SONETO DEL VINO - JORGE LUIS BORGES
¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?
Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.
En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto
otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
VOLVER EN VINO - HORACIO GUARANY
Si el vino viene, viene la vida
Si el vino viene, viene la vida
Vengo a tu viña, tierra querida
Vengo a tu viña, tierra querida
Quiero morirme cantando
Bajo tu parra madura
Y que me entierren al alba
Rega'o de vino mi tumba
Rega'o de vino mi tumba
Si el vino viene, viene la vida
Si el vino viene, viene la vida
Vengo a tu viña, tierra querida
Vengo a tu viña, tierra querida
Quisiera dejar mis huesos
Bajo cielo mendocino
Que mi sangre y mis cenizas
Vuelvan camino del vino
¡Qué triste ha de ser morirse y no volver nunca más!
Pero es tan linda la vida
Pero es tan churo el camino
Que si me muero algún día entiérrenme en Mendoza
En San Juan, allá en la Rioja
O en Cafayate la hermosa, que en vino habré de volver
Y cuando lloren las viñas para que rían los hombres
He de volver en las copas
Y habré de mojar las bocas de mis viejos compañeros
O tal vez de la que quiero y no me pudo querer
Y en una noche de farra cuando lleven la guitarra
Si ven al vino llorar, déjenlo llorar su pena
Déjenlo llorar su pena
Que en la lágrima morena como nunca he de cantar
La vida es un vino amargo
Dulce en jarra compartida
Que los que nadan pa' dentro
Se ahogan solito' en la vida
Si el vino viene, viene la vida
Si el vino viene, viene la vida
Vengo a tu viña, tierra querida
Vengo a tu viña, tierra querida
BRINDIS - JOSÉ ÁNGEL BUESA
He aquí dos rosas frescas, mojadas de rocío:
una blanca, otra roja, como tu amor y el mío.
Y he aquí que, lentamente, las dos rosas deshojo:
la roja, en vino blanco; la blanca, en vino rojo.
Al beber, gota a gota, los pétalos flotantes
me rozarán los labios, como labios de amante;
y, en su llama o su nieve de idéntico destino,
serán como fantasmas de besos en el vino.
Ahora, elige tú, amiga, cuál ha de ser tu vaso:
si éste, que es como un alba, o aquél, como un ocaso.
No me preguntes nada: yo sé bien que es mejor
embriagarse de vino que embriagarse de amor...
Y así mientras tú bebes, sonriéndome así,
yo, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti...
VINO, MUJERES Y CANTO - JOHANNES STRAUSS
ESTATUTO DEL VINO - PABLO NERUDA
Cuando a regiones, cuando a sacrificios
manchas moradas como lluvias caen,
el vino abre las puertas con asombro,
y en el refugio de los meses vuela
su cuerpo de empapadas alas rojas.
Sus pies tocan los muros y las tejas
con humedad de lenguas anegadas,
y sobre el filo del día desnudo
sus abejas en gotas van cayendo.
Yo sé que el vino no huye dando gritos
a la llegada del invierno,
ni se esconde en iglesias tenebrosas
a buscar fuego en trapos derrumbados,
sino que vuela sobre la estación,
sobre el invierno que ha llegado ahora
con un puñal entre las cejas duras.
Yo veo vagos sueños,
yo reconozco lejos,
y miro frente a mí, detrás de los cristales,
reuniones de ropas desdichadas.
A ellas la bala del vino no llega,
su amapola eficaz, su rayo rojo,
mueren ahogados en tristes tejidos,
y se derrama por canales solos,
por calles húmedas, por ríos sin nombre,
el vino amargamente sumergido,
el vino ciego y subterráneo y solo.
Yo estoy de pie en su espuma y sus raíces,
yo lloro en su follaje y en sus muertos,
acompañado de sastres caídos
en medio del invierno deshonrado,
yo subo escalas de humedad y sangre
tanteando las paredes,
y en la congoja del tiempo que llega
sobre una piedra me arrodillo y lloro.
Y hacia túneles acres me encamino
vestido de metales transitorios,
hacia bodegas solas, hacia sueños,
hacia betunes verdes que palpitan,
hacia herrerías desinteresadas,
hacia sabores de lodo y garganta,
hacia imperecederas mariposas.
Entonces surgen los hombres del vino
vestidos de morados cinturones,
y sombreros de abejas derrotadas,
y traen copas llenas de ojos muertos,
y terribles espadas de salmuera,
y con roncas bocinas se saludan
cantando cantos de intención nupcial.
Me gusta el canto ronco de los hombres del vino,
y el ruido de mojadas monedas en la mesa,
y el olor de zapatos y de uvas
y de vómitos verdes:
me gusta el canto ciego de los hombres,
y ese sonido de sal que golpea
las paredes del alba moribunda.
Hablo de cosas que existen, Dios me libre
de inventar cosas cuando estoy cantando!
Hablo de la saliva derramada en los muros,
hablo de lentas medias de ramera,
hablo del coro de los hombres del vino
golpeando el ataúd con un hueso de pájaro.
Estoy en medio de ese canto, en medio
del invierno que rueda por las calles,
estoy en medio de los bebedores,
con los ojos abiertos hacia olvidados sitios,
o recordando en delirante luto,
o durmiendo en cenizas derribado.
