REGLAS (ALBERTO GIRRI)
¿Actuamos sobre el potro
para amansarlo?,
convirtámonos en su pasto,
en la rienda
que dirige sus movimientos.
¿Se trata
de detener al pájaro esquivo?,
hágase girar
el espejo de mis facetas
y la alondra
se posará en el árbol,
se dejará tomar con la mano.
¿Ansiamos
desarmar al prójimo
para conocerlo
tal como es, pasivo,
dulce y acariciador
con quienes le llevan la comida?,
que los conjuros
deshagan sus máscaras de tigre,
jabalí, buitre, loro,
y aniquilen su rostro,
el color, la voz,
su modo de andar,
la escritura que lo representa
y sobrevive.
A UN SEMEJANTE (ELADIA BLÁZQUEZ)
Vení... charlemos, sentate un poco.
La humanidad se viene encima.
Ya no podemos, hermano loco
buscar a Dios por las esquinas...
Se lo llevaron, lo secuestraron
y ¡nadie paga su rescate!
Vení que afuera está el turbión,
de tanta gente sin piedad
de tanto ser sin corazón.
Si a vos te duele como a mí...
La lluvia en el jardín y en una rosa.
Si te dan ganas de llorar,
a fuerza de vibrar, por cualquier cosa.
Decí qué hacemos vos y yo
qué cosa vos y yo sobre este mundo.
¡Buscando amor en un desierto
tan estéril y tan muerto
que no crece ya la flor!
Vení... charlemos, sentate un poco.
¡No ves que sos mi semejante!
A ver probemos, hermano loco
salvar el alma cuanto antes.
Es un asombro, tener tu hombro
y es un milagro la ternura...
¡Sentir tu mano fraternal!
Saber que siempre para vos...
¡El bien es bien y el mal es mal!
CONSIDERANDO EN FRÍO, IMPARCIALMENTE (CÉSAR VALLEJO)
Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...
Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...
Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...
Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...
Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...
LOS DEMÁS (ALBERTO CORTEZ)
Nunca estamos conformes del quehacer de los demás
y vivimos a solas sin pensar en los demás,
como lobos hambrientos, acechando a los demás,
convencidos que son nuestro alimento, los demás.
Los errores son tiestos que tirar a los demás;
los aciertos son nuestros y jamás de los demás;
cada paso un intento de pisar a los demás,
cada vez mas violento es el portazo a los demás.
Las verdades ofenden si las dicen los demás,
las mentiras se venden, cuando compran los demás;
somos jueces mezquinos del valor de los demás
pero no permitimos que nos juzguen los demás.
Apagamos la luz que, por amor a los demás,
encendió en una cruz, El, que murió por los demás;
porque son ataduras, comprender a los demás,
caminamos siempre a oscuras sin contar con los demás.
Nuestro tiempo es valioso, pero no el de los demás;
nuestro espacio, precioso, pero no el de lo demás,
nos pensamos pilotos del andar de los demás;
"donde estemos nosotros... que se jodan los demás".
Condenamos la envidia, cuando envidian los demás,
más lo nuestro es desidia, que no entienden los demás.
Nos creemos selectos entre todos los demás;
seres "pluscuamperfectos", con respecto a los demás.
Y olvidamos que somos, los demás de los demás;
que tenemos el lomo como todos los demás,
que llevamos cuestas, unos menos y otros más,
vanidad y modestia como todos los demás...
Y olvidando que somos los demás de los demás,
nos hacemos los sordos, cuando llaman los demás
porque son "tonterías" escuchar a los demás,
lo tildamos de "manía" al amor por los demás.
LA LUNA CON GATILLO (RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN)
Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.
El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.
El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.
Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.
Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.
Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.
¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?
He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.
El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.
Yo los seguí
y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!
Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.
Digo al pequeño cura
y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.
No quiero ser la mosca aplastada.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
Ni colmena, ni hormiguero,
no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.
Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.
Tengo derecho al vino,
al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.
No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!
No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.
Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.
EL BUEN MODO (MARIA ELENA WALSH)
Tengo tanto que agradecer
al que me dio de beber
cuando de sed me moría.
