y tú te callas y me voy.
POEMA 15 (PABLO NERUDA)
CANTADO POR MERCEDES SOSA
LEÍDO POR SU AUTOR
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
EL SILENCIO (FEDERICO GARCÍA LORCA)
Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.
DE QUÉ CALLADA MANERA (NICOLÁS GUILLÉN)
CANTADO POR PABLO MILANÉS
VERSIÓN DE PASIÓN VEGA
VERSIÓN DE ANA BELÉN Y DAVID AGUILA
¡De que callada manera
Se me adentra usted sonriendo,
Como si fuera la primavera!
(Yo, muriendo).
Y de que modo sutil
Me derramó en la camisa
Todas las flores de abril.
¿Quién le dijo que yo era
Risa siempre, nunca llanto,
Como si fuera
La primavera?
(No soy tanto).
En cambio, ¡qué espiritual
Que usted me brinde una rosa
De su rosal principal!
De que callada manera
Se me adentra usted sonriendo,
Como si fuera la primavera
(Yo, muriendo)
EL SILENCIO (FRANCISCO LUIS BERNARDEZ)
No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.
No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.
Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,
sentirás el latido enamorado
con que tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.
No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.
Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,
sentirás el latido enamorado
con que tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo.
TODO POR DECIR (IRMA CUÑA)
Y callando.
Fatiga
desaliento
aliento
del desastre.
Y no querer decir
en el vacío
no urdir nada.
Silencio
del adentro.
Sólo un vaivén
respiratorio
circulatorio
en la piel
del mundo
ilocutorio.
Y todo por decir...
Quién lo diría.
SILENCIO (CARLOS GARDEL)
Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme.
La ambición descansa.
Meciendo una cuna,
una madre canta
un canto querido
que llega hasta el alma,
porque en esa cuna,
está su esperanza.
Eran cinco hermanos.
Ella era una santa.
Eran cinco besos
que cada mañana
rozaban muy tiernos
las hebras de plata
de esa viejecita
de canas muy blancas.
Eran cinco hijos
que al taller marchaban.
Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme,
la ambición trabaja.
Un clarín se oye.
Peligra la Patria.
Y al grito de guerra
los hombres se matan
cubriendo de sangre
los campos de Francia.
Hoy todo ha pasado.
Renacen las plantas.
Un himno a la vida
los arados cantan.
Y la viejecita
de canas muy blancas
se quedó muy sola,
con cinco medallas
que por cinco héroes
la premió la Patria.
Silencio en la noche.
Ya todo está en calma.
El músculo duerme,
la ambición descansa...
Un coro lejano
de madres que cantan
mecen en sus cunas,
nuevas esperanzas.
Silencio en la noche.
Silencio en las almas...
SILENCIOS (JORGE DEBRAVO)
Muere un amor en mitad de la esperanza
Y un silencio sepulta su cadáver de pájaro.
Sangra una niña herida sobre un lecho lúbrico
Y un silencio se esconde entre los trapos.
Degüellan un muchacho en una patria
Y un silencio se oculta en sus zapatos.
Cogen la libertad, la escupen, la desangran,
Y un silencio terrible cierra los campanarios.
Alguien pone candados en los libros
Y un silencio se aprieta en los armarios.
Fusilan un patriota en un rincón oscuro
Y un silencio se fuga sobre los techos blancos.
Un millón de niñitos se nos muere de hambre
Y un silencio se duerme contemplándolos.
20 DE ENERO (LA OREJA DE VAN GOGH)
Pensé que era un buen momento, por fin se hacía realidad, tanto oír hablar de tu silencio, dicen que te arrastra como el mar. Llené de libros mi maleta, también de fotos tuyas de antes, dibujé tu sonrisa junto a la mía, me dormí con tu abrigo en el sofá Quiero estar a tu lado, quiero mirarte y sentir, quiero perderme esperando, yo quiero quererte o morir... Y en el momento que vi tu mirada buscando mi cara, la madrugada del 20 de enero saliendo del tren, me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida, y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer Cogí un tren que no dormía, y vi tu cara en un cristal, Era un reflejo del sol de mediodía, era un poema de amor, para viajar Quiero estar a tu lado quiero mirarte y sentir, quiero perderme esperando, yo quiero quererte o morir... Te perdí y no te perderé nunca más te dejaré Te busqué, muy lejos de aquí (de aquí) te encontré pensando en mí En el momento que vi tu mirada buscando mi cara, la madrugada del 20 de enero saliendo del tren, me pregunté que sería sin ti el resto de mi vida, y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer |
EL SILENCIO REDONDO DE LA NOCHE (FEDERICO GARCÍA LORCA)
El silencio redondo de la noche
Sobre el pentagrama
Del infinito.
