SONETO XIII (PABLO NERUDA)
La luz de tus pies sube a tu cabellera,
la turgencia que envuelve tu forma delicada,
no es de nácar marino, nunca de plata fría:
eres de pan, de pan amado por el fuego.
La harina levantó su granero contigo
y creció incrementada por la edad venturosa,
cuando los cereales duplicaron tu pecho
mi amor era el carbón trabajando en la tierra.
Oh, pan tu frente, pan tus piernas, pan tu boca,
pan que devoro y nace con luz cada mañana,
bienamada, bandera de las panaderías,
una lección de sangre te dio el fuego,
de la harina aprendiste a ser sagrada,
y del pan el idioma y el aroma.
PREGUNTAS DE AMOR - FRAY LUIS DE LEÓN
Si pan es lo que vemos, ¿cómo dura,
sin que comiendo dél se nos acabe?
Si Dios, ¿cómo en el gusto a pan nos sabe?
¿Cómo de sólo pan tiene figura?
Si pan, ¿cómo le adora la criatura?
Si Dios, ¿cómo en tan chico espacio cabe?
Si pan, ¿cómo por ciencia no se sabe?
Si Dios, ¿cómo le come su hechura?
Si pan, ¿cómo nos harta siendo poco?
Si Dios, ¿cómo puede ser partido?
Si pan, ¿cómo en el alma hace tanto?
Si Dios, ¿cómo le miro y le toco?
Si pan, ¿cómo del cielo ha descendido?
Si Dios, ¿cómo no muero yo de espanto
PAN (EDUARDO PEREYRA - CELEDORNIO FLORES)
CARLOS GARDEL
Él sabe que tiene para rato largo
La sentencia en fija lo va a hacer sonar
Así, entre cabrero, sumiso y amargo
La luz de la aurora lo va a visitar
Quisiera que alguno pudiera escucharlo
En esa elocuencia que las penas dan
Y ver si es humano querer condenarlo
Por haber robado un cacho de pan
Sus hijos no lloran por llorar
Ni piden masitas
¡Ni chiches, ni dulces, señor!
Sus hijos se mueren de frío
Y lloran hambrientos de pan
La abuela se queja de dolor
Doliente reproche que ofende a su hombría
También su mujer, escuálida y flaca, en una mirada
Toda la tragedia le ha dado a entender
¿Trabajar? ¿Adónde? Extender la mano
Pidiendo al que pasa, limosna, ¿por qué?
Recibir la afrenta de un: Perdone hermano
El que es fuerte y tiene valor y altivez
Se durmieron todos, cacho la barreta
Si Jesús no ayuda que ayude satán
Un vidrio, unos gritos, carreras, auxilio
Un hombre que llora y un cacho de pan
LA CASA - GABRIELA MISTRAL
La mesa, hijo, está tendida
en blancura quieta de nata,
y en cuatro muros azulea,
dando relumbres, la cerámica.
Ésta es la sal, éste el aceite
y al centro el pan que casi habla.
Oro más lindo que oro del pan
no está ni en fruta ni en retama,
y da su olor de espiga y horno
una dicha que nunca sacia.
Lo partimos, hijito, juntos,
con dedos duros y palma blanda,
y tú lo miras asombrado
de tierra negra que da flor blanca.
Baja la mano de comer,
que tu madre también la baja.
Los trigos, hijo, son del aire,
y son del sol y de la azada;
pero este pan «cara de dios»(*)
no llega a mesas de las casas.
Y si otros niños no lo tienen,
mejor, mi hijo, no lo tocaras,
y no tomarlo mejor sería
con mano y mano avergonzadas.
Hijo, el hambre, cara de mueca,
en remolino gira las parvas,
y se buscan y no se encuentran
el pan y el hambre corcovada.
Para que lo halle, si ahora entra,
el pan dejemos hasta mañana;
el fuego ardiendo marque la puerta,
que el indio qechua nunca cerraba,
¡y miremos comer al hambre,
para dormir con cuerpo y alma!
CON PAN Y CEBOLLA (HOMERO EXPÓSITO - ATILIO STAMPONE)
Por las cosas que tiene París
la sacaba a lucir en Montmartre,
y además le compraba pinturas,
tabaco, ternuras, poemas y pan.
Él, un negro "colifa", de hollín,
y ella un trompo que hacía Pigall.
Fue no sé por qué rara aventura
que hundieron un barco dos décimas más.
Y llegaron al puerto soñado,
la vieron con pan y cebolla
y en Corrientes la angosta y el Bajo,
buscaron laburo, pararon la olla.
Pero al fin -¡nuestro pueblo es así!-,
la engrupió un malandrín de cantor
y al conjuro de un viejo gotán...
¡Al conjuro de un viejo gotán
la madam se piantó!
Por las cosas que tiene París
se encontraron de nuevo en Montmartre.
Él seguía comprando pinturas,
pero ella la dura ternura del pan.
Y él, el negro "colifa", de hollín,
que en el barrio se hacía respetar,
se casó en "Sacre Coeur" con la mina
y esa misma noche la mandó al Pigall.