Agua en jarro, gusto a pozo,
pero río caudaloso
me parecía.
Estos ojos no olvidarán
al que una vez me dio pan
cuando el hambre me afligía.
Miga dura, pan casero,
que trigal del mundo entero
me parecía.
Seas siempre bendito
por tu buen modo,
porque al darme poquito
me diste todo.
Antes que la muerte
me robe la ocasión
para corresponderte
aquí te mando mi corazón.
Hoy me acuerdo de aquel que ayer
se supo compadecer
cuando lágrimas vertía.
Era parco su consuelo,
pero Dios con un pañuelo
me parecía.
Nunca pude olvidarme yo
del que una vez me albergó
cuando techo no tenía.
Rancho pobre, catre chico,
pero caserón de rico
me parecía.
MASA (CÉSAR VALLEJO)
EN LA VOZ DEL ACTOR LEONARDO SBARAGLIA
OTRA VERSIÓN
CORTOMETRAJE DE 11 MINUTOS SOBRE EL POEMA
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
CANCIÓN PARA SABER CÓMO ES LA GENTE (ELSA ISABEL BORNEMANN)
¿Qué dirá la gente
si por las veredas
salgo a pintar gallos
con mis acuarelas,
si beso al florista
por tantos jazmines,
o a mis siete gatos
les tejo escarpines?
¿Qué dirá la gente
si con tantas ganas
sumo otro domingo
a cada semana,
si crío un canguro
dentro de mi casa
o enciendo fogatas
sobre la terraza?
¿Qué dirá la gente
que en todo se mete
si en el subterráneo
salto el molinete,
si suelto tu nombre
desde un campanario
y que yo te quiero
publico en el diario?
DETRÁS ESTÁ LA GENTE (JOAN MANUEL SERRAT)
Detrás de los héroes y de los titanes,
detrás de las gestas de la humanidad
y de las medallas de los generales.
Detrás de la Estatua de la Libertad.
Detrás de los himnos y de las banderas.
Detrás de la hoguera de la Inquisición.
Detrás de las cifras y de los rascacielos.
Detrás de los anuncios de neón.
Detrás, está la gente
con sus pequeños temas,
sus pequeños problemas
y sus pequeños amores.
Con sus pequeños sueldos,
sus pequeñas campañas,
sus pequeñas hazañas
y sus pequeños errores.
Detrás del Quijote y de Corín Tellado,
de Miss Universo y del Escorial.
Detrás de Hiroshima y del Vaticano.
Detrás de la víctima y del criminal.
Detrás de la mafia y de la policía.
Detrás del Mesías y de Wall Street.
Detrás del Columbia y de la heroína.
Detrás de Goliat y de David.
Cada uno a su manera
cada quien con sus modos;
detrás estamos todos,
usted, yo y el de enfrente.
Detrás de cada fecha,
detrás de cada cosa,
con su espina y su rosa,
detrás, está la gente.
LA GENTE VA MUY BIEN (JOAN MANUEL SERRAT)
La gente va muy bien en cualquier acto público
para llenar la cancha
y hacer la ola.
La gente va muy bien para ilustrar catálogos,
para consumir mitos
y seguir la moda.
La gente va muy bien para construir pirámides,
para tirar del carro
y hacer el amor.
La gente va muy bien para formar ejércitos
y para dar ambiente
¡Viva la gente...!
La gente va muy bien para contarles cuentos,
para darles porrazos
y venderles ungüentos.
La gente va muy bien... La gente va muy bien
para decir que «SÍ»
para decir «AMÉN».
La gente va muy bien como ejemplo de bípedo
que llora, se enamora
y usa zapatos.
La gente va muy bien para suscribir pólizas,
acatar las consignas
y pagar el pato.
La gente va muy bien como dato estadístico,
anónimos comparsas
de este culebrón.
La gente va muy bien yo puedo asegurárselo.
Conozco a esos plebeyos...
¡Soy uno de ellos...!
