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27.2.14

CAMPO







CASA CON HUERTO (CONSTANTINO KAVAFIS)

Quisiera tener una casa. de campo
con un jardín muy grande -no tanto
por las flores, por los árboles, y por el verdor
(por cierto que también se hallen: son bellísimos),
sino para tener animales. Ah, ¡tener animales!
Al menos siete gatos -dos bien negros,
y dos albos como nieve, para el contraste.
Un serio papagayo, para escucharlo
decir cosas con énfasis y convicción.
En cuanto a perros, creo que tres me bastarían.
Quisiera también dos caballos (buenos son los caballitos).
Y sobre todo tres o cuatro de aquellos valiosos,
simpáticos, animales, los asnos,
que estuvieran echados perezosamente, que menearan alegres sus cabezas.
CAMPESINA (JOAN MANUEL SERRAT)
A golpes, el badajo
llamó al amanecer,
y a ti, camino abajo,
camino del taller
te busca una sirena.

Ten cuidado, mujer.
Campesina.
Diecisiete años.
Campesina.
Soldador y estaño.
Campesina.
Campesina.
Campesina.

Soldar hilo con hilo,
y no saber por qué
va el siete con el cinco
y el cuatro con el tres.

De sirena a sirena
están mintiéndote.
Campesina.
Si el viento y los robles,
campesina,
se saben tu nombre.
Campesina.
Campesina.
Campesina.

Es septiembre, y las uvas
están por madurar.
Aires de fiesta cantan
las prensas y el lagar.

No escuches la sirena
y ve a vendimiar.
Campesina.
Carita empolvada.
Campesina.
De recién casada.
Campesina.
Campesina.
Campesina.

Tiene añoranza el río
de tu cara y tu sed,
la harina de tus manos
y el mosto de tu pie.

No escuches la sirena
y vuélvete.
Campesina.
Despierta el asombro.
Campesina.
Cantarillo al hombro.
Campesina.
Campesina.
Campesina.

TREGUA EN EL CAMPO (JUANA DE IBARBOUROU)

Mujer que te has venido con el alma estrujada
Por la ácida y torva vida de la ciudad:
Cúrate en el silencio, ama tu casa aislada,
Bendice este paréntesis, suave, de soledad.

Torna a ser como antes, dulce y despreocupada,
Olvida que conoces cansancio y saciedad.
¡Que bajo tu corteza gris de civilizada,
Surja la campesina que adurmió la ciudad!

¡Con esta primavera tan cálida y soleada,
Mujer, que te avergüence tu taciturnidad!



LOS PUEBLOS DE GESTO ANTIGUO (HAMLET LIMA QUINTANA-TACÚN LASARTE)
MERCEDES SOSA
VERSIÓN CANTORAL
VERSIÓN LOS LAIKAS

Me gustan los pueblos chicos de gesto antiguo
Con gente que da la mano y saluda al sol
Que sabe ganar la vida y ganar la muerte
Allá me voy a vivir
Con gente que planta un árbol y enciende amor.

Me iré por aquel camino que lleva al pueblo
Que crece entre la ternura que da el maíz
Mi iré con la lucha a cuestas y el alma abierta
Allá me voy a vivir
Con toda la fuerza antigua de mi raíz.

La gente estará cantando la vida nueva
Que esta creciendo en los pueblos chicos
Los pueblos de gesto antiguo
Con gente que da la mano.

Me voy a cantar con ellos hasta que el alba
Rocíe el campo de aroma puro.
Sencillo como la lluvia
Profundo como la paz.

Los pueblos de gesto antiguo se dan la mano
Los pueblos se dan la mano para
Vencer
Los pueblos que van creciendo como los vientos
Allá me voy a vivir
En ese pueblo tan chico que va a nacer.

La gente estará cantando la vida nueva
Que esta creciendo en los pueblos chicos
Los pueblos de gesto antiguo
Con gente que da la mano.

