EL GRAN ACTOR ARGENTINO ALFREDO ALCÓN GRABÓ VARIOS POEMAS EN DISCOS Y VIDEOS.
ES MUY CONOCIDO SU RECITAL "LOS CAMINOS DE FEDERICO" EL CUAL COLOCAREMOS EN LA ENTRADA CORRESPONDIENTE A LOS RECITALES DEDICADOS A FEDERICO GARCÍA LORCA.
EN LA ENTRADA DEL PRÓXIMO 1 DE OCTUBRE ESTARÁ SU PARTICIPACIÓN EN EL HERMOSO DISCO DOBLE "POESÍA ARGENTINA DE TODOS LOS TIEMPOS"
AQUÍ PONDREMOS OTROS TRABAJOS, TAL VEZ MENOS CONOCIDOS PERO IGUALMENTE EMOCIONANTES QUE REALIZÓ CON SU HERMOSA VOZ.
GRANDES POEMAS DE AMOR DE TODOS LOS TIEMPOS.
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ALFREDO ALCÓN RECITA UN POEMA DE JORGE LUIS BORGES
EL TANGO CON MÚSICA DE ASTOR PIAZZOLLA. 1978
El tango - Jorge Luis Borges
¿Dónde estarán? pregunta la elegía de quienes ya no son, como si hubiera una región en que el Ayer, pudiera ser el Hoy, el Aún, y el Todavía.
¿Dónde estará? (repito) el malevaje que fundó en polvorientos callejones de tierra o en perdidas poblaciones la secta del cuchillo y del coraje?
¿Dónde estarán aquellos que pasaron, dejando a la epopeya un episodio, una fábula al tiempo, y que sin odio, lucro o pasión de amor se acuchillaron?
Los busco en su leyenda, en la postrera brasa que, a modo de una vaga rosa, guarda algo de esa chusma valerosa de Los Corrales y de Balvanera.
¿Qué oscuros callejones o qué yermo del otro mundo habitará la dura sombra de aquel que era una sombra oscura, Muraña, ese cuchillo de Palermo?
¿Y ese Iberra fatal (de quien los santos se apiaden) que en un puente de la vía, mató a su hermano, el Ñato, que debía más muertes que él, y así igualó los tantos?
Una mitología de puñales lentamente se anula en el olvido; Una canción de gesta se ha perdido entre sórdidas noticias policiales.
Hay otra brasa, otra candente rosa de la ceniza que los guarda enteros; ahí están los soberbios cuchilleros y el peso de la daga silenciosa.
Aunque la daga hostil o esa otra daga, el tiempo, los perdieron en el fango, hoy, más allá del tiempo y de la aciaga muerte, esos muertos viven en el tango.
En la música están, en el cordaje de la terca guitarra trabajosa, que trama en la milonga venturosa la fiesta y la inocencia del coraje.
Gira en el hueco la amarilla rueda de caballos y leones, y oigo el eco de esos tangos de Arolas y de Greco que yo he visto bailar en la vereda,
en un instante que hoy emerge aislado, sin antes ni después, contra el olvido, y que tiene el sabor de lo perdido, de lo perdido y lo recuperado.
En los acordes hay antiguas cosas: el otro patio y la entrevista parra. (Detrás de las paredes recelosas el Sur guarda un puñal y una guitarra.)
Esa ráfaga, el tango, esa diablura, los atareados años desafía; hecho de polvo y tiempo, el hombre dura menos que la liviana melodía,
que solo es tiempo. El Tango crea un turbio pasado irreal que de algún modo es cierto, el recuerdo imposible de haber muerto peleando, en una esquina del suburbio.
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AUDIOLIBRO ALFREDO ALCÓN Y NORMA ALEANDRO LEEN "EL PRINCIPITO" DE ANTOINE DE SAINT - EXUPÉRY
ADAPTACIÓN DE ALFREDO ALCÓN
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ALFREDO ALCÓN RECITA "PRÓLOGO DE BAUDELAIRE" EN EL DISCO "ISRAFEL, EL CUERVO" (FONOTEX, 1968)
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ALFREDO ALCÓN DICE "ELCUERVO" DE EDGAR ALLAN POE
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ALFREDO ALCÓN HOMENAJE A LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO
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UN POEMA DE RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
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POEMA SOBRE ELL MAESTRO ASESINADO CARLOS FUENTEALBA
Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto que sea como el pájaro más leve y fugitivo? Hundiendo va este odio reinante todo cuanto quisiera remontarse directamente vivo.
Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela? Conquistaré el azul ávido de plumaje, pero el amor, abajo siempre, se desconsuela de no encontrar las alas que da cierto coraje.
Un ser ardiente, claro de deseos, alado, quiso ascender, tener la libertad por nido. Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado. Donde faltaban plumas puso valor y olvido.
Iba tan alto a veces, que le resplandecía sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave. Ser que te confundiste con una alondra un día, te desplomaste otros como el granizo grave.
Ya sabes que las vidas de los demás son losas con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya. Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas. A través de las rejas, libre la sangre afluya.
Triste instrumento alegre de vestir: apremiante tubo de apetecer y respirar el fuego. Espada devorada por el uso constante. Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.
No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas por estas galerías donde el aire es mi nudo. Por más que te debatas en ascender, naufragas. No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.
Los brazos no aletean. Son acaso una cola que el corazón quisiera lanzar al firmamento. La sangre se entristece de batirse sola. Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.
Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve como un élitro ronco de no poder ser ala. El hombre yace. El cielo se eleva. El aire mueve.
ESPANTAPÁJAROS (OLIVERIO GIRONDO)
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible
- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme! Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa. ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado? ¡María Luisa era una verdadera pluma! Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres... ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte. Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo. ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.
VOLAR (NO TE VA A GUSTAR)
Cuantas garantías querés Solo estas atado... Una sola vida tenes Por qué esperar sentado Si la muerte llega una vez Para que estar preparado Que el destino está escrito Eso es mentira también, Te mantiene apagado... Yo lo que quiero es volar, volar Prefiero volar (volar)... Tal vez es más fácil quedarse a mirar Pensando en otra cosa Dudando de si está bien o está mal Pero eso que te importa Si yo lo que quiero es volar, volar Prefiero volar Y más allá no hay nada No hay nada. Yo lo que quiero es volar, volar Prefiero volar.
EL VUELO (PABLO NERUDA)
El alto vuelo sigo con mis manos: honor del cielo, el pájaro atraviesa la transparencia, sin manchar el día.
Cruza el oeste palpitando y sube por cada grada hasta el desnudo azul todo el cielo es su torre y limpia el mundo con su movimiento.
Aunque el ave violenta busque sangre en la rosa del espacio aquí está su estructura: flecha y flor es el pájaro en su vuelo y en la luz se reúnen sus alas con el aire y la pureza.
¡Oh plumas destinadas no al árbol, ni a la hierba, ni al combate, ni a la atroz superficie, ni al taller sudoroso, sino a la dirección y a la conquista de un fruto transparente!
El baile de la altura con los trajes nevados de la gaviota, del petrel, celebro, como si yo estuviera perpetuamente entre los invitados: tomo parte en la velocidad y en el reposo, en la pausa y la prisa de la nieve.
Y lo que vuela en mí se manifiesta en la ecuación errante de sus alas.
¡Oh viento junto al férreo vuelo del cóndor negro, por la bruma! Silbante viento que traspuso el héroe y su degolladora cimitarra: tú guardas el contacto del duro vuelo como una armadura y en el cielo repites su amenaza hasta que todo vuelve a ser azul.
Vuelo de la saeta que es la misión de cada golondrina, vuelo del ruiseñor con su sonata y de la cacatúa y su atavío!
Vuelan en un cristal los colibríes conmoviendo esmeraldas encendidas y la perdiz sacude el alma verde de la menta volando en el rocío.
Yo que aprendía volar, con cada vuelo de profesores puros en el bosque, en el mar, en las quebradas, de espaldas en la arena o en los sueños. me quedé aquí, amarrado a las raíces, a la madre magnética, a la tierra, mintiéndome a mí mismo y volando solo dentro de mí, solo y a oscuras.