Yo me salgo desnudo a la calle,
Maduro de versos
Perdidos.
Lo negro, acribillado
Por el canto del grillo,
Tiene ese fuego fatuo,
Muerto,
Del sonido.
Esa luz musical
Que percibe
El espíritu.
Los esqueletos de mil mariposas
Duermen en mi recinto.
Hay una juventud de brisas locas
Sobre el río.
LA SILENCIOSA (JAIRO)
Honda bruma de silencio la empezó a cercar,
y un día al pairo se quedó,
en las ondas aguas sin retorno de ese mar
que su mirada anegó.
Sus caricias que eran mías no volvieron más
del profundo exilio de la soledad.
De que ausencias callarían con su corazón,
de que cenizas del amor,
que partidas tristes o recuerdos sin pasión,
que vigilia del dolor.
Se escondía, le dolía la vida al fin,
la melancolía que deja el vivir.
Silenciosa deshojaba hebra a hebra la quietud.
Sobre su regazo que habitaba la humildad,
en sus manos tibias que hilaron la luz.
Con agujas de suspiros se ponía a tejer,
aquellos recuerdos de madre y mujer.
Han pasado muchos años, pero sigue en mí,
y le he empezado a comprender
esas fugas suyas donde no reconocí,
la mordaza de querer.
Madre mía, sangre mía, de su amor mamé,
y hasta me sorprendo pareciéndome.
Mi silencio y su silencio van buscándose,
ser silencioso no es callar.
Con los años uno aprende a saber decir,
toda el alma sin hablar
Tallo arriba, va la vida, creciendo feliz,
mientras uno va volviéndose raíz.
SILENCIO (OCTAVIO PAZ)
Así como del fondo de la música
Brota una nota
Que mientras vibra crece y se adelgaza
Hasta que en otra música enmudece,
Brota del fondo del silencio
Otro silencio, aguda torre, espada,
Y sube y crece y nos suspende
Y mientras sube caen
Recuerdos, esperanzas,
Las pequeñas mentiras y las grandes,
Y queremos gritar y en la garganta
Se desvanece el grito:
Desembocamos al silencio
En donde los silencios enmudecen.
LA PALABRA DICHA (OCTAVIO PAZ)
La palabra se levanta
De la página escrita.
La palabra,
Labrada estalactita,
Grabada columna,
Una a una letra a letra.
El eco se congela
En la página pétrea.
Ánima,
Blanca como la página,
Se levanta la palabra.
Anda
Sobre un hilo tendido
Del silencio al grito,
Sobre el filo
Del decir estricto.
El oído: nido
O laberinto del sonido.
Lo que dice no dice
Lo que dice: ¿cómo se dice
Lo que no dice?
Di
Tal vez es bestial la vestal.
Un grito
En un cráter extinto:
En otra galaxia
¿Cómo se dice ataraxia?
Lo que se dice se dice
Al derecho y al revés.
Lamenta la mente
De menta demente:
Cementerio es sementero,
Simiente no miente.
Laberinto del oído,
Lo que dices se desdice
Del silencio al grito
Desoído.
Inocencia y no ciencia:
Para hablar aprende a callar.
LE TENGO RABIA AL SILENCIO (ATAHUALPA YUPANQUI)
Le tengo rabia al silencio
por todo lo que perdí.
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo,
Y en la selva me metí,
Y sentí que un gran silencio
Crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
Cuando canto el yaraví,
Y lo mejor de mi canto
Se queda dentro de mí.
Cuando el amor me hizo señas,
Todo entero me encendí.
Y a fuerza de ser callado,
Callado me consumí.
Le tengo rabia al silencio
Por todo lo que perdí,
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz
por todo lo que perdí.
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz.
Un día monté a caballo,
Y en la selva me metí,
Y sentí que un gran silencio
Crecía dentro de mí.