Me voy a cantar con ellos hasta que el alba
Rocíe el campo de aroma puro
Sencillo como la lluvia
Profundo como la paz.

Me iré por aquel camino que lleva al pueblo
Que crece entre la ternura que da el maíz
Mi iré con la lucha a cuestas y el alma abierta
Allá me voy a vivir
Con toda la fuerza antigua de mi raíz.

Me gustan los pueblos chicos de gesto antiguo
Con gente que da la mano y saluda al sol...


LA MISA DE LAS FLORES (MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA)
      Que fais-tu là? me dit Virgile
      Maître, je mets Pégase au vert.
      Víctor Hugo

      Boileau se queda en el aula
      Y Voltaire en la ciudad.
      ¡Musa, al campo! ¡Abre la jaula!
      ¡Señores versos, entrad!

      Alce la oda en el bosque
      Su deslumbrante oriflama;
      Que la sátira se enrosque
      Y que brinque el epigrama.

      Beba el madrigal coqueto
      En los lirios vino blanco,
      Y pensativo el soneto
      Descanse en rústico banco.

      Tenue, frígido remusgo
      Entre los alcores sopla.
      ¡Cuántas perlas en el musgo
      Hay para tu cuello, copla!

      Despierta, perezosilla,
      Despierta, que viene el alba…
      Para hacerte una sombrilla
      Cortó Robín esta malva.

      Deja tu alcoba: el jazmín
      No en blando reposo olvides,
      Que te aguarda tu escarpín,
      Tu pequeño nomeolvides.

      La persiana de cristal
      Que anoche tejió la escarcha
      En tu cámara nupcial,
      Rompe de un soplo ¡y en marcha!

      Ya no triste soliloquia
      El nocturno ruiseñor,
      Y el gorrión madrugador
      Llama a misa en la parroquia.

      Vamos al templo. Hoy es fiesta.
      Tulipán dirá el sermón;
      En la misa, gran orquesta;
      Y en la tarde, procesión.

      Palomas y codornices,
      Con hojitas de azahares
      Remiendan sobrepellices
      Y componen los altares.

      Un pobre topo, el más mandria
      Y apocado, barre el coro.
      ¡Hoy va a cantar la calandria,
      La calandria de voz de oro!

      Será el zenzontle, tenor;
      Jilguero, primer violín;
      Y maestro director
      El arrogante clarín.

      La pila de agua bendita
      Que está en el rincón umbrío,
      Es silvestre margarita
      Llena de fresco rocío.

      El candelabro mayor
      Es una hermosa araucaria,
      Y aquel altar, siempre en flor,
      Es de santa pasionaria.

      Mil cazoletas de almendro
      Perfuman el tabernáculo;
      Ya viene con mitra y báculo
      Monseñor el rododendro.

      Van los breves aretillos
      Repicando cascabeles,
      Y detrás, rojos claveles
      Vestidos de monaguillos.

      Doble sarta de corales
      Parecen: mira al monago
      Que marcha entre dos ciriales
      Y alza la cruz de Santiago.

      Otro, guapo y petimetre
      Va con acetre e hisopo,
      Y el hisopo de su acetre
      Es un pompón de heliotropo.

      Del coro bajo en las rejas,
      Absortas en sus plegarias,
      Se agrupan las trinitarias,
      Que tienen caras de viejas.

      ¿No miras los blancos cirios
      De plateadas escamas?
      Son encarrujados lirios,
      Y de mirto son las llamas.

      A la camelia patricia
      Ya la azalea pizpireta
      Ve la azucena novicia
      Con sus ojos de violeta.

      En un sitial la dahalia
      Como priora se esponja,
      Mientras la tórtola monja
      Entra de sayo y sandalia.

      Abajo, frescas irídeas
      Cubren la arena del piso,
      Y forman árido friso
      En los muros las orquídeas.

      ¿No oíste parar un coche?
      Es del alcalde. ¡Qué gruesa
      Va la señora alcaldesa
      Con su dondiego de noche!

