Tantas veces me morí
Sin embargo estoy aquí
Resucitando
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal
Y seguí cantando
Cantando al sol
Como la cigarra
Después de un año
Bajo la tierra
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra
Tantas veces me borraron
Tantas desaparecí
A mi propio entierro fui
Sola y llorando
Hice un nudo del pañuelo
Pero me olvidé después
Que no era la única vez
Y seguí cantando
Cantando al sol
Como la cigarra
Después de un año
Bajo la tierra
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra
Tantas veces te mataron
Tantas resucitarás
Cuántas noches pasarás
Desesperando
Y a la hora del naufragio
Y la de la oscuridad
Alguien te rescatará
Para ir cantando
Cantando al sol
Como la cigarra
Después de un año
Bajo la tierra
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra
Two, one-two-three-four! Ev'rybody's talking 'bout All we are saying is give peace a chance Hit it All we are saying is give peace a chance Let me tell you now All we are saying is give peace a chance Ev'rybody's talking 'bout All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance All we are saying is give peace a chance
| ¡Dos, uno-dos-tres-cuatro! Todo el mundo está hablando de Bagismo, Shagismo, Dragismo, Madismo, Ragismo, Tagismo Este-ismo, ese-ismo, es-m, es-m, es-m Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Golpealo Vamos, todo el mundo está hablando Ministros, siniestros, barandillas y botes Obispos y Fishops y Rabinos y Popeyes y adiós, adiós Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Déjame decirte ahora Todo el mundo está hablando de Revolución, evolución, masturbación, flagelación, regulación, integraciones Meditaciones, Naciones Unidas, felicitaciones Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo el mundo está hablando de John y Yoko, Timmy Leary, Rosemary, Tommy Smothers, Bobby Dylan, Tommy Cooper Derek Taylor, Norman Mailer, Alan Ginsberg, Hare Krishna, Liebre, Hare Krishna Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz Todo lo que decimos es darle una oportunidad a la paz |
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo
No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él
Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Y tu caminando
Lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen florecer
Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo
No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él
Que partió a la sierra
Que nunca hizo daño
Que partió a la sierra
Y en cinco minutos quedó destrozado
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Muchos no volvieron
Tampoco Manuel
Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
como nosotros, María
tienen este mismo corazón
que se hincha con la lluvia
llevan nuestros ojos negros heredados del barro
y también comen pan en la mañana
A diez cuadras una mujer
ha dejado de respirar
y ahora besa el piso en silencio
como si fueran las manos de su hijo
Lo que dijiste alguna vez parece cierto:
este país está condenado a la violencia
No sabe uno qué hacer cuando se levanta
dónde alojar la piel
bajo qué árbol sentarse a cantar
en qué horario hacer silencio y pedir perdón
No sabe uno limpiarse las manos
alistar la muda, salir a trabajar
quedarse callado, escribir un poema
eso no sirve para nada
me dijo el otro día un amigo
¿escribir un poema para qué?
¿qué hace un poema en un país con hambre?
¿qué hacen unos versos contra un ejército ciego?
¿qué puede un poema cuando el cuerpo
es un animal que huye y se desangra?
Amarnos, María, tal vez amarnos
sirva de algo en estos momentos
Hay personas que lo han perdido todo
hay mujeres que no tienen brazos
y se acuestan en el pasto
a esperar un diluvio de granizo
hay niños que han quedado huérfanos
y buscan entre la basura sus nombres
hay ancianos que piden comida
en los bordes afilados de la noche
hay una luz que llora al medio día
y se derrama sobre nuestras cabezas
Dicen algunas personas
que ya no tenemos miedo
pero yo sí tengo miedo, María
de que un día no vuelvas
porque te llevaron los policías
mientras caminabas por la ciudad
de que un día, como tantos,
tu cuerpo no valga nada
y te rajen y te rompan y te olviden
en cualquier potrero
en cualquier sonido de pájaro extinto
de que un día la vida pase a un segundo plano
y los muertos ya no tengan
un espacio bajo las piedras
un lugar para descansar
una esquina con flores blancas
Tengo unas manos que en las mañanas me ahorcan
tengo unas rodillas que se quiebran con el viento
tengo unos dedos que desesperadamente
buscan algo para sostener
Yo si tengo miedo, María
y me aferro a tu cuerpo
como a un amuleto antiguo
me aferro a tu cuerpo
para andar por estas calles
me aferro a tu cuerpo
para sobrevivir a las largas horas
de esta interminable circunstancia del café
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde
yo no sé si eso es cierto, María
a veces me pongo a llorar en el bus
a veces me cuesta sonreírles a mis padres
a veces las palabras se me pierden
se me enroscan, se me vuelven humo
María, hay un país en mis manos que se abre
hay una herida en las plantas de mis pies
que todos los días crece un poco más
hay un mapa de fuego en mi espalda
y me voy volviendo ceniza
Amarnos, tal vez amarnos
para hacerle frente a los hombres
que andan de noche por los barrios
dejando cartas de muerte en las puertas
amarnos para poder sostenernos
y que nuestros huesos todavía
no se vuelvan piedras secas y mudas
Amarnos, María, amarnos
como única forma de aplacar
esta tristeza negra que aletea
como mil polillas en el pecho
Afuera están matando personas como nosotros
afuera el cuerpo es un campo de batalla
afuera la vida es un milagro oscuro
afuera los que ríen apagan el sol
Amarnos, María, tal vez amarnos
para poder caminar juntos a un día
donde la tierra deje de ser ese abismo sin luz
al que van a parar todos nuestros amigos
antes de tiempo.