Hay silencio en mi guitarra
Cuando canto el yaraví,
Y lo mejor de mi canto
Se queda dentro de mí.
Cuando el amor me hizo señas,
Todo entero me encendí.
Y a fuerza de ser callado,
Callado me consumí.
Le tengo rabia al silencio
Por todo lo que perdí,
Que no se quede callado
Quien quiera vivir feliz
ESTA VIDA EN SILENCIO (JORGE DEBRAVO)
Esta vida en silencio
En la sombra desnuda.
Cayendo, meditando,
De machacada y ebria se hace pura.
Flotas tú restregada
En el tronco y el nervio.
Blancos se abren tu voz,
El viento, el alma,
Porque esta vida es un milagro abierto.
THE SOUNDS OF SILENCE (SIMON AND GARFUNKEL)
SUBTITULADA
LOS SONIDOS DEL SILENCIO VERSIÓN ESPAÑOL SERGIO DENIS
VERSIÓN
ORIGINAL EN INGLÉS
|
TRADUCCIÓN
EN ESPAÑOL
|
Hello darkness, my old friend,
I've come to talk with you again.
Because a vision softly creeping
Left its seeds while I was sleeping.
And the vision that was planted in my brain
Still remains within the sounds of silence.
In restless dreams I walked alone
Narrow streets of cobblestone,
'Neath the halo of a street lamp
I turned my collar to the cold and damp
When my eyes were stabbed
By the flash of the neon light, that split the
night
And touch the sounds of silence.
And in the naked light I saw
Ten thousand people, maybe more.
People talking without speaking,
People hearing without listening.
People writing songs that voices never share
And no one dared disturb the sounds of silence.
'Fools,' said I, 'you do not know
Silence like a cancer grows.
Hear my words that I might teach you,
Take my arms that I might reach you.
'But my words like silent raindrops fell,
And echoed in the wells of silence.
And the people bowed and prayed
To the neon god they made.
And the sign flashed out its warning
In the words that it was forming.
And the signs said, the words of the prophets
Are written on the subway walls and tenement
halls.
And whispered in the sounds of silence.
|
Hola oscuridad, mi vieja amiga,
He venido a hablar contigo otra
vez.
Porque una visión arrastrándose
suavemente
Dejó sus semillas mientras estaba
durmiendo.
Y la visión que fue plantada en mi
cerebro
Todavía permanece dentro de los
sonidos del silencio.
En sueños sin descanso caminé solo
Por estrechas calles de empedrado,
Debajo del halo de una luminaria
Me levanté el cuello (de la prenda
de vestir) al frío y la humedad
Cuando mis ojos fueron apuñalados
Por el flash de la luz de neón, que
resquebraja la noche
Y acaricia los sonidos del
silencio.
Y en la luz desnuda ví
Diez mil personas, quizás más.
Gente hablando sin conversar,
Gente oyendo sin escuchar.
Gente escribiendo canciones que las
voces jamás compartirán
Y nadie osó molestar a los sonidos
del silencio.
'Tontos,' dije, 'no saben
Que el silencio es como el
crecimiento de un cáncer.
Escuchen mis palabras que podría
enseñarles,
Tomen mis brazos que podría
alcanzarlos.
'Pero mis palabras como silenciosas
gotas de lluvia cayeron,
E hicieron eco en los pozos del
silencio.
Y la gente se inclinó y rezó
Al dios de neón que crearon.
Y el cartel encendió su advertencia
Con las palabras que estaba
formando.
Y los carteles decían que las
palabras de los profetas
Están escritas en las paredes del
subterráneo y en los conventillos.
Y murmuradas en los sonidos del
silencio
|
EL SILENCIO PESADO (EUGENIO DE NORA)
EL silencio pesado,
la música, y el tiempo que hace ahí fuera
la gente de las calles con uniforme o luto,
las cicatrices que miro en tantas almas,
el sol rojizo iluminando cárceles,
ruinas, y ciertos muros, ah, ciertos terraplenes
en las que se incrustaron balas tibias con sangre,
con sorpresas de sangre visitada de pronto;
las condecoraciones , las banderas,
los hombres más providenciales, y los menos,
las noticias que no traen los periódicos,
y las otras interminables, infantiles,
anonadantes cosas de diferente especie,
me sitúan en mí, sin libertad posible,
como una oruga entre batallas:
no hay ojos, pies o manos,
palabras , violines,
con los que ver , tocar, pisar en firme,
escuchar un latido;
al combatido corazón de la vida,
sostenerse en el lomo de ballena furiosa
que revuelven las cosa que pasan.