Recordando noches, navíos, sementeras,
amigos fallecidos, circunstancias,
amargos hospitales y niñas entreabiertas:
recordando un golpe de ola en cierta roca
con un adorno de harina y espuma,
y la vida que hace uno en ciertos países,
en ciertas costas solas,
un sonido de estrellas en las palmeras,
un golpe del corazón en los vidrios,
un tren que cruza oscuro de ruedas malditas
y muchas cosas tristes de esta especie.
A la humedad del vino, en las mañanas,
en las paredes a menudo mordidas por los días de invierno
que caen en bodegas sin duda solitarias,
a esa virtud del vino llegan luchas,
y cansados metales y sordas dentaduras,
y hay un tumulto de objeciones rotas,
hay un furioso llanto de botellas,
y un crimen, como un látigo caído.
El vino clava sus espinas negras,
y sus erizos lúgubres pasea,
entre puñales, entre medianoches,
entre roncas gargantas arrastradas,
entre cigarros y torcidos pelos,
y como ola de mar su voz aumenta
aullando llanto y manos de cadáver.
Y entonces corre el vino perseguido
y sus tenaces odres se destrozan
contra las herraduras, y va el vino en silencio,
y sus toneles, en heridos buques en donde el aire muerde
rostros, tripulaciones de silencio,
y el vino huye por las carreteras,
por las iglesias, entre los carbones,
y se caen sus plumas de amaranto,
y se disfraza de azufre su boca,
y el vino ardiendo entre calles usadas
buscando pozos, túneles, hormigas,
bocas de tristes muertos,
por donde ir al azul de la tierra
en donde se confunden la lluvia y los ausentes.
TUS CARTAS SON UN VINO - MIGUEL HERNÁNDEZ
JOAN MANUEL SERRAT
Tus cartas son un vino
Que me trastorna y son
El único alimento para mi corazón.
Desde que estoy ausente
No sé sino soñar,
Igual que el mar tu cuerpo,
Amargo igual que el mar.
Aunque bajo la tierra
Mi amante cuerpo esté,
Escríbeme, paloma,
Que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
Con zumo de clavel,
Y encima de mis huesos
De amor cuando papel.
Tus cartas apaciento
Metido en un rincón
Y por redil y hierba
Les doy mi corazón.
Aunque bajo la tierra
Mi amante cuerpo esté,
Escríbeme, paloma,
Que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
Con zumo de clavel,
Y encima de mis huesos
De amor cuando papel.
Tus cartas son un vino
Que me trastorna y son
El único alimento para mi corazón.
COPLAS DEL VINO - NICANOR PARRA
Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.
Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.
¿Hay algo, pregunto yo
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?
El vino tiene un poder
que admira y que desconcierta,
transmuta la nieve en fuego
y al fuego lo vuelve piedra.
El vino es todo, es el mar,
las botas de veinte leguas,
la alfombra mágica, el sol,
el loro de siete lenguas.
Algunos toman por sed,
otros por olvidar deudas
y yo por ver lagartijas
y sapos en las estrellas.
El hombre que no se bebe
su copa sanguinolenta
no puede ser, creo yo,
cristiano de buena cepa.
El vino puede tomarse
en lata, cristal o greda,
pero es mejor en copihue,
en fucsia o en azucena.
El pobre toma su trago
para compensar las deudas
que no se pueden pagar
con lágrimas ni con huelgas.
Si me dieran a elegir
entre diamantes y perlas,
yo elegiría un racimo
de uvas blancas y negras.
El ciego con una copa
ve chispas y ve centellas
y el cojo de nacimiento
se pone a bailar la cueca.
El vino cuando se bebe
con inspiración sincera
sólo puede compararse
al beso de una doncella.
Por todo lo cual levanto
mi copa al sol de la noche
y bebo el vino sagrado
que hermana los corazones.
VINO, DINERO Y AMOR - ELVIS PRESLEY
El amor
I like to drink wine, and money is fine
But I like the girls even more
Viva el vino, viva el dinero, viva viva el amor
Some pesos you pass, put wine in her glass
And soon she will say "si senor"
Viva el vino, viva el dinero, viva viva el amor
With wine on your lips and money in your pocket
And your sweetheart in your arms
You're rich as you can be
So lift up your glass, let's sing it all together
Muchachas, caballeros, make this toast with me
We'll drink one more time, with money and wine
Let's drink to the girls we adore
Viva el vino, viva el dinero, viva viva el amor
Sing one more time, money and wine
Let's sing to the girls we adore
Viva el vino, viva el dinero, viva viva...
El amor
PINTURA DEL VALLE DE LAS REINAS DEL ANTIGUO EGIPTO EN DONDE SE OBSERVA LA ELABORACIÓN DEL VINO.
MOSAICO Romanos pisando uvas. Casa del anfiteatro. Mérida. Siglo II
Monje probando vino. Aldobrandino de Siena. Siglo XIII.
BACO, EL DIOS DEL VINO - MICHELANGELO BUONAROTTI
BACO - CARAVAGGIO
PIERRE-AUGUSTE RENOIR - ALMUERZO EN LA FIESTA DE LOS BARCOS.
Autorretrato con botella de vino, de Edvard Munch.