Yo pregunto a los presentes
Si no se han puesto a pensar
Que esta tierra es de nosotros
Y no del que tenga más
Yo pregunto si en la tierra
Nunca habrá pensado usted
Que si las manos son nuestras
Es nuestro lo que nos den
A desalambrar, a desalambrar
Que la tierra es nuestra, es tuya y de aquel
De Pedro y María, de Juan y José
Si molesto con mi canto
A alguno que ande por ahi
Le aseguro que es un gringo
O un dueño del Uruguay
A desalambrar, a desalambrar
Que la tierra es nuestra, es tuya y de aquel
De Pedro y María, de Juan y José
Yo pregunto a los presentes
Si no se han puesto a pensar
Que esta tierra es de nosotros
Y no del que tenga más
A desalambrar, a desalambrar
Que la tierra es nuestra, es tuya y de aquel
De Pedro y María, de Juan y José
Que la tierra es nuestra, es tuya y de aquel
De Pedro y María, de Juan y José
Sur mes cahiers d'écolier Sur mon pupitre et les arbres Sur le sable sur la neige J'écris ton nom Sur toutes les pages lues Sur toutes les pages blanches Pierre sang papier ou cendre J'écris ton nom Sur les images dorées Sur les armes des guerriers Sur la couronne des rois J'écris ton nom Sur la jungle et le désert Sur les nids sur les genêts Sur l'écho de mon enfance J'écris ton nom Sur les merveilles des nuits Sur le pain blanc des journées Sur les saisons fiancées J'écris ton nom Sur tous mes chiffons d'azur Sur l'étang soleil moisi Sur le lac lune vivante J'écris ton nom Sur les champs sur l'horizon Sur les ailes des oiseaux Et sur le moulin des ombres J'écris ton nom Sur chaque bouffée d'aurore Sur la mer sur les bateaux Sur la montagne démente J'écris ton nom Sur la mousse des nuages Sur les sueurs de l'orage Sur la pluie épaisse et fade J'écris ton nom Sur les formes scintillantes Sur les cloches des couleurs Sur la vérité physique J'écris ton nom Sur les sentiers éveillés Sur les routes déployées Sur les places qui débordent J'écris ton nom Sur la lampe qui s'allume Sur la lampe qui s'éteint Sur mes maisons réunis J'écris ton nom Sur le fruit coupé en deux Dur miroir et de ma chambre Sur mon lit coquille vide J'écris ton nom Sur mon chien gourmand et tendre Sur ses oreilles dressées Sur sa patte maladroite J'écris ton nom Sur le tremplin de ma porte Sur les objets familiers Sur le flot du feu béni J'écris ton nom Sur toute chair accordée Sur le front de mes amis Sur chaque main qui se tend J'écris ton nom Sur la vitre des surprises Sur les lèvres attentives Bien au-dessus du silence J'écris ton nom Sur mes refuges détruits Sur mes phares écroulés Sur les murs de mon ennui J'écris ton nom Sur l'absence sans désir Sur la solitude nue Sur les marches de la mort J'écris ton nom Sur la santé revenue Sur le risque disparu Sur l'espoir sans souvenir J'écris ton nom Et par le pouvoir d'un mot Je recommence ma vie Je suis né pour te connaître Pour te nommer Liberté | En mi cuaderno de escolar En mi pupitre y los árboles En la arena y en la nieve Escribo tu nombre En las páginas leídas En las páginas en blanco Sangre papel o ceniza Escribo tu nombre En las estampas doradas En las armas del guerrero En la corona del rey Escribo tu nombre En la selva en el desierto En el nido en las retamas En el eco de mi infancia Escribo tu nombre En el fulgor de las noches En el buen pan cotidiano En la estación de las novias Escribo tu nombre En mis jirones de cielo En el estanque sol verde En el lago luna viva Escribo tu nombre En el lejano horizonte En las alas de los pájaros En el molino de sombras