Muere la planta y otra vez se entierra, vuelven los pies del hombre al territorio, sólo las alas huyen de la muerte.
El mundo es una esfera de cristal, el hombre anda perdido si no vuela no puede comprender la transparencia.
Por eso yo profeso la claridad que nunca se detuvo y aprendí de las aves la sedienta esperanza, la certidumbre y la verdad del vuelo.
APRENDER A VOLAR (PATRICIA SOSA)
Duro es el camino y se que no es fácil no se si habrá tiempo para descansar en esta aventura de amor y coraje solo hay que cerrar los ojos y echarse a volar y cuando el corazón galope fuerte, déjalo salir no existe la razón que venza la pasión, las ganas de reír
Puedes creer, puedes soñar abre tus alas, aquí esta tu libertad y no pierdas tiempo, escucha al viento canta por lo que vendrá no es tan difícil que aprendas a volar No pierdas la fe, no pierdas la calma aunque a veces este mundo no pide perdón grita aunque te duela, llora si hace falta limpia las heridas que cura el amor y cuando el corazón galope fuerte, déjalo salir no existe la razón que venza la pasión, las ganas de reír Puedes creer, puedes soñar... Y no apures el camino, al fin todo llegará cada luz, cada mañana, todo espera en su lugar Puedes creer,puedes soñar...
VUELO SUPREMO (JULIÁN MARCHENA)
Quiero vivir la vida aventurera
de los errantes pájaros marinos;
no tener, para ir a otra ribera,
la prosaica visión de los caminos.
Poder volar cuando la tarde muera
entre fugaces lampos ambarinos
y oponer a los raudos torbellinos
el ala fuerte y la mirada fiera.
Huir de todo lo que sea humano;
embriagarme de azul…Ser soberano
de dos inmensidades: mar y cielo,
y cuando sienta el corazón cansado
morir sobre un peñón abandonado
con las alas abiertas para el vuelo.
¡VUELA! (JARABE DE PALO)
Mucho tiempo llevo sin oír las olas romper en las rocas, y eso que que estoy rodeado y aquí todos gritan, pero nadie escucha.
Mucho tiempo llevo sin hablar un minuto con ellas, y eso que estoy rodeado por mil y un sonidos que acechan mi pensamiento.
(Estribillo 1) Por eso ahora querría ser un pájaro; salir volando, subir muy alto; con la mirada siempre fija "p´alante"; sin importarme lo que halla debajo.
(Estribillo 2) Para un momento, siéntate un rato y sin prisas hablemos. Tómate un trago, quizás haya algo que sepas y no sepa yo Hoy te invito, siéntate y cuéntame qué es para ti el amor, con tus ojos, con tus manos cuéntame un sueño en el que salga yo.
Que sentido tiene contar cosas que casi nadie entiende, pero he abierto los ojos y he visto que es mejor ser lobo solitario. Que sentido tiene vivir tan solo aunque tu estés aquí, ya no merece la pena pasear a tu lado, mirarte y no ver nada. Por eso mueve,...mueve el culo y márchate. Por eso vuela... deja todo y lárgate... muy lejos.
¡A VOLAR! (RAFAEL ALBERTI)
Leñador
no tales el pino,
que un hogar
hay dormido
en su copa.
Señora abubilla,
señor gorrión,
hermana mía calandria,
sobrina del ruiseñor;
ave sin cola,
martín-pescador,
parado y triste alcaraván:
¡a volar,
pajaritos,
al mar!
