ALEXEJ JAWLENSKY
Desde la mitad de la vida hacia adelante, sólo permanece vital aquel que está preparado para morir con vida.
CARL GUSTAV JUNG
SÍNDROME (MARIO BENEDETTI)
Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
CANCIONES DE LA VIDA MEDIA (LUIS PALÉS MATOS)
Ahora vamos de nuevo a cantar alma mía;
A cantar sin palabras.
Desnúdate de imágenes y poda extensamente
Tus viñas de hojarasca.
No adulteres el mosto que hierve en tus lagares
Con esencias extrañas,
Y así, te dará un vino sencillo pero puro,
Porque es vino de casa.
Anda el viejo camino para que se te vea
La intención noble y clara,
Y huye de las retóricas travesuras ingenuas
Que inquietaron tu infancia.
Ya eres vieja, alma mía. Árbol que entra en la zona
De la vida mediada.
Como fruta madura te cuelga el sentimiento
De la rama más alta.
Rama de bella fronda que perfumó al canto,
Ahora se ve pelada...
Para cuajar el fruto tuvieron que caerse
Las hojas de la rama.
Así estás, alma mía, en tu grave hora nueva,
Toda desnuda y blanca,
Erguida hacia el silencio milenario y profundo
De la estrella lejana.
TAN JOVEN Y TAN VIEJO (JOAQUIN SABINA)
Lo primero que quise fue marcharme bien lejos;
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dió las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.
Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dió las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.
Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.
I (MÓNICA TRACEY)
Un amigo escribió
En la mitad de la vida
cuando tenía treinta y cinco
la última vez tomamos té
con medialunas
la última vez le llevé
alfajorcitos de maizena
le dije que lo quería
nunca le dije
que jamás me atrevería
a escribir en la mitad de la vida
ni siquiera ahora
después de haberla
dejado atrás
LA EXTRAÑA DAMA (VALERIA LYNCH)
Un montón de sueños que soñando están
desde tu partida
me equivoque, no supe ver
mi juventud murió recién nacida.
El vacío, poco a poco
me convirtió en hija de la vida
atormentada por amor, mujer dolor,
pudo mas la fe
y mi corazón cerró su herida
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
Llena de recuerdos y resignación
me aferré al destino
sin descansar, hasta encontrar
la herencia que dejaste en mi camino
la esperanza fue mi guía
los años acortaron mi agonía.
atormentada por amor, mujer dolor,
pudo mas la fe
y mi corazón cerró su herida
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
Llena de recuerdos y resignación
me aferré al destino
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
desde tu partida
me equivoque, no supe ver
mi juventud murió recién nacida.
El vacío, poco a poco
me convirtió en hija de la vida
atormentada por amor, mujer dolor,
pudo mas la fe
y mi corazón cerró su herida
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
Llena de recuerdos y resignación
me aferré al destino
sin descansar, hasta encontrar
la herencia que dejaste en mi camino
la esperanza fue mi guía
los años acortaron mi agonía.
atormentada por amor, mujer dolor,
pudo mas la fe
y mi corazón cerró su herida
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
Llena de recuerdos y resignación
me aferré al destino
despierta soledad, envuélveme
soy esa extraña dama
que esta dispuesta a vencer.
MU'ALLAGA (ZUHAYR IBN ABI SULMA)
Quien con las armas no defienda su propio honor,
verá su honor derribado.
Quien no agravie, será objeto de agravio.
Quien viaje, tenga al amigo por enemigo.
Quien no se respete, no será honrado.
La naturaleza del hombre siempre se desvela,
aunque crea ocultarla.
La persona que calla es admirada;
es al hablar cuando merma o se engrandece.
La lengua es la mitad del hombre,
la otra mitad es el corazón;
el resto no es sino carne y sangre.
La estupidez del viejo nunca se vuelve sensatez.
Al madurar, la estupidez del joven puede volverse
sensatez.
Pedimos y pedimos,
se nos da y se nos vuelve a dar;
pero quien mucho pide, un día no recibirá.
HAY QUE VER (ALBERTO CORTEZ)
Hay que ver... hay que ver...
cómo pasan los años!
Parece que fue ayer
que pisé un escenario
por la primera vez, t
enía tanto miedo,
que por hacerlo bien,
me entregué todo entero.