La gente va muy bien para aplaudir al jefe,
animar el paisaje
y preservar la especie.
La gente va muy bien... La gente va muy bien.
para decir que «SÍ»
para decir «AMÉN».
La gente va muy bien... La gente va muy bien...
La gente va muy bien, pero que muy bien...
La gente va muy bien
para decir que «SÍ»
y por eso TAMBIÉN
La gente va muy bien para enjugar las lágrimas,
para darse un abrazo
y entrar en calor.
La gente va muy bien para vencer obstáculos,
para darnos sorpresas,
recobrar la memoria
y emplear la cabeza
para cambiar la historia
y unidos buscar el camino que lleva al Edén.
La gente va muy bien.
para llenar la cancha
y hacer la ola.
La gente va muy bien para ilustrar catálogos,
para consumir mitos
y seguir la moda.
La gente va muy bien para construir pirámides,
para tirar del carro
y hacer el amor.
La gente va muy bien para formar ejércitos
y para dar ambiente
¡Viva la gente...!
La gente va muy bien para contarles cuentos,
para darles porrazos
y venderles ungüentos.
La gente va muy bien... La gente va muy bien
para decir que «SÍ»
para decir «AMÉN».
La gente va muy bien como ejemplo de bípedo
que llora, se enamora
y usa zapatos.
La gente va muy bien para suscribir pólizas,
acatar las consignas
y pagar el pato.
La gente va muy bien como dato estadístico,
anónimos comparsas
de este culebrón.
La gente va muy bien yo puedo asegurárselo.
Conozco a esos plebeyos...
¡Soy uno de ellos...!
La gente va muy bien para aplaudir al jefe,
animar el paisaje
y preservar la especie.
La gente va muy bien... La gente va muy bien.
para decir que «SÍ»
para decir «AMÉN».
La gente va muy bien... La gente va muy bien...
La gente va muy bien, pero que muy bien...
La gente va muy bien
para decir que «SÍ»
y por eso TAMBIÉN
La gente va muy bien para enjugar las lágrimas,
para darse un abrazo
y entrar en calor.
La gente va muy bien para vencer obstáculos,
para darnos sorpresas,
recobrar la memoria
y emplear la cabeza
para cambiar la historia
y unidos buscar el camino que lleva al Edén.
La gente va muy bien.
LA GENTE QUE ME GUSTA (MARIO BENEDETTI)
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados.
Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
LOS PUEBLOS DE GESTO ANTIGUO (HAMLET LIMA QUINTANA)
VERSIÓN MERCEDES SOSA)
VERSIÓN LOS LAIKAS
VERSIÓN CANTORAL
VERSIÓN LOS TROVADORES
VERSIÓN HACIENDO PUNTO EN OTRO SON
Con gente que da la mano y saluda al sol
Que sabe ganar la vida y ganar la muerte
Allá me voy a vivir
Con gente que planta un árbol y enciende amor.
Me iré por aquel camino que lleva al pueblo
Que crece entre la ternura que da el maíz
Me iré con la lucha a cuestas y el alma abierta
Allá me voy a vivir
Con toda la fuerza antigua de mi raíz.
La gente estará cantando la vida nueva
Que esta creciendo en los pueblos chicos
Los pueblos de gesto antiguo
Con gente que da la mano.
Me voy a cantar con ellos hasta que el alba
Rocié el campo de aroma puro.
Sencillo como la lluvia
Profundo como la paz.
Los pueblos de gesto antiguo se dan la mano
Los pueblos se dan la mano para vencer
Los pueblos que van creciendo como los vientos
Allá me voy a vivir
En ese pueblo tan chico que va a nacer.
¡AMEMOS! (AMADO NERVO)
ni por qué lloramos.
Si nadie sabe ni por qué vivimos
ni por qué nos vamos;
si en un mar de tinieblas nos movemos,
si todo es noche en derredor y arcano,
¡A lo menos amemos!
¡Quizás no sea en vano!
CON LA GENTE QUE ME GUSTA ( A DOS VELAS)
Con la gente que me gusta
me dan las claras del alba
compartiendo madrugadas,
palabras, risas y lunas.