Yo bien quisiera
hablar con voz más pura de la luna y las flores,
o descifrar en versos mágicos
el color de los ojos de la mujer que amo:
pero ahí está lo otro
un oleaje, una salva de aplausos y disparos,
el mar ronco por las calles.
Yo fui aquél que silenciosamente
besa las rosas y contempla el cielo:
amargos de odio, abiertos como heridas,
desfallecidos, de belleza aguda.
¡Aquí está el alma llena de cadenas,
el ciego sol sobre la mar sin nadie,
tanda espada de música en mi pecho!
Mirad la gente consumiendo vida:
el que trabaja, el que difiere en escupe:
todo lo dicho y más interminable.
Y entre tantos oficios yo soy aquél que mira,
aquél de quien se pide que atestigüe y declare.
EL silencio pesado,
la música, y el tiempo que hace ahí fuera
la gente de las calles con uniforme o luto,
las cicatrices que miro en tantas almas,
el sol rojizo iluminando cárceles,
ruinas, y ciertos muros, ah, ciertos terraplenes
en las que se incrustaron balas tibias con sangre,
con sorpresas de sangre visitada de pronto;
las condecoraciones , las banderas,
los hombres más providenciales, y los menos,
las noticias que no traen los periódicos,
y las otras interminables, infantiles,
anonadantes cosas de diferente especie,
me sitúan en mí, sin libertad posible,
como una oruga entre batallas:
no hay ojos, pies o manos,
palabras , violines,
con los que ver , tocar, pisar en firme,
escuchar un latido;
al combatido corazón de la vida,
sostenerse en el lomo de ballena furiosa
que revuelven las cosa que pasan.
Yo bien quisiera
hablar con voz más pura de la luna y las flores,
o descifrar en versos mágicos
el color de los ojos de la mujer que amo:
pero ahí está lo otro
un oleaje, una salva de aplausos y disparos,
el mar ronco por las calles.
Yo fui aquél que silenciosamente
besa las rosas y contempla el cielo:
amargos de odio, abiertos como heridas,
desfallecidos, de belleza aguda.
¡Aquí está el alma llena de cadenas,
el ciego sol sobre la mar sin nadie,
tanda espada de música en mi pecho!
Mirad la gente consumiendo vida:
el que trabaja, el que difiere en escupe:
todo lo dicho y más interminable.
Y entre tantos oficios yo soy aquél que mira,
aquél de quien se pide que atestigüe y declare.
VIDALA DEL SILENCIO (ATAHUALPA YUPANQUI)
Cierta vez en la mañana de un país de montañas
azules, miraba yo esas nubes pequeñas, que suelen
quedar como prendidas de las piedras en la mitad
del cerro. El aire, ausente. Mas arriba, un cielo azul,
abajo, la tierra dura, y cálida.
Alguien me dijo unas raras palabras refiriéndose
a esas nubecitas blancas, quizá lejanas ya, que
embellecían el paisaje...
Eso, que usted está mirando, no son nubes, amigo.
Yo creo que son vidalas olvidadas, esperando que
alguien comprenda su silencio, entienda su palabra,
intuya su canción.
Poco tiempo después de ese momento que no se puede
traducir cabalmente, porque está más allá de nuestro
entendimiento, nació la vidala del silencio.
azules, miraba yo esas nubes pequeñas, que suelen
quedar como prendidas de las piedras en la mitad
del cerro. El aire, ausente. Mas arriba, un cielo azul,
abajo, la tierra dura, y cálida.
Alguien me dijo unas raras palabras refiriéndose
a esas nubecitas blancas, quizá lejanas ya, que
embellecían el paisaje...
Eso, que usted está mirando, no son nubes, amigo.
Yo creo que son vidalas olvidadas, esperando que
alguien comprenda su silencio, entienda su palabra,
intuya su canción.