      En cambio ¡qué jubilosas,
      Qué frescas y qué elegantes
      Están las jóvenes rosas!
      ¡Qué indevotos sus amantes!

      Aquél que de negro viste,
      El de las grandes ojeras,
      Es un pensamiento triste...
      ¡Sufre mucho! ¡Si supieras!…

      Mas ¡silencio! ¡De rodillas!
      Ya el monago de roquete
      Girar hace el rehilete
      De azulinas campanillas.

      Parece el altar brillante
      Ascua de plata inflamada.
      ¡Ya levanta el oficiante
      La gardenia inmaculada!

      Luego, una ráfaga fría
      Súbita baja del coro
      Y apaga la luz que ardía
      En el gran trébol de oro.

      Los rojos mirtos, prendidos
      En los cirios, azulean,
      Se retuercen, parpadean
      Y quédanse al fin dormidos.

      Sus pábilos en hilera
      Simulan negro rosario;
      Por la torcida escalera
      Baja el cuervo al santuario.

      Frente al sagrario se hinca,
      El agudo pico tiende
      Y, lámpara azul, se enciende,
      Tremulante, la pervinca.

      Salgamos: la muda selva
      Derrama dulce beleño,
      Y esparce la madreselva
      Su apacible olor de sueño.

      Cierran las flores sus broches
      Calla la breve campana:
      Flores nuevas, buenas noches;
      Musa azul, hasta mañana.
AGUITA DEMORADA (MERCEDES SOSA)
Venite como quieras agüita terca
Te espera mi guitarra y mi tierra seca
Llename de coyuyos y alojas frescas
Abrime la esperanza de una cosecha

Si vos queres que sea nube muy negra
Decimelo chinita y sere mi pena

Chacarera que canto
Mientras la espero
Si se moja mi guitarra
Que mi llanto le sea ajeno

Ya los veo a mis changos
En medio del barro
Urdiendo por la siesta
De carro en carro

Segurito que llegues
De madrugada
Despeinada y gritona
Mujer amada

Asi es la cosa agüita
No te demores
No sea que la seca
Borre mi nombre 

CAMPO (ANTONIO MACHADO)
    La tarde está muriendo
    Como un hogar humilde que se apaga.
    Allá, sobre los montes,
    Quedan algunas brasas.
    Y ese árbol roto en el camino blanco
    Hace llorar de lástima.
    ¡Dos ramas en el tronco herido, y una
    Hoja marchita y negra en cada rama!
    ¿Lloras?... Entre los álamos de oro,
    Lejos, la sombra del amor te aguarda.
ENTRE A MI PAGO SIN GOLPEAR (PETECO CARABAJAL)
VERSIÓN EL CHAQUEÑO PALAVECINO Y LOS NOCHEROS
VESIÓN MERCEDES SOSA
VERSIÓN SOLEDAD PASTORUTTI
Fue mucho mi penar 
andando lejos del pago 
tanto correr 
pa’ llegar a ningún lado 
y estaba donde nací 
lo que buscaba por ahí 
Es oro la amistad 
que no se compra ni vende 
sólo se da 
cuando en el pecho se siente 
no es algo que se ha de usar 
cuando te sirva y nada más 
Así es como se dan 
en la amistad mis paisanos 
sus manos son 
pa’ cacho y mate cebado 
y la flor de la humildad 
suele su rancho perfumar 
La vida me han prestado 
y tengo que devolverla 
cuando el creador 
me llame para la entrega 
que mis huesos, piel y sal 
abonen mi suelo natal 
La luna es un terrón 
que alumbra con luz prestada 
solo al cantor 
que canta coplas del alma 
le estalla en el corazón 
el sol que trepa por su voz 
Cantor para cantar 
si nada dicen tus versos 
ay! para qué 
vas a callar al silencio 
si es el silencio un cantor 
lleno de duendes en la voz 
Mi pueblo es un cantor 
que canta la chacarera 
no ha de cantar 
lo que muy dentro no sienta 
cuando lo quiera escuchar 
entre a mi pago sin golpear 
La vida me han prestado 
y tengo que devolverla 
cuando el creador 
me llame para la entrega 
que mis huesos, piel y sal 
abonen mi suelo natal.
ACUARELA INFANTIL (RAFAEL OBLIGADO)
Es la mañana: nardos y rosas 
mueve la brisa primaveral, 
y en los jardines las mariposas 
vuelan y pasan, vienen y van.