Con la gente que me gusta
paso las noches en vela
deberían ser eternas
como la lluvia y la sed.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
Te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente.
Con la gente que me gusta,
alrededor de una mesa,
cualquier vino es un poema,
cualguier charla la locura.
Con la gente que me gusta
me encanta hablar de proyectos;
de esos que se lleva el viento
y que se olvidan después.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
Te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente.
me dan las claras del alba
compartiendo madrugadas,
palabras, risas y lunas.
Con la gente que me gusta
paso las noches en vela
deberían ser eternas
como la lluvia y la sed.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
Te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente.
Con la gente que me gusta,
alrededor de una mesa,
cualquier vino es un poema,
cualguier charla la locura.
Con la gente que me gusta
me encanta hablar de proyectos;
de esos que se lleva el viento
y que se olvidan después.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
Te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente.
ME GUSTA LA GENTE SIMPLE (FACUNDO CABRAL)
Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado
la gente de casa pobre
y corazón millonario
La que todavía suda,
la que se rompe las manos,
la que se juega la vida por el pan de sus hermanos
Me gusta la gente simple
que al vino le llama vino,
la que al pan le llama pan
y enemigo al enemigo
La que se da por entero y no tiene intermediarios
la que comparte conmigo el respeto a los milagros
Me gusta la gente simple,
que se levanta temprano,
porque hay que limpiar la calle,
pintar el frente al mercado,
bajar del camión la fruta,
repartir los telegramas,
servir el café, la sopa, pescar,
embolsar la papa,
cortar el árbol preciso para hacer una guitarra
con la que un día el cantor, caminará por la patria
contando la gente simple,
que sin ella no hay nada,
ni siquiera la milonga
que en el mundo me declara
Me gusta la gente simple
que hace la silla y la mesa,
los zapatos de mi madre,
el vestido de Teresa
La que ríe fácilmente,
la que fácilmente llora,
la que inocente confía
que un día cambien las cosas
Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado
aunque yo soy complicado
la gente de casa pobre
y corazón millonario
La que todavía suda,
la que se rompe las manos,
la que se juega la vida por el pan de sus hermanos
Me gusta la gente simple
que al vino le llama vino,
la que al pan le llama pan
y enemigo al enemigo
La que se da por entero y no tiene intermediarios
la que comparte conmigo el respeto a los milagros
Me gusta la gente simple,
que se levanta temprano,
porque hay que limpiar la calle,
pintar el frente al mercado,
bajar del camión la fruta,
repartir los telegramas,
servir el café, la sopa, pescar,
embolsar la papa,
cortar el árbol preciso para hacer una guitarra
con la que un día el cantor, caminará por la patria
contando la gente simple,
que sin ella no hay nada,
ni siquiera la milonga
que en el mundo me declara
Me gusta la gente simple
que hace la silla y la mesa,
los zapatos de mi madre,
el vestido de Teresa
La que ríe fácilmente,
la que fácilmente llora,
la que inocente confía
que un día cambien las cosas
Me gusta la gente simple
aunque yo soy complicado
GENTE SOLA (PEDRO GUERRA)
VERSIÓN ANA BELÉN
Hay gente en la cola de todos los cines
gente que llora, gente que ríe
gente que sube, que baja de un coche
gente en el Rastro y en los ascensores
gente en la guagua, en el Metro
en la lluvia, en un árbol
gente en la cuesta desnuda,
vestida, cantando,
gente con sombra, con dudas
gente que añora y que ayuda
gente que vive a la moda
que viene y que va...pero que sola está.
Hay gente que sueña que abraza a otra gente
gente que reza y luego no entiende
gente durmiendo en el borde del río
gente en los parques, gente en los libros,
gente esperando en los bancos
de todas las plazas
gente que muere en el borde
de cada palabra
gente que cuenta las horas
gente que siente que sobra
gente que busca a otra gente
en la misma ciudad...pero que sola está.