Poco tiempo después de ese momento que no se puede
traducir cabalmente, porque está más allá de nuestro
entendimiento, nació la vidala del silencio.
CALLEMOS (AMADO NERVO)
¡Cuánto, cuánto se habla
sin ton ni son; qué declamar perpetuo
de retóricas nulas!
¿No es mejor por ventura el silencio?
Que el ESPIRITU selle nuestra boca
con sus siete sellos,
y florezcan en paz nuestros enigmas...
¡Callemos, callemos!
¡Oh! la estéril balumba... ¡Y ser la VIDA
tan honda como es! ¡Ser el misterio
tan insondable! Triste afán de ruido
que mancilla lo ETERNO
que palpita en nosotros...
¡Callemos, callemos!
Los ángeles vendrán a reposarse
en las ramas del árbol mudo y quieto,
como divinos pájaros de nieve.
¡Hay tantas cosas que callar con ellos!
Debe callarse todo lo sublime,
todo lo excelso.
Hasta los nombres que a las cosas damos,
empañan el espejo
del SER, en que se mira
el ARQUETIPO, trémulo
de luz, de santidad y de pureza
¡Callemos, callemos!
En el callar hay posibilidades
sin límite, hay portentos
celestes, hay estrellas, más estrellas
que en todo el firmamento.
El alma y Dios se besan, se confunden
y son una sola alma en el inmenso
mar del éxtasis, manso, inalterable. . .
¡Callemos, callemos!
sin ton ni son; qué declamar perpetuo
de retóricas nulas!
¿No es mejor por ventura el silencio?
Que el ESPIRITU selle nuestra boca
con sus siete sellos,
y florezcan en paz nuestros enigmas...
¡Callemos, callemos!
¡Oh! la estéril balumba... ¡Y ser la VIDA
tan honda como es! ¡Ser el misterio
tan insondable! Triste afán de ruido
que mancilla lo ETERNO
que palpita en nosotros...
¡Callemos, callemos!
Los ángeles vendrán a reposarse
en las ramas del árbol mudo y quieto,
como divinos pájaros de nieve.
¡Hay tantas cosas que callar con ellos!
Debe callarse todo lo sublime,
todo lo excelso.
Hasta los nombres que a las cosas damos,
empañan el espejo
del SER, en que se mira
el ARQUETIPO, trémulo
de luz, de santidad y de pureza
¡Callemos, callemos!
En el callar hay posibilidades
sin límite, hay portentos
celestes, hay estrellas, más estrellas
que en todo el firmamento.
El alma y Dios se besan, se confunden
y son una sola alma en el inmenso
mar del éxtasis, manso, inalterable. . .
¡Callemos, callemos!
CALLO (FRANCO DE VITA)
Callo
que lo que no quiero es hacerte daño
y prometerte un mundo que no existe
Ya lo ves
Ni tú ni yo acabamos de nacer
y los dos sabemos como es esto del amor
Hoy estamos sin mañana
Callo
que lo que no quiero es hacerme daño
Ay, que este corazón no aguanta un desengaño más
que han sido tantas heridas por curar
Que de tanto dar y dar a cambio de na’
al final se queda solo
Callo porque la palabra no define
lo que llevo adentro
porque ni uno mismo es dueño de sus sentimientos
Un buen día todo cambia sin saber por qué
Callo
que al final de todo las palabras se las lleva el viento
y otra vez a solas con nuestros lamentos
Por eso lo que siento yo me lo callo
Callo
que lo que no quiero es hacernos daño
Que con el amor tú sabes que no se puede jugar
Hay amores que pueden matar
Y dejar al tiempo que nos diga la verdad
porque hoy estamos sin mañana
Callo porque la palabra no define
lo que llevo adentro
Porque ni uno mismo es dueño de sus sentimientos
y un buen día todo cambia sin saber por qué
Ay! callo
que al final de todo las palabras se las lleva el viento
Y otra vez a solas con nuestros lamentos
Por eso lo que siento yo me lo callo
Siento adentro yo, yo, yo me lo callo
Lo que siento me lo callo
Siento adentro yo, yo, yo me lo callo, oh, oh, oh, oh
Para no hacernos daño
Siento adentro yo, yo, yo me lo callo, oh, oh, oh, oh
Lo que siento aquí adentro yo me lo callo
Siento adentro yo, yo, yo me lo callo, oh, oh, oh, oh
Por que las palabras, las palabras se las lleva el viento
Se las lleva el viento
Oh, oh, oh me lo callo
Lo que siento me lo callo