Una niñita madrugadora 
va a juntar flores para mamá, 
y es tan hermosa que hasta la aurora 
vierte sobre ella más claridad.

Tras cada mata de clavelina, 
de pensamientos y de arrayán, 
gira su traje de muselina, 
su sombrerito, su delantal.

Llena sus manos de lindas flores, 
y cuando en ellas no caben más, 
con su tesoro de mil colores 
vuelve a los brazos de su mamá.

Mientras se aleja, como dos rosas 
sus dos mejillas se ven brillar, 
y la persiguen las mariposas 
que en los jardines vienen y van.



MARÍA DEL CAMPO (LEÓN GIECO)
Maria nació en el campo, junto con la libertad 
tiene la piel del viento tiene los pies de hierba 
y los ojos del cielo 
tiene las manos duras como la tierra del corral 
tiene las manos duras como la tierra del corral 
como la tierra del corral, como la tierra del corral 
No se necesita, no se necesita, dice Maria 
tener las manos blandas para ser mujer 
tener las manos blandas para ser mujer 
Trae la miel del campo a la ciudad 
Trae la miel del campo a la ciudad 
porque aquí no hay flor porque aquí no hay flor 
tiene las manos duras como la tierra del corral 
tiene las manos duras como la tierra del corral 
como la tierra del corral, como la tierra del corral 
No se necesita, no se necesita dice Maria.


VACACIONES EN EL CAMPO (VICTOR HEREDIA)
SÓLO LETRA

El campo espera al atardecer, 
la tarde entera sueña al caer. 
Cruza una lenta torcaza el mar 
verde amarillo del alfalfar. 
Y yo soñando con volver, 
hago palomas de papel. 
Y escribo cartas a granel 
sobre el rojizo atardecer. 
Por esa mujer, por esa mujer, 
que me ha puesto en la piel 
un aire encantado 
y un enamorado y gracioso clavel. 
Entre los sauces el agua va, 
besando el aire, mujer al fin. 
Susurra un grillo la soledad, 
Con su latido de violín. 
Y yo soñando con volver, 
hago palomas de papel. 
Y escribo cartas a granel 
sobre el rojizo atardecer. 
Por esa mujer, por esa mujer, 
que me ha puesto en la piel 
un aire encantado, 
y un enamorado y gracioso clavel.

ZAMBA DEL RIEGO (HERMANOS NUÑEZ)
 MERCEDES SOSA

Por el Guaymallen, el duende del agua va

Llevando una flor de greda y de sol

Que despertara en el riego

La voz vegetal del huarpe que esta
Dormido en su paz mineral

Se va tu caudal, por el valle labrador
Y al amanecer sale a padecer
La pena del surco ajeno
Verano y rigor, va de sol a sol
La sombra del vendimiador

Morada zamba del riego, el agua te cantara
Cuando ande en la voz del vino cantor
La vendimia de mi pueblo
Y suba un rumor de acequia y canción
Por el rumbo agrario del sol
Canal fundador, tonada del totoral
La luna rural, te ha visto regar
El sueño de mis abuelos
Y luego entonar con el regador
El vino sufrido del peón

Solar regador, algún día bajaras
Trayendo en tu voz, de menta y cedrón
Tonadas del vino nuevo
Y entonces te iras conmigo a cantar
Cogollos de amor y de paz

CAMPO AFUERA (CARLOS DI FULVIO)
VERSION ABEL PINTOS
VERSIÓN NELLY OMAR

Hace tiempo y buscando por ahí una chacarera

allá en los montes que hay en mi pago, campo afuera.