Hay que ver... hay que ver...
cómo pasa la vida!
Parece que fue ayer
que dejé mi guarida,
para echarme a volar
con mis alas cachorras
y empezar a juntar
pedacitos de gloria.
Hay que ver... hay que ver...
cuánto tiempo ha pasado!
Yo sigo como ayer,
igual de enamorado de la luz y el color,
del amor a hurtadillas,
del sencillo valor de las cosas sencillas.
Nada tengo de más,
ni tampoco de menos,
ni he querido jamás
jugar al "chico bueno".
No me gusta el sabor de arrepentimiento
ni tampoco el color de los predicamentos.
Si han podido pasar cosas malas y buenas,
el balance final ha valido la pena.
La presea mejor que jamás
he tenido es sentir emoción
con la palabra "amigo"
Hay que ver... hay que ver...
cómo pasan los años!
Parece que fue ayer
que pisé un escenario
por la primera vez,
tenía tanto miedo.
¡Hay que ver...
hay que ver..
aún lo sigo teniendo!.
A LOS CUARENTA V CINCO (AMADO NERVO)
Musa, a los cuarenta y cinco,
hagamos, con más ahínco
recubriendo los otoños
que nunca, versos de amor,
invasores con retoños
de primaveral verdor.
A fin de que las muchachas,
locuelas y vivarachas,
ornen nuestra soledad
y a nuestro lado se encanten,
que nuestros versos les canten
cosas propias de su edad.
Tenemos algunas canas
tal vez, y arrugas... (¿tempranas?)
que urge hacerse perdonar,
y conviene que las bellas
... o finjan no reparar.
no reparen, ¡ay!, en ellas
¡Demos a la vagarosa
rima alas de mariposa;
vistamos nuestro soñar
de blancos y leves tules;
contemos cuentos azules,
que son lindos de contar!
¡Nada adusto, nada serio!
¡Por hoy, reciba el misterio
que nos seduce, un adiós:
y en vez del vuelo aquilino,
en las alas de un divino
beso, vayamos a Dios!
¡Conque, Musa, ya lo sabes:
en mis crepúsculos graves
pon auroral resplandor,
y así, a los cuarenta y cinco,
haremos, con más ahínco
que nunca, versos de amor!
A MIS CUARENTA Y DIEZ (JOAQUÍN SABINA)
A mis cuarenta y diez,
Cuarenta y nueve dicen que aparento,
Más antes que después,
He de enfrentarme al delicado momento
De empezar a pensar
En recogerme, de sentar la cabeza,
De resignarme a dictar testamento
(perdón por la tristeza).
Para que mis allegados, condenados
A un ingrato futuro,
No sufran lo que he sufrido, he decidido
No dejarles ni un duro,
Sólo derechos de amor,
Un siete en el corazón y un mar de dudas,
A condición de que no
Los malvendan, en el rastro, mis viudas.
Y, cuando, a mi rocío,
Le escueza el alma y pase la varicela,
Y, un rojo escalofrío,
Marque la edad del pavo de mi carmela,
Tendrán un mal ejemplo, un hulla hop
Y un d'artacán que les ladre,
Por cada beso que les regateó
El fanfarrón de su padre.
Pero sin prisas, que, a las misas
De réquiem, nunca fui aficionado,
Que, el traje de madera, que estrenaré,
No está siquiera plantado,
Que, el cura, que ha de darme la extremaunción,
No es todavía monaguillo,
Que, para ser comercial, a esta canción
Le falta un buen estribillo.
Desde que salgo con la pálida dama
Ando más muerto que vivo,
Pero dormir el sueño eterno en su cama
Me parece excesivo,
Y, eso que nunca he renunciado a buscar,
En unos labios abiertos,
Dicen que hay besos de esos que, te los dan,
Y resucitan a un muerto.
Y, si a mi tumba, os acercáis de visita,
El día de mi cumpleaños,
Y no os atiendo, esperádme, en la salita,
Hasta que vuelva del baño.
¿a quién le puede importar,
Después de muerto, que uno tenga sus vicios...?
El día del juicio final
Puede que dios sea mi abogado de oficio.