VUELA ALTO - NO TE RINDAS (ALEX UBAGO)
Agosto va pasando, sediento, cansado y en su mente algo le dice: "los días que has vivido quedaron de lado para ver como decides". No te pares a buscar caninos que no tienen final. escucha siempre a tu corazón y él te guiará. Y qué más le da si quiere volar pero cortan sus alas al despegar. No te caigas, no desistas, vuela alto, no te rindas. qué más le da si quiere soñar pero cierran sus ojos al despertar. No permitas que tu vida, pierda el fuego que tenía. Ahora que se ha ido se siente perdido, no es sencillo echar de menos. Su vida ha dado un giro, ya nada es lo mismo, pero nadie dijo miedo. No te sientas solo en ese infierno que viste de ciudad. aquí te estaremos esperando, no mires hacia atrás. Y qué más le da si quiere volar pero cortan sus alas al despegar. No te caigas, no desistas, vuela alto, no te rindas. qué más le da si quiere soñar pero cierran sus ojos al despertar. No permitas que tu vida, pierda el fuego que tenía. No te pares a buscar caminos que no tienen final. aqui te estaremos esperando no mires hacia atras. y qué más le da si quiere volar pero cortan sus alas al despegar. No te caigas, no desistas, vuela alto, no te rindas. qué más le da si quiere soñar pero cierran sus ojos al despertar. No permitas que tu vida, pierda el fuego que tenía
DATE A VOLAR (ALFONSINA STORNI)
Anda, date a volar, hazte una abeja, en el jardín florecen amapolas, y el néctar fino colma las corolas; mañana el alma tuya estará vieja.
Anda, date a volar, hazte paloma, recorre el bosque y picotea granos, come migajas en distintas manos la pulpa muerde de fragante poma.
Anda, date a volar, sé golondrina, busca la playa de los soles de oro, gusta la primavera y su tesoro, la primavera es única y divina.
Mueres de sed: no he de oprimirte tanto... anda, camina por el mundo, sabe; dispuesta sobre el mar está tu nave; date a bogar hacia el mejor encanto.
Corre, camina más, es poco aquello... aún quedan cosas que tu mano anhela, corre, camina, gira, sube y vuela: gústalo todo porque todo es bello.
Echa a volar... mi amor no te detiene, ¡cómo te entiendo, Bien, cómo te entiendo! llore mi vida... el corazón se apene... date a volar, Amor, yo te comprendo.
Callada el alma... el corazón partido, suelto tus alas... ve... pero te espero. ¿Cómo traerás el corazón, viajero? tendré piedad de un corazón vencido.
Para que tanta sed bebiendo cures hay numerosas sendas para ti... pero se hace la noche; no te apures... todas traen a mí...
VUELA ALTO (JULIO IGLESIAS)
Llegar a la meta cuenta
Te cuesta tanto llegar
Y cuando ya estás en ella
Mantenerte cuenta mas
Procura no descuidarte
Ni mira hacia detrás
O todo lo conseguido te lo vuelven a quitar
Aquí no regalan nada
todo tiene un alto precio
El daño que va subiendo
El rayo que hay que pagar..
Aquí hay que bailarlo todo
Sin perder jamás el paso
Te suelen soltar la mano
Si ven que hacia bajo vas..
::::Coro:::
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
Amigo aprovecha el viento
Mientras sople a tu favor
Que el aire te lleve lejos
Cuanto más lejos mejor
Que aquel que se queda en tierra
Le va la parte peor
Se van cerrando las puertas
Le van negando el adiós
Aquí no regalan nada
todo tiene un alto precio
El daño que va subiendo
El rayo que hay que pagar..
Aquí hay que bailarlo todo
Sin perder jamas el paso
Te suelen soltar la mano
Si ven que hacia bajo vas..
:::Coro:::
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
Vuela amigo vuela alto
No seas gaviota en el mar
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
La gente tira a matar
Cuando volamos muy bajo
EL VUELO DE LOS HOMBRES (MIGUEL HERNÁNDEZ)
Sobre la piel del cielo, sobre sus precipicios se remontan los hombres. ¿Quién ha impulsado el vuelo? Sonoros, derramados en aéreos ejercicios, raptan la piel del cielo.
Más que el cálido aceite, sí, más que los motores, el ímpetu mecánico del aparato alado, cóleras entusiastas, geológicos rencores, iras les han llevado.
Les han llevado al aire, como un aire rotundo que desde el corazón resoplara un plumaje. Y ascienden y descienden sobre la piel del mundo alados de coraje.
En un avance cósmico de llamas y zumbidos que aeródromos de pueblos emocionados lanzan, los soldados del aire, veloces, esculpidos, acerados avanzan.