Campos de La Rudita, 
monte adentro i' Tulumba la he de encontrar.
Linda su bata de percal,
baila Doña Dominga la chacarera.

Abajito de un tala la vi por ser montarasa
y unos tizones leñita manza la aromaban.

La aromaban con su olor 
unos troncos de tala que supo cortar
mi amigo Don Rivas al caer
el invierno pasado para su corral.

Y en la tierrita suelta el barrer de las alpargatas
allá en el monte subió la luna pa' alumbrarla.

COMO NUBE EN EL AIRE QUEDÓ EL POLVAREDAL
OJITA I' TALA, FLECOS DE LUNA, LA CHACARERA.

Con su bata de puro percal va Doña Dominga
todas las flores que hay en el pago se la envidian.

Se la envididan porque no hay
un color más hermoso que el de su percal
ni moza que sepa regalar
el donaire que tiene su buen zarandear.

Y las niñas quisieran bailar como lo hace ella:
las trenza' al viento y una manito en la cadera.

Su cadera es un vaivén
parecido al de sauce y el mimbre también.
¡Esa es mi abuela! saben decir
los gauchos del monte cuantito la ven.

Si a los '70 la baila así, lo que ha sido en antes
una corzuela, lujosa y ágil... deje nomás.

COMO NUBE EN EL AIRE QUEDÓ EL POLVAREDAL


OJITA I' TALA, FLECOS DE LUNA, LA CHACARERA.



CAMPO NUESTRO (OLIVERIO GIRONDO)

Este campo fue mar
de sal y espuma.

Hoy oleaje de ovejas,
voz de avena.

Más que tierra eres cielo,
campo nuestro.

Puro cielo sereno...

Puro cielo.

¿De tu origen marino no conservas
más caracol que el nido del hornero?

No olvides que el azar hinchó sus velas
y a través de otra mar dio en tus riberas.

Ante el sobrio semblante de tus llanos
se arrancó la golilla el castellano.

Tienes, campo, los huesos que mereces:
grandes vértebras simples e inocentes,
tibias rudimentarias,
informes maxilares que atestiguan
tu vida milenaria;
y sin embargo, campo, no se advierte
ni una arruga en tu frente.

Ya sólo es un silencio emocionado
tu herbosa voz de mar desagotado.

¡Qué cordial es la mano de este campo!

Sobre tu tersa palma distendida
¡quién pudiese rastrear alguna huella
que revelara el rumbo de su vida!

Tus mismos cardos, campo, se estremecen
al presentir la aurora que mereces.

Une al don de tu pan y de tu mano
el de darle candor a nuestro canto.

¿Oyes, campo, ese ritmo?

¡Si fuera el mío!...
sin vocablos ni voz te expresaría
al galope tendido.

Estas pobres palabras
¡qué mal te quedan!

Pero qué quieres, campo,
no soy caballo
y jamás las diría
si tú me oyeras.

Por algo ante el apremio de nombrarte
he preferido siempre galoparte.

Ritmo, calma, silencio, lejanía...
hasta volverte, campo, melodía.

Sólo el viento merece acompañarte.

¿No podrá ni mentarse tu presencia
sin que te duela, campo, la modestia?

LA COSECHA - PIETER BRUEGHEL, EL VIEJO
CAMPESINOS DORMIDOS - PABLO PICASSO
GRANJEROS PLANTANDO - VINCENT VAN GOGH
MEDIODÍA EN SAINT REMY - VINCENT VAN GOGH
EL SEGADOR -VINCENT VAN GOGH
LA COSECHA EN ARLÉS- VINCENT VAN GOGH
EL VIÑEDO ROJO - VINCENT VAN GOGH
TIEMPO DE COMIDA- JULIEN DUPRÉ
EL OVEJERO - JULIEN DUPRÉ
LA LLAVE DE LOS CAMPOS - RENE MAGRITTE




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