Escribo tu nombre En cada soplo del alba En el mar en los navíos En la montaña demente Escribo tu nombre En la espuma de las nubes En el sudor del mal tiempo En la lluvia espesa y tonta Escribo tu nombre En las formas centelleantes En la esquila del color En la certidumbre física Escribo tu nombre En los senderos abiertos En las rutas desplegadas En las plazas que desbordan Escribo tu nombre En el candil que se enciende En el candil que se apaga En mis moradas reunidas Escribo tu nombre En el fruto dividido Del espejo y de mi cuarto En mi caracol vacío Escribo tu nombre En mi can glotón y tierno En sus orejas erguidas En su pata contrahecha Escribo tu nombre En el umbral de mi puerta En las cosas familiares En el calor consagrado Escribo tu nombre En los cuerpos que concuerdan En la faz de mis amigos En las manos que se tienden Escribo tu nombre En el vidrio del asombro En los labios espectantes Por encima del silencio Escribo tu nombre En mis refugios destruidos En mis faros derrumbados En los muros de mi tedio Escribo tu nombre En la ausencia sin deseos En la soledad desnuda En las gradas de la muerte Escribo tu nombre En la salud recobrada En el riesgo disipado En la espera sin recuerdos Escribo tu nombre Y en virtud de una palabra Vuelve a comenzar mi vida Nací para conocerte Y nombrarte Libertad. |
Calla la vida
Porque la vida, la vida misma es todo un canto
Si se calla el cantor
Muere de espanto
La esperanza, la luz y la alegría
Si se calla el cantor
Se quedan solos
Los humildes gorriones de los diarios
Los obreros del puerto se persignan
¿Quién habrá de luchar por sus salarios?
¿Qué ha de ser de la vida, si el que canta
No levanta su voz en las tribunas
Por el que sufre, por el que no hay ninguna
Razón que lo condene a andar si manta?
Si se calla el cantor
Muere la rosa
¿De qué sirve las rosas sin el canto?
Debe, el canto, ser luz
Sobre los campos
Iluminando siempre a los de abajo
Que no calle el cantor
Porque el silencio
Cobarde, apaña la maldad que oprime
No saben los cantores de agachadas
No callarán jamás
De frente al crimen
¡Que se levanten todas las banderas
Cuando el cantor se plante con su grito!
¡Que mil guitarras desangren en la noche
Una inmortal canción al infinito!
Si se calla el cantor
Calla la vida
Tal vez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;
tal vez mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas
por donde venía la ardiente cólera.
Yo respondo:
por todas partes oíamos el llanto,
por todas partes nos sitiaba un muro de olas negras.
¿Iba a ser la Poesía
una solitaria columna de rocío?
Tenía que ser un relámpago perpetuo.
Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.
Matad la tristeza, poetas.
Matemos a la tristeza con un palo.
No digáis el romance de los lirios.
Hay cosas más altas
que llorar amores perdidos:
el rumor de un pueblo que despierta
¡es más bello que el rocío!
El metal resplandeciente de su cólera
¡es más bello que la espuma!
Un Hombre Libre
¡es más puro que el diamante!
El poeta libertará el fuego
de su cárcel de ceniza.
El poeta encenderá la hoguera
donde se queme este mundo sombrío.
Solo así, citando a Ernesto Sábato, “podremos estar seguros que NUNCA MÁS se repetirán los hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado”. Nunca Más dicen los poetas y si se repiten esos eventos allí estará la poesía de siempre dispuesta a exaltar la dignidad, la honestidad, la ética y la verdad.
Así la poesía no habrá cantado en vano.