El azul se enardece y adquiere una alegría, un movimiento, una juventud libre y clara, lo mismo que si mayo, la claridad del día corriera, resonara.
Los estremecimientos del valor y la altura, los enardecimientos del azul y el vacío: el cielo retrocede sintiendo la hermosura como un escalofrío.
Impulsado, asombrado, perseguido, regresa al aire al torbellino nativo y absorbente, mientras evolucionan los héroes en su empresa inverosímilmente.
Es el mundo tan breve para un ala atrevida, para una juventud con la audacia por pluma; reducido es el cielo, poderosa la vida, domada y con espuma.
El vuelo significa la alegría más alta, la agilidad más viva, la juventud más firme. En la pasión del vuelo truena la luz, y exalta alas con que batirme.
Hombres que son capaces de volar bajo el suelo, para quienes no hay ámbitos ni grandes ni imposibles, con la mirada tensa, prorrumpen en el vuelo gladiadores, temibles.
Arrebatados, tensos, peligrosos, tajantes, igual que una colmena de soles extendidos, de astros motorizados, de cigarras tremantes, cruzan con sus bramidos.
Ni un paso de planetas, ni un tránsito de toros batiéndose, volcándose por un desfiladero, darán al universo ni acentos más sonoros ni resplandor más fiero.
Todos los aviadores tenéis este trabajo: echar abajo el pájaro fraguador de cadenas, las ciudades podridas abajo, y más abajo las cárceles, las penas.
En vuestra mano está la libertad del ala, la libertad del mundo, soldados voladores: y arrancaréis del cielo la codiciosa y mala hierba de otros motores.
El aire no os ofrece ni escudos ni barreras: el esfuerzo ha de ser todo de vuestro impulso. Y al polvo entregaréis el vuelo de las fieras abatido, convulso.
Si ardéis, si eso es posible, poseedores del fuego, no dejaréis ceniza ni rastro, sino gloria. Espejos sobrehumanos, iluminaréis luego la creación, la historia.
VUELA VUELA (MAGNETO)
Cuando pienses que el amor se ha olvidado de que estas ahí vuela vuela con tu imaginación si no puedes ser feliz no te rindas puede recurrir vuela vuela con tu imaginación volando encontraras un mundo nuevo solo déjate llevar Vuela vuela no te hace falta equipaje vuela(vuela)vuela nadie controla tu imagen vuela vuela veras que todo es posible vuela(vuela)vuela despierta tu mente Si estas solo en un rincón y la tristeza entra en tu corazón vuela vuela con tu imaginación si andas buscando un lugar donde el cielo se une con el mar vuela vuela con tu imaginación volando encontraras un mundo nuevo solo déjate llevar Vuela vuela no te hace falta equipaje vuela (vuela)vuela nadie controla tu imagen vuela vuela veras que todo es posible vuela(vuela)vuela despierta tu mente Volando encontraras un mundo nuevo solo déjate llevar Vuela vuela no te hace falta equipaje vuela (vuela) vuela nadie controla tu imagen vuela vuela veras que todo es posible vuela (vuela) vuela despierta tu mente Vuela vuela no te hace falta equipaje vuela vuela nadie controla tu imagen vuela vuela
RECITADO DE DARIO GRANDINETTI DE UN FRAGMENTO DE ESPANTAPÁJAROS DE OLIVERIO GIRONDO
No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible
- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
volaba del comedor a la despensa.
Volando me preparaba el baño, la camisa.
Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
de algún paseo por los alrededores!
Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
"¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
para llevarme, volando, a cualquier parte.
Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
que nos aproximaba al paraíso;
durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
como dos ángeles, y de repente,
en tirabuzón, en hoja muerta,
el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
la de pasarse las noches de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?
¿Verdad que no hay diferencia sustancial
entre vivir con una vaca o con una mujer
que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
la seducción de una mujer pedestre,
y por más empeño que ponga en concebirlo,
no me es posible ni tan siquiera imaginar
que pueda hacerse el amor más que volando.