BOCA MUDA (KETTY ALEJANDRINA LIS)
Boca muda
¿boca-fauces al acecho? no no muda muda labios en doma y aplanados brazos como las ramas de un sauce se confunden y beben la savia de sí mismos todo musgo las piernas. Impresiones digitales ¿lenguaje del código genético? ¿cifra de herencia de otras vidas? ni aquí ni allá somos un nombre solo un número o transparencia en clave. Corre Anikó, mi niña, corre y ofrécete a quien te ofrezca más porque tenemos hambre los circos con enanos y payasos aún no se inventaron eso vendrá más tarde cuando se canse el arte de decir que es para todos cuando óleos y esculturas sigan valiendo más que un desdichado nacido de hembra loba solitaria y madre andrajos por galas alisando el suelo un mar de sal la lengua de borrachos repletas las tabernas gritos a granel pechos y nalgas manoseados prodigio de cosechas en las eras en los feudos mendigos en los campos y mucho vino en jarras de hojalata atan con un cordón que dobla las esquinas la vida a la materia ¿Qué es lo real? ¿este rostro con nombre y número en su documento? ¿aquel otro que se cubrió con pieles de carnero o ese que bajando el puente levadizo de un castillo de Bretaña salía a cazar ciervos? ¿perteneció a algún clan luchando por el mismo ideal de William Wallace en las montañas de de la vieja Escocia? ¿aulló hasta quebrarse los dientes en la hoguera? ¿usó blusa de fino encaje? ¿gabán de terciopelo? ¿ayudó a preservar algunos alimentos? hilera de vasijas dádiva de frutas secas punta filo un puñal y la muerte negra y loca construyendo inexorable la explanada. - Metzadah, todo se ha perdido nada valió nada ni se purificó el desierto sólo hemos trazado un círculo engañoso donde duerme mi cuerpo entre otros cuerpos pero estoy aún aquí en la planicie guardando para mí y protegiendo la transparente belleza de tu aire - Todo es sueño soñado en la epidermis y por debajo el cauce es continuado y se deriva desde el tramo más caudal del precipicio. Velo tras velos se espesan y recubren hilos distintos para la misma urdimbre añorando la luz que fue el principio del principio la libertad perdida la inocencia. Volver la boca muda ¿para qué al acecho? miren tenemos todo aquí tenemos esta lluvia que corre por encima del rojo-lila-rojo negro-rojo derramándose en los cuartos a cielo abierto miren tenemos nada aquí y cómo se hace tierna tierra maternal ajusticiada contrapuesta al viaje de regreso entre un cielo de maleza y un oro de melaza y cómo se hace si los brazos-ramas hundidos en el tronco de los sauces bebiéndose las pestilentes aguas de ellos mismos van haciendo piruetas igual siglo tras siglo como si ayer siguiera siendo hoy hoy bóveda y sol en la misma curvatura el cielo y la idea de ese cielo el agua en alfabeto el alfabeto nadando sobre el agua ¿la carne es débil? ¿a quién se le ocurrió afirmar a manera de un axioma tamaña tontería? la carne es por completo frágil frente al tiempo él sí que se derrumba débil línea de flotación delgada hundida en el pasado sin palas ni semillas sin posibilidad alguna de cosechar las mieses. ¿Y cómo se hace sino dejar muda la boca ajustar tela adhesiva a los dos párpados y pesar como quien pesa un fardo el mar de sal de la agotada lengua? |
LA CANCIÓN DEL SILENCIO (LEÓN GIECO)
Silencio señores grandes
que despiertan los cuentos del parque
ellos esperan las nuevas risas
en las treinta vueltas de una calesita
ellos esperan las nuevas risas
sobre la esperanza llamada sortija
Silencio señores grandes
que despiertan las leyendas
tal vez pintadas o dibujadas
en el redondo borde de las plantas
tal vez pintadas o dibujas
en el vaiven solitario de una hamaca
El silencio no es una palabra
escrita sobre un pared
es una canción solitaria por el viento
que no se detiene en el medio de un infierno
es una canción solitaria por el viento