CRECE DESDE EL PIE (ALFREDO ZITARROSA)
Crece desde el pie, musiquita
Crece desde el pie
Uno dos y tres, derechita
Crece desde el pie
Crece la pared por hiladas
Crece la pared
Crece desde el pie, amurallada
Crece desde el pie
Crece desde el pie, musiquita
Crece desde el pie
Uno dos y tres, derechita
Crece desde el pie
Crece la pared por hiladas
Crece la pared
Crece desde el pie, amurallada
Crece desde el pie
Dentro de su lata, la mata
Crece desde el pie
Crece desde el pie, la fogata
Crece desde el pie
Crecen los mejores amores
Crecen desde el pie
Para sus colores, las flores
Crecen desde el pie
Crece desde el pueblo, el futuro
Crece desde el pie
Ánima del rumbo seguro
Crece desde el pie
Cantan para usted los cantores
Crecen desde el pie
Un poco de fe y los tambores pueden florecer
Crece desde el pie, la mañana
Crece desde el pie
El sonido de la campana
Crece desde el pie
Crece desde el pie, la semana
Crece desde el pie
No hay revoluciones tempranas
Crecen desde el pie
No olvides que el día y la hora
Crecen desde el pie
Después de la noche, la aurora
Crece desde el pie
Crece la pared por hiladas
Crece la pared
Crece desde el pie, amurallada
Crece desde el pie
No olvides que el día y la hora
Crecen desde el pie
Después de la noche, la aurora
Crece desde el pie
Crece desde el pueblo, el futuro
Crece desde el pie
Ánima del rumbo seguro
Crece desde el pie
LA FARSA - LUIS GARCÍA MONTERO
Son malos tiempos para la justicia.
Vengan a ver la farsa,
el decorado roto, la peluca mal puesta,
palabras de cartón y pantomima.
Son malos años para la justicia.
Como el mar no es azul,
los barcos equivocan la cuenta de sus olas.
Como el dinero es negro,
la moneda menguante de la luna
ha pagado el recibo de la noche.
Son malos meses para la justicia.
Se citaron el crimen y el silencio,
no descansan en paz los perseguidos,
el ladrón y el avaro se reúnen
y la ley no responde a la pregunta
de la bolsa o la vida.
Son malos días para la justicia.
Más de cinco millones de recuerdos
naufragan con sus nombres en la cola del paro.
Los vivos han perdido la memoria
y los muertos no tienen donde caerse muertos.
Son malas horas para la justicia.
La política sueña
una constitución en la que refugiarse.
Los periódicos piden
una buena noticia que llevarse a la boca.
El poeta no encuentra
las palabras que quiere para decir la verdad,
reparación, historia,
porque son malos tiempos,
porque los tribunales
se han sentado a cenar en la mesa del rico.
Vengan aquí y observen,
es el tinglado de la nueva farsa,
la toga sucia y el culpable limpio.
POR LAS PAREDES - MIL AÑOS HACE (JOAN MANUEL SERRAT)
Mil años hace que el sol pasa
reconociendo en cada casa
el hijo que acaba de nacer,
que el monte dibuja perfiles
suaves, de pecho de mujer,
que las flores nacen discretas
y las bestias y la luz también.
Mil años para nuestro bien.
En cada valle una gente
y cada cala esconde
vientos diferentes.
Mil años, que el hombre y la guerra
dieron lengua y nombre a la tierra
y al pueblo que rindió a sus pies,
la plata del olivo griego,
la llama persa del ciprés.
Y el musulmán lo perdió todo,
la casa, el sueño y la heredad
en nombre de la cristiandad.
Íberos y romanos,
fenicios y godos,
moros y cristianos.
En paz descansen esplendores
de amor cortés y trovadores.
Dueños del camino del mar,
no había pez que se atreviese
a transitarlo sin llevar
las cuatro barras en el lomo.
Descansa en paz, ancestral grey
vendida por tu propio rey.
De mártires y traidores
enlutaron tus campos
los inquisidores.
Mil años hace que el sol pasa
pariendo esa curiosa raza
que con su llanto hace un panal.
Y de su sangre y su derrota,
día de fiesta nacional.
Que con la fe del peregrino
jamás dejó de caminar,
de trabajar y de pensar.
Empecinado,
busca lo sublime
en lo cotidiano.
Mil años hace y unas horas
que con manos trabajadoras
se amasa un pueblo de aluvión.
Con sangre murciana y de Almería
se edificó una exposición.
Ferroviarios, labradores,
dulces criadas de Aragón,
caricias de este corazón.
Y lágrimas oscuras
de los andaluces.
Y la dictadura...
Patria pequeña y fronteriza,
mil leches hay en tus cenizas,
pero un soplo de libertad
revuelve el monte, el campesino,
el marinero y la ciudad.
Que la ignorancia no te niegue,
que no trafique el mercader
con lo que un pueblo quiere ser.
Lo están gritando
siempre que pueden,
lo andan pintando
por las paredes...