ÍCARO (FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO)
Volar, volar, del suelo despegarse, ser hermano del águila en la altura, cruzar en desafío la estatura de las cumbres que empiezan a nublarse. Y agitando las alas, elevarse hacia el sol, y sentir su quemadura, ver la tierra, lejana miniatura, y las estrellas ante mí apartarse. Y a mi padre gritando sus consejos con el temor de que si voy más lejos al desastre me pueda aproximar... Si el brío juvenil es invencible, ¿por qué cayendo estoy? ¿Cómo es posible que en mi descenso me ha tragado el mar?
El vuelo de Ícaro
Existía en Creta un poderoso rey llamado Minos, quien hizo construir un engañoso edificio con el objetivo expreso de encerrar en él a un temible Minotauro, monstruo con cabeza de tiri y gran cuerpo humano, hijo de Pasifae (esposa de Minos), y de un toro divino.
El arquitecto, a quien Minos encargó llevar a cabo la construcción de un laberinto, era un célebre artesano, gran ingenio y mecánico, llamado Dédalo, famoso incluso por ser el autor de la escuadra, del hacha y de la plomada. A pesar de la duración inestimable de una construcción de tal envergadura, el resultado final fue una absoluta y bella maravilla, haciendo famosa, en todo el mundo, a la propia ciudad de Minos.
Finalmente, el Minotauro fue recluido en el más oscuro y tenebroso lugar del laberinto, considerado como una manifestación de la divinidad, y requería ser alimentado con carne humana, cuyas víctimas eran introducidas en aquel vericueto de estancias y de corredores donde nadie nunca pueda encontrar la salida. Pero, para que fuera posible seguir con el ceremonial que correspondía precisamente a esos pobres “elegidos”, los cuales corrían y corrían hasta agotarse sin dar con esa salida, debía llevarse a cabo en el mayor de los secretos, en referencia a la disposición y colocación de las diferentes partes del mismo laberinto, por lo que se trató por todos los medios que, finalizada la construcción propiamente dicha, Minos ordenó que Dédalo se adentrase en su propia obra con su joven hijo Ícaro. Dédalo, privado de sus mismos planos originales, no sabía encontrar la salida, pero en este punto, el ingenio corrió en su socorro, llegando a construir un artefacto todavía más sorprendente: la primera máquina para volar. Uniendo con gran paciencia las plumas de las alas de todos los pájaros que podía encontrar, y pegándolas con cera, construyó para sí mismo, y para su hijo, dos pares de enormes alas que podían atarse a la espalda y maniobrarse agitando los brazos. Cuando todo hubo terminado, y había finalizado el proyecto en sí, Dédalo decidió probar los artefactos, llamando a Ícaro, poniendo en su espalda las grandes alas, e instruyéndole en cómo debía utilizarlas, y para qué las había llevado a cabo.
Poco después, padre e hijo, agitando con gran fuerza y rapidez los brazos, se alzaron sostenidos por las blancas y bellas alas en el gran azul del cielo, observando primero a sus pies la isla de Creta, y luego la inmensidad del mar. Ambos volaban seguros y felices, llegando incluso a maniobrar nuevas evoluciones del propio aparato. No obstante, su padre gritó, comentándole que no hiciera más de lo que su ingenio podía realizar, pero Ícaro no lo podía escuchar. Subió y subió hasta lo que pudo, llegando a sentir el inmenso calor de los rayos del Sol. De pronto, la cera comenzó a fundirse, pues la armazón empezó a doblarse y se partió, las plumas se despegaron y se perdieron en la distancia. Intentó en vano mantenerse suspendido y no perder altitud, pero cayó finalmente a las aguas del mar. Dédalo, completamente sorprendido, atónito y triste, había contemplado estupefacto la pérdida de su pobre y desdichado hijo en riguroso directo.
PAISAJE CON LA CAÍDA DE ÍCARO - PIETER BRUEGHEL, EL VIEJO
En la temprana Modernidad de los inicios del siglo XVI, Leonardo Da Vinci analizó el vuelo de los pájaros y anticipó varios diseños que después resultaron realizables.