Pero sin prisas, que, a las misas
De réquiem, nunca fui aficionado,
Que, el traje de madera, que estrenaré,
No está siquiera plantado,
Que, el cura, que ha de darme la extremaunción,
No es todavía monaguillo,
Que, para ser comercial, a esta canción
Le falta un buen estribillo.
Cuarenta y nueve dicen que aparento,
Más antes que después,
He de enfrentarme al delicado momento
De empezar a pensar
En recogerme, de sentar la cabeza,
De resignarme a dictar testamento
(perdón por la tristeza).
Para que mis allegados, condenados
A un ingrato futuro,
No sufran lo que he sufrido, he decidido
No dejarles ni un duro,
Sólo derechos de amor,
Un siete en el corazón y un mar de dudas,
A condición de que no
Los malvendan, en el rastro, mis viudas.
Y, cuando, a mi rocío,
Le escueza el alma y pase la varicela,
Y, un rojo escalofrío,
Marque la edad del pavo de mi carmela,
Tendrán un mal ejemplo, un hulla hop
Y un d'artacán que les ladre,
Por cada beso que les regateó
El fanfarrón de su padre.
Pero sin prisas, que, a las misas
De réquiem, nunca fui aficionado,
Que, el traje de madera, que estrenaré,
No está siquiera plantado,
Que, el cura, que ha de darme la extremaunción,
No es todavía monaguillo,
Que, para ser comercial, a esta canción
Le falta un buen estribillo.
Desde que salgo con la pálida dama
Ando más muerto que vivo,
Pero dormir el sueño eterno en su cama
Me parece excesivo,
Y, eso que nunca he renunciado a buscar,
En unos labios abiertos,
Dicen que hay besos de esos que, te los dan,
Y resucitan a un muerto.
Y, si a mi tumba, os acercáis de visita,
El día de mi cumpleaños,
Y no os atiendo, esperádme, en la salita,
Hasta que vuelva del baño.
¿a quién le puede importar,
Después de muerto, que uno tenga sus vicios...?
El día del juicio final
Puede que dios sea mi abogado de oficio.
Pero sin prisas, que, a las misas
De réquiem, nunca fui aficionado,
Que, el traje de madera, que estrenaré,
No está siquiera plantado,
Que, el cura, que ha de darme la extremaunción,
No es todavía monaguillo,
Que, para ser comercial, a esta canción
Le falta un buen estribillo.
YO NO SÉ CÓMO HAN PASADO LAS COSAS (MAGDA ISANOS)
Yo no sé cómo han pasado las cosas,
la juventud se ha ido para siempre.
El arco de mis cejas ha descansado un poco
y su trazo ya no muestra el orgullo de entonces.
Qué se hicieron los días resonantes?
Y las flores azules en el trigo?
No recordaré más ni buscaré.
Antes, tal vez, todo era más hermoso.
La luz igual
no tienta ni me engaña.
Y los frutos que ansié ya maduraron
y en mis sueños florecen otra vez.
Sí. No sé cómo han pasado las cosas.
Se adelgazó la tierra y bajó el horizonte.
Ya no ocurren milagros, las estrellas no caen
como en las claras noches de mi infancia.
EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS (MARIO DE ANDRADE)
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa.........
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…..
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna, de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás
PARÁBOLA DE UNO MISMO (ALBERTO CORTEZ)
Uno va subiendo la vida
de a cuatro los primeros escalones,
tiene todas las luces encendidas
y el corazón repleto de ilusiones...
uno va quemando energías,
es joven, tiene fe y está seguro,
soltándole la rienda a su osadía
llegará sin retrasos el futuro...
y uno sube, sube, sube,
flotando como un globo en el espacio,
los humos los confunde con las nubes,
subestimando a todos los de abajo...
y uno sigue, sigue, sigue
sumando vanaglorias y ambiciones,
no sabe en realidad lo que persigue
y va de distorsión en distorsiones...
uno es un montón de etiquetas,
es un escaparate, un decorado,
un simple personaje de opereta,
un fruto de consumo consumado...
uno es una simple herramienta
que tiran cuando ya cae en desuso,
uno lo sabe, pero no escarmienta,
sigue aferrado a la ilusión que puso...