EL PAN NUESTRO - CÉSAR VALLEJO
Se bebe el desayuno... Húmeda tierra
de cementerio huele a sangre amada.
Ciudad de invierno... La mordaz cruzada
de una carreta que arrastrar parece
una emoción de ayuno encadenada!
Se quisiera tocar todas las puertas,
y preguntar por no sé quién; y luego
ver a los pobres, y, llorando quedos,
dar pedacitos de pan fresco a todos.
Y saquear a los ricos sus viñedos
con las dos manos santas
que a un golpe de luz
volaron desclavadas de la Cruz!
Pestaña matinal, no os levantéis!
¡El pan nuestro de cada día dánoslo,
Señor...!
Todos mis huesos son ajenos;
yo talvez los robé!
Yo vine a darme lo que acaso estuvo
asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!
Y en esta hora fría, en que la tierra
trasciende a polvo humano y es tan triste,
quisiera yo tocar todas las puertas,
y suplicar a no sé quién, perdón,
y hacerle pedacitos de pan fresco
aquí, en el horno de mi corazón...!
SOY PAN, SOY PAZ, SOY MAS (PIERO)
Yo soy, yo soy, yo soy
Soy agua, playa, cielo, casa blanca
Soy Mar Atlántico, viento y América
Soy un montón de cosas santas
Mezclada con cosas humanas ¿cómo te explico?
Cosas mundanas
Fui niño, cuna, teta, pecho, manta
Más miedo, cuco, grito, llanto, raza
Después mezclaron las palabras
O se escapaban las miradas
Algo pasó, no entendí nada
Vamos, decime, contame todo lo que a vos te está pasando ahora
Porque si no, cuando está tu alma sola, llora
Hay que sacarlo todo afuera
Como la primavera
Nadie quiere que adentro algo se muera
Hablar mirándose a los ojos
Sacar lo que se puede afuera
Para que adentro nazcan cosas nuevas
Soy pan, soy paz, soy más, soy la que está por acá
No quiero más de lo que quieras dar
Hoy se te da, hoy se te quita
Igual que con la margarita
Igual al mar, igual la vida, la vida, la vida, la vida
Vamos, decime, contame todo lo que a vos te está pasando ahora
Porque si no, cuando está tu alma sola, llora
Hay que sacarlo todo afuera
Como la primavera
Nadie quiere que adentro algo se muera
Hablar mirándose a los ojos
Sacar lo que se puede afuera
Para que adentro nazcan cosas nuevas, nuevas, nuevas, nuevas
Nuevas, nuevas, nuevas
Nuevas
SONETO DE LA RIMA POBRE - ANDRÉS ELOY BLANCO
Me das tu pan en tu mano amasado,
me das tu pan en tu fogón cocido,
me das tu pan en tu piedra molido,
me das tu pan en tu pilón pilado.
Me das tu rancho en tu palma arropado,
me das tu lecho en tu rincón sumido,
me das tu sorbo, a tu sed exprimido,
me das tu traje, en tu sudor sudado.
Me das, oh Juan, tu dame de mendigo,
me das, oh Juan, tu toma de pobrero,
tu clara fe, tu oscuro desabrigo,
y yo te doy, por lo que dando espero,
el oscuro esperar con que te sigo
y el claro corazón con que te quiero.
A PAN Y AGUA (ENRIQUE CADÍCAMO)
En mi triste evocación surge
el tiempo que se fue.
¡Cuántos años han pasado
y parece que fuera ayer!
¿Dónde está la que amé?
¿Dónde está la que olvidé?
El recuerdo me entristece
y anochece en mi corazón.
Viejo Palermo de entonces
hoy regresas a mi mente.
Cuántos amigos ausentes
como yo recordarán...
esas noches de verbena,
esas noches de alegría,
y este tango que se oía
entre copas de champán...
(Hablado) A pan y agua...
Tango que viene de lejos
a acariciar mis oídos
como un recuerdo querido
con melancólicos dejos.
Tango querido de ayer,
qué ventarrón te alejó.
Junto con ella te has ido
y hoy la trae tu evocación.
SACÓ MOISÉS DE EGIPTO AL PUEBLO HEBREO - FÉLIX LOPE DE VEGA
Sacó Moisés de Egipto al pueblo hebreo,
pasó el Jordán seguro, y por memoria
comió el cordero, y celebró la gloria
de aquel divino general trofeo.
Instituyó la Pascua con deseo
de eternizar aquella dulce historia,
la libertad, el triunfo, la vitoria
figura deste pan que adoro y creo.
Memoria sois, Cordero soberano,
de la salida de otro Egipto fiero,
Pascua divina del linaje humano.
Y así como Moisés más verdadero,
nos da la bendición de vuestra mano
Pascua, pasto, pastor, pan y cordero.
San Hugo en el Refectorio de los Cartujos – Francisco de Zurbarán
LOS TRES MÚSICOS - DIEGO DE VELÁZQUEZ
LA LECHERA - JOHANNES VERMEER
DESAYUNO SOBRE LA HIERBA - ÉDOUARD MANET
DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS - DORIS LEE