que no se detiene en el medio de un infierno
Silencio señores grandes
que despiertan las historias
adormecidas en los parques
debajo de un tobogán o un banco gris
adormecidas en los parques
cobijadas con un copo de maíz
Silencio señores grandes
que las dulces fabulas despiertan
ellas están acurrucadas
en el bostezo de una hormiga trasnochada
ellas están acurrucadas
en el vientre de un mordisco de manzana
que despiertan los cuentos del parque
ellos esperan las nuevas risas
en las treinta vueltas de una calesita
ellos esperan las nuevas risas
sobre la esperanza llamada sortija
Silencio señores grandes
que despiertan las leyendas
tal vez pintadas o dibujadas
en el redondo borde de las plantas
tal vez pintadas o dibujas
en el vaiven solitario de una hamaca
El silencio no es una palabra
escrita sobre un pared
es una canción solitaria por el viento
que no se detiene en el medio de un infierno
es una canción solitaria por el viento
que no se detiene en el medio de un infierno
Silencio señores grandes
que despiertan las historias
adormecidas en los parques
debajo de un tobogán o un banco gris
adormecidas en los parques
cobijadas con un copo de maíz
Silencio señores grandes
que las dulces fabulas despiertan
ellas están acurrucadas
en el bostezo de una hormiga trasnochada
ellas están acurrucadas
en el vientre de un mordisco de manzana
SILENCIO (LUCIAN BLAGA)
Tanto silencio me rodea que me parece oír
el choque de los rayos de la luna en la ventana.
Una voz ajena despierta dentro de mi alma
y una canción canta
un ansia que no es mía.
Se dice que los antepasados muertos antes del tiempo
con la sangre aún joven en las venas,
con grandes deseos en la sangre,
con mucho sol en los deseos,
vuelven,
vuelven para vivir todavía un poco más
dentro de nosotros
la vida que dejaron de vivir.
Tanta quietud me rodea que me parece oír
el choque de los rayos de la luna en la ventana.
Ay, quién sabrá, alma mía, dentro de qué pecho
cantarás tú más allá de los siglos,
en las dulces cuerdas del silencio
en arpas de tiniebla, tus ahogados anhelos
y tu vencida alegría de la vida.
¿Quién lo sabrá, quién?
SILENCIO (PEDRO AZNAR)
Silencio
por qué te amo
nada valdrá preguntar
rojo silencio
mundo ignorante
sumido en la oscuridad
negro silencio
luna desnuda
esclava dueña del mar
plata silencio
en tu partida
tu olor se queda en mi piel
blanco silencio
por qué te amo
nada valdrá preguntar
rojo silencio
mundo ignorante
sumido en la oscuridad
negro silencio
luna desnuda
esclava dueña del mar
plata silencio
en tu partida
tu olor se queda en mi piel
blanco silencio
SILENCIO (EDGAR LEE MASTERS)
He conocido el silencio de las estrellas y del mar,
Y el silencio de la ciudad cuando calla,
Y el silencio de un hombre y una mujer,
Y el silencio por el que la música sólo encuentra su palabra,
Y el silencio de los bosques antes de los vientos de la primavera,
Y el silencio de los enfermos
Cuando sus ojos vagan por la habitación.
Y pregunto: ¿Para qué cosas profundas sirve el lenguaje?
Una bestia del campo se queja unas pocas veces
Cuando la muerte se lleva a su cría.
Y nosotros nos quedamos mudos ante realidades de las que no podemos hablar.
Un chico curioso le pregunta a un soldado viejo sentado
frente a un almacén
--¿Cómo perdiste la pierna?
Y el viejo soldado se queda sin palabras
o desvía el pensamiento
porque no puede concentrarlo en Gettysburg.
Y vuelve jocoso
Y le dice: Un oso me la comió.
Y el chico se maravilla, mientras el viejo soldado
Mudo, débil, sobrevive a
Los fogonazos de los revólveres, al trueno del cañón,
Los gritos de los asesinados,
Y a él mismo tendido en el suelo,
Y a los cirujanos del hospital, los cuchillos,
Y a los largos días en cama.
Pero si pudiera describir todo esto
Sería un artista.
Pero si fuera un artista debería haber palabras más hondas
Que él no podría describir.