EL HIJO DEL VERDUGO - JAVIER CHÁVEZ CASAZOLA
El hijo del verdugo no conoce el oficio de su padre.
El verdugo ya no lleva capucha como la llevaban antes
ni permite a su hijo asistir a las ejecuciones.
Suelen no usar uniforme los verdugos modernos
o por lo menos no un uniforme de verdugo.
Las hachas y el garrote vil pasaron a la Historia:
vistos por la calle nada permite saber a qué se dedican los verdugos.
Todo es ya muy aséptico y muy burocrático y muy tecnológico.
Es más, este verdugo que me ocupa
nunca ha matado personalmente a nadie, ni falta que le hacía.
A lo mucho habrá dejado unas cuantas familias en la calle vía SMS
porque era necesario para seguir puesto en su sitio.
De hecho, el hijo del verdugo piensa que su padre es un buen tipo
aunque tenga algunas mañanas el gesto taciturno
y a veces se le quede el tenedor rumbo a la boca
cuando van a almorzar fuera los domingos.
¿Qué será cuando crezca del hijo del verdugo?
¿Qué será de este niño?
QUIEN QUIERA OÍR QUE OIGA (LITO NEBBIA)
Cuando no recordamos
Lo que nos pasa
Nos puede suceder
La misma cosa
Son esas mismas cosas que nos marginan
Nos matan la memoria
Nos quitan las ideas
Nos queman las palabras, ah-ah
Si la historia la escriben los que ganan
Eso quiere decir que hay otra historia
La verdadera historia
Quien quiera oír que oiga
Nos queman las palabras, nos silencian
Y la voz de la gente
Se oirá siempre
Inútil es matar
La muerte prueba que
La vida existe
Cuando no recordamos
Lo que nos pasa
Nos puede suceder
La misma cosa
Son esas mismas cosas
Que nos marginan
Nos matan la memoria
Nos quitan las ideas
Nos queman las palabras
Ah-ah
Si la historia la escriben los que ganan
Eso quiere decir que hay otra historia
La verdadera historia
Quien quiera oír que oiga
Nos queman las palabras, nos silencian
Y la voz de la gente
Se oirá siempre
Inútil es matar
La muerte prueba que
La vida existe
Si la historia la escriben los que ganan
Eso quiere decir que hay otra historia
La verdadera historia
Quien quiera oír que oiga
Nos queman las palabras, nos silencian
Y la voz de la gente
Se oirá siempre
Inútil es matar
La muerte prueba que
La vida existe
Si la historia la escriben los que ganan
Eso quiere decir que hay otra historia
La verdadera historia
Quien quiera oír que oiga
Las voces de los pájaros de Hiroshima Poema de Eugen Jebeleanu
Traducción: Manuel Serrano Pérez
Música: versión de Horacio Guarany
-¿Quiénes?
-¿Dónde, dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-¿Dónde están?
-¿Quiénes? ¿Quiénes?
-Los hombres…
-No sé. Mira, copos de ceniza…
¡Copos de ceniza… ceniza… ceniza…!
-Han volado todos…
-¿A dónde, a dónde?
-No sé. Construyamos un nido.
Sí, un nido, un nido.
-Pero… ¿Dónde?
¿Dónde, dónde, dónde, dónde, dónde…?
SOBREVIVIENDO (VÍCTOR HEREDIA)
Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron
"Sobreviviendo", dije, "sobreviviendo"
Tengo un poema escrito más de mil veces
En él repito siempre que mientras alguien
Proponga muerte sobre esta tierra
Y se fabriquen armas para la guerra
Yo pisaré estos campos, sobreviviendo
Todos frente al peligro, sobreviviendo
Tristes y errantes hombres, sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Hace tiempo no río como hace tiempo
Y eso que yo reía como un jilguero
Tengo cierta memoria que me lastima
Y no puedo olvidarme lo de Hiroshima
¡Cuánta tragedia sobre esta tierra!
Hoy que quiero reírme, apenas si puedo
Ya no tengo la risa como un jilguero
Ni la paz de los pinos del mes de enero
Ando por este mundo sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Ya no quiero ser solo un sobreviviente
Quiero elegir el día para mi muerte
Tengo la carne joven, roja la sangre
La dentadura buena y mi esperma urgente
Quiero la vida de mi cimiente
No quiero ver un día manifestando
Por la paz en el mundo a los animales
¡Cómo me reiría ese loco día!
Ellos manifestándose por la vida
Y nosotros apenas sobreviviendo, sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Sobreviviendo, sobreviviendo
Sobreviviendo
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