y uno piensa, piensa, piensa
que siempre seguirá en el candelero,
que nunca ha de vaciarse su despensa,
que queda mucha tinta en el tintero...
y uno sigue, sigue, sigue,
cautivo de su imagen, caminando,
el ego desbordado no concibe
que muchos otros vengan empujando...
y uno va teniendo evidencias,
ya no recibe flores ni palmadas,
rechaza que empezó su decadencia,
que va por la escalera de bajada...
uno alza su voz de protesta,
suplica por seguir estando a bordo,
y duda, cuando nadie le contesta,
si se ha quedado mudo o si son sordos...
si uno baja, baja, baja,
no quiere, por orgullo, lamentarse
que ya no es quien baraja la baraja
ni se ha guardado un as para jugarse...
y uno baja, baja, baja,
desciende lentamente hacia el olvido,
hay algo en su balance que no encaja,
lo que ha querido ser y que no ha sido...
uno queda solo en la mesa
negando su pasado amargamente,
le cuesta confesar que ha sido presa
de un canto de sirenas permanente...
y uno es una isla desierta,
un médano en el mar, un espejismo,
empieza por abrir todas las puertas
y termina a solas con sí mismo...
de a cuatro los primeros escalones,
tiene todas las luces encendidas
y el corazón repleto de ilusiones...
uno va quemando energías,
es joven, tiene fe y está seguro,
soltándole la rienda a su osadía
llegará sin retrasos el futuro...
y uno sube, sube, sube,
flotando como un globo en el espacio,
los humos los confunde con las nubes,
subestimando a todos los de abajo...
y uno sigue, sigue, sigue
sumando vanaglorias y ambiciones,
no sabe en realidad lo que persigue
y va de distorsión en distorsiones...
uno es un montón de etiquetas,
es un escaparate, un decorado,
un simple personaje de opereta,
un fruto de consumo consumado...
uno es una simple herramienta
que tiran cuando ya cae en desuso,
uno lo sabe, pero no escarmienta,
sigue aferrado a la ilusión que puso...
y uno piensa, piensa, piensa
que siempre seguirá en el candelero,
que nunca ha de vaciarse su despensa,
que queda mucha tinta en el tintero...
y uno sigue, sigue, sigue,
cautivo de su imagen, caminando,
el ego desbordado no concibe
que muchos otros vengan empujando...
y uno va teniendo evidencias,
ya no recibe flores ni palmadas,
rechaza que empezó su decadencia,
que va por la escalera de bajada...
uno alza su voz de protesta,
suplica por seguir estando a bordo,
y duda, cuando nadie le contesta,
si se ha quedado mudo o si son sordos...
si uno baja, baja, baja,
no quiere, por orgullo, lamentarse
que ya no es quien baraja la baraja
ni se ha guardado un as para jugarse...
y uno baja, baja, baja,
desciende lentamente hacia el olvido,
hay algo en su balance que no encaja,
lo que ha querido ser y que no ha sido...
uno queda solo en la mesa
negando su pasado amargamente,
le cuesta confesar que ha sido presa
de un canto de sirenas permanente...
y uno es una isla desierta,
un médano en el mar, un espejismo,
empieza por abrir todas las puertas
y termina a solas con sí mismo...
MADURECES (FRANCISCO ACUÑA FIGUEROA)
Ansioso un higo comía
-cuenta a Gil el viejo Arbelo-
y, ¡tris!, saltó un diente al suelo
de sólo tres que tenía"
"Es bien raro el accidente
estando maduro el higo"
Y aquél contestóle: "Amigo,
más maduro estaba el diente"
Las edades del hombre,litografía de 1906 (París Museo de las Artes y Tradiciones Populares)
TRES EDADES EL HOMBRE - PABLO PICASSO
VEJEZ, ADOLESCENCIA, INFANCIA (EUGENIO SALVADOR DALI)
LAS EDADES DEL HOMBRE - VON MAREES
LAS TRES EDADES DEL HOMBRE - GIORGIONE
LAS TRES EDADES DE LA MUJER Y LA MUERTE (HANS BALDUNG)
LAS TRES EDADES DE LA VIDA Y LA MUERTE (HANS BALDUNG)
LAS TRES EDADES DE LA MUJER - GUSTAVE KLIMT
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