Está el silencio de un gran odio,
Y el silencio de un gran amor,
Y el silencio de una profunda paz interior,
Y el silencio de una amistad traicionada,
Está el silencio de una crisis espiritual,
A través del cual, el alma, exquisitamente torturada,
Llega a visiones que no pueden pronunciarse
En un reino de vida superior.
Y el silencio de los dioses que se entienden sin hablar,
Está el silencio de la derrota.
Está el silencio de los injustamente castigados;
Y el silencio de los agonizantes cuya mano
de pronto toca la nuestra.
Está el silencio entre el padre y el hijo,
Cuando el padre es incapaz de explicar su vida,
Y por eso mismo resulta incomprendido.
Hay el silencio que crece entre el marido y la mujer.
Hay el silencio de aquellos que fracasaron;
Y el vasto silencio que cubre
A las naciones quebradas y a los líderes vencidos.
Está el silencio de Lincoln,
Pensando en la pobreza de su juventud.
Y el silencio de Napoleón
Después de Waterloo.
Y el silencio de Juana de Arco
Diciendo entre las llamas, "Jesús Bendito"...
Revelando en dos palabras toda la pena, toda la esperanza.
Y hay el silencio de la vejez,
tan lleno de sabiduría que la lengua no pronuncia
las palabras inteligibles para aquellos que no han vivido
La gran extensión de la vida.
Y está el silencio de los muertos.
Si nosotros, vivos,
no podemos hablar de profundas experiencias,
¿Por qué asombrarse de que los muertos
no nos hablen de la muerte?
Su silencio será interpretado
Cuando nos acerquemos a ellos.
SILENCIO (LUDWIG VAN BEETHOVEN)
CONCIERTO POR ERNESTO CORTÁZAR
Escucha en silencio (RUMI)
Ensordecido por la voz del deseo,
ni siquiera te das cuenta que el amado
vive en el centro mismo de tu corazón.
Detén todo el ruido
y escucharás su voz
en el silencio absoluto.
En silencio
Ahora permanece en silencio.
Deja que hable, aquel que crea las palabras.
El creó la puerta, el creó el candado,
el creó también la llave.
Deja también que abra tu mente.
POESÍA VERTICAL (ROBERTO JUÁRROZ)
SILENCIO (LUDWIG VAN BEETHOVEN)
CONCIERTO POR ERNESTO CORTÁZAR
Escucha en silencio (RUMI)
Ensordecido por la voz del deseo,
ni siquiera te das cuenta que el amado
vive en el centro mismo de tu corazón.
Detén todo el ruido
y escucharás su voz
en el silencio absoluto.
En silencio
Ahora permanece en silencio.
Deja que hable, aquel que crea las palabras.
El creó la puerta, el creó el candado,
el creó también la llave.
Deja también que abra tu mente.
POESÍA VERTICAL (ROBERTO JUÁRROZ)
8
El fruto es el resumen del árbol,
el pájaro es el resumen
del aire,
la sangre es el resumen
del hombre,
el ser es el resumen de
la nada.
La metafísica del viento
se notifica de todos los
resúmenes
y del túnel que excavan
las palabras
por debajo de todos los
resúmenes.
Porque la palabra no es
el grito,
sino recibimiento o
despedida.
La palabra es el resumen
del silencio,
del silencio, que es
resumen de todo.
PAZ (JAIME TORRES BODET)
No nos diremos nada. Cerraremos las puertas.
Deshojaremos rosas sobre el lecho vacío
Y besaré en el hueco de tus manos abiertas,
La dulzura del mundo, que se va, como un río.
HABITACIÓN EN NUEVA YORK - EDWARD HOPPER
SOL DE LA MAÑANA - EDWARD HOPPER
EL QUINTO ACUERDO
¡Sé escéptico!
Es común aceptar las cosas con mucha facilidad, sobre todo cuando las dicen personas que gozan de nuestra simpatía o admiración.
Esto nos hace cometer errores de opinión y aceptar como verdad
DEBAJO PRESENTAMOS VARIANTES EN SU MAYORÍA HUMORÍSTICAS DE LA LEYENDA JAPONESA CITADA AL COMIENZO DE ESTE POST
No hay comentarios:
Publicar un comentario