Gente en el ruido y el humo
de todos los bares
gente que en su corazón
multiplica los panes
gente con ramos de flores
gente borracha de amores
gente que cava su fosa, que no puede más...
pero que sola está, que sola está.
LAS MUCHEDUMBRES (CHARLES BAUDELAIRE)
No a todos les es dado tomar un baño de multitud; gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse a expensas del género humano un atracón de vitalidad aquel a quien un hada insufló en la cuna el gusto del disfraz y la careta, el odio del domicilio y la pasión del viaje.
Multitud, soledad: términos iguales y convertibles para el poeta activo y fecundo. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.
Goza el poeta del incomparable privilegio de poder a su guisa ser él y ser otros. Como las almas errantes en busca de cuerpo, entra cuando quiere en la persona de cada cual. Sólo para él está todo vacante; y si ciertos lugares parecen cerrársele, será que a sus ojos no valen la pena de una visita.
El paseante solitario y pensativo saca una embriaguez singular de esta universal comunión. El que fácilmente se desposa con la muchedumbre, conoce placeres febriles, de que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, interno como un molusco. Adopta por suyas todas las profesiones, todas las alegrías y todas las miserias que las circunstancias le ofrecen.
Lo que llaman amor los hombres es sobrado pequeño, sobrado restringido y débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma, que se da toda ella, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.
Bueno es decir alguna vez a los venturosos de este mundo, aunque sólo sea para humillar un instante su orgullo necio, que hay venturas superiores a la suya, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los sacerdotes misioneros, desterrados en la externidad del mundo, conocen, sin duda, algo de estas misteriosas embriagueces; y en el seno de la vasta familia que su genio se formó, alguna vez han de reírse de los que les compadecen por su fortuna, tan agitada, y por su vida, tan casta.
Y SOMOS LA GENTE (ELADIA BLÁZQUEZ)
Apenas el sol se despierta,
Me toca la puerta y echamos a andar.
¡Qué breve el café, la mañana,
El beso, las ganas de no decir chau!
Soldados de ese desfile
De cientos de miles peleando la vida,
Tratando de hallar la armonía,
El sol o algún día
De felicidad.
Y somos la gente, que lucha, que siente,
Que muele las horas
En tanto trajín de vereda y hollín,
Esperando a su casa volver,
A colgar tanta mufa,
A encender una estufa
Al calor del amor.
Resulta más dulce y más tibio
El simple equilibrio de andar y volver.
¡Qué lindo parece el regreso
Y luego de un beso sentarse a comer!
¡Abrir las ventanas al cielo,
Hacer nuestro vuelo de pájaros locos!
Mañana, otra vez la rutina,
El bar y la esquina de nuestro querer.
LOS JUSTOS (JORGE LUIS BORGES)
RECITADO POR MARIO LUNA
Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
PARA CANTARLE A MI GENTE (MERCEDES SOSA)
Milonga asi,
Para cantarle a mi gente
De tanto verla olvidada,
Le arrimo mi canto
Le doy esperanza
Milonga asi,
Para cantarle a mi gente
Yo canto para encontrarla
Y si ella me escucha
Mi canto hace falta
Busco su voz
Para cantar
Su garganta es mi garganta
Con ella estoy
Vamos a andar
Su camino en la mañana
Milonga asi,
Para cantarle a mi gente
En estas mismas palabras
Se va la paciencia
Que ya se le acaba
Busco su voz
Para cantar
Su garganta es mi garganta
Con ella estoy
Vamos a andar
Su camino en la mañana
Milonga asi,
Para cantarle a mi gente
En estas mismas palabras
Se va la paciencia
Que ya se le acaba
De ella misma
Aprendi
Lo que a ella le dare
Con su voz
Que es mi voz
En milonga cantare
Milonga asi,
Para cantarle a mi gente
9 TERMIDOR - RAYMOND MONVOISIN
GENTE FAMOSA DISCUTIENDO LA DIVINA COMEDIA CON DANTE (DAI DUDU - LI TIEZI - ZHANG AN)
GENTE - GEORGE GROSZ
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