SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE DECIMOS NO DE LO QUE OTROS INTERPRETAN
LA TORRE DE BABEL - PIETER BRUEGHEL, EL VIEJO
CONSIDERANDO EN FRÍO, IMPARCIALMENTE (CÉSAR VALLEJO)
(Declamado por José Manuel Castanon)
Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina…
Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa…
Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona…
Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo…
Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la
cabeza
Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente…
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito…
le hago una seña,
viene
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado… Emocionado
DE TU RUIDO (LUIS EDUARDO AUTE)
Te has ido
y al partir me has demostrado
que el presente es lo vivido,
que el mañana es un espejo
donde sólo observa un viejo conocido.
Mira tú por donde,
veo que se esconde
la verdad
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mi vida,
bajo esa tempestad
de tu ruido, de tu ruido.
Te has ido
y sin ti lo inexplicable
pierde todo su sentido,
vida y muerte era ese juego
que fundía sangre y fuego en un latido
como exactas piezas
de un rompecabezas
inmortal,
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mí vida,
bajo ese vendaval
de tu ruido, de tu ruido.
Te has ido
y el vacío que me dejas
llena todo lo que ha sido,
como cabe en un segundo
todo la que fuera un mundo compartido
de día y de noche
en aquel derroche
de ansiedad,
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mi vida,
bajo esa tempestad
de tu ruido, de tu ruido...
y al partir me has demostrado
que el presente es lo vivido,
que el mañana es un espejo
donde sólo observa un viejo conocido.
Mira tú por donde,
veo que se esconde
la verdad
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mi vida,
bajo esa tempestad
de tu ruido, de tu ruido.
Te has ido
y sin ti lo inexplicable
pierde todo su sentido,
vida y muerte era ese juego
que fundía sangre y fuego en un latido
como exactas piezas
de un rompecabezas
inmortal,
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mí vida,
bajo ese vendaval
de tu ruido, de tu ruido.
Te has ido
y el vacío que me dejas
llena todo lo que ha sido,
como cabe en un segundo
todo la que fuera un mundo compartido
de día y de noche
en aquel derroche
de ansiedad,
bajo la lluvia homicida
con la que regaste mi vida,
bajo esa tempestad
de tu ruido, de tu ruido...
LOS MUROS (HORACIO ARMANI)
LOS MUROS
¡Qué sencilla es la gente!
Basta mirar sus ojos,
preguntarles qué pasa
para entender el mundo
Los sueños que han corrido
de noche, galopantes,
debajo de sus párpados.
Las costumbres exactas
que alimentan sus vidas
desde cada minuto
El claro ser y estar
de toda la esperanza
que ardía allí, aguardando.
A veces no sabemos
qué dulcemente pueden
comprendernos. A veces
no sabemos
que una sola palabra
los hiere inútilmente,
que una sola palabra
podría ser la dicha,
el rumor de una piel,
el esplendor que encienda
la vida agazapada.
Porque todos vivimos
circundados por vastos
muros que nos separan
En medio de los días
golpeamos y golpeamos
en millones de puertas,
de rostros , de minutos,
sin que nadie responda.
¿Cuándo derribaremos
ese invisible límite?
¿Hasta cuándo la vida
será sólo una vaga
sensación de renuncia,
un grito hacia el vacío
para que nos comprendan?
Y sería tan simple
si todos lo quisiéramos.
Porque a veces nos basta
mirarnos a los ojos
y preguntar qué pasa
para entender el mundo.
HORACIO ARMANI.
LA MURALLA (ANA BELÉN-VÍCTOR MANUEL SOBRE POEMA DE NICOLAS GUILLÉN)
VERSIÓN QUILAPAYÚN E INTI ILLIMANI
Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El gusano y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo:
abre la muralla;
al veneno y al puñal:
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena:
abre la muralla;
al diente de la serpiente:
cierra la muralla;
al corazón del amigo:
abre la muralla;
al ruiseñor en la flor…
Alcemos esta muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte.
Al corazón del amigo:
abre la muralla;
al veneno y al puñal:
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena:
abre la muralla;
al diente de la serpiente:
cierra la muralla;
al corazón del amigo:
abre la muralla;
al ruiseñor en la flor…
abre la muralla
tráiganme todas las manos
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte.
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El gusano y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo:
abre la muralla;
al veneno y al puñal:
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena:
abre la muralla;
al diente de la serpiente:
cierra la muralla;
al corazón del amigo:
abre la muralla;
al ruiseñor en la flor…
Alcemos esta muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte
desde el monte hasta la playa,
allá sobre el horizonte.
Al corazón del amigo:
abre la muralla;
al veneno y al puñal:
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena:
abre la muralla;
al diente de la serpiente:
cierra la muralla;
al corazón del amigo:
abre la muralla;
al ruiseñor en la flor…
abre la muralla
LA LLAMA, EL HABLA (OCTAVIO PAZ)
En un poema leo:
Conversar es divino.
Pero los diosa no hablan:
Hacen, deshacen mundos
Mientras los hombres hablan.
Los dioses, sin palabras,
Juegan juegos terribles.
El espíritu baja
Y desata las lenguas
Pero no habla palabras:
Habla lumbre. El lenguaje,
Por el dios encendido,
Es una profecía
De llamas y una torre
De humo y un desplome
De sílabas quemadas:
Ceniza sin sentido.
La palabra del hombre
Es hija de la muerte.
Hablamos porque somos
Mortales: las palabras
No son signos, son años.
Al decir lo que dicen
Los nombres que decimos
Dicen tiempo: nos dicen.
Somos nombres del tiempo.
Mudos, también los muertos
Pronuncian las palabras
Que decimos los vivos.
El lenguaje es la casa
De todos en el flanco
Del abismo colgada.
Conversar es humano.
Conversar es divino.
Pero los diosa no hablan:
Hacen, deshacen mundos
Mientras los hombres hablan.
Los dioses, sin palabras,
Juegan juegos terribles.
El espíritu baja
Y desata las lenguas
Pero no habla palabras:
Habla lumbre. El lenguaje,
Por el dios encendido,
Es una profecía
De llamas y una torre
De humo y un desplome
De sílabas quemadas:
Ceniza sin sentido.
La palabra del hombre
Es hija de la muerte.
Hablamos porque somos
Mortales: las palabras
No son signos, son años.
Al decir lo que dicen
Los nombres que decimos
Dicen tiempo: nos dicen.
Somos nombres del tiempo.
Mudos, también los muertos
Pronuncian las palabras
Que decimos los vivos.
El lenguaje es la casa
De todos en el flanco
Del abismo colgada.
Conversar es humano.
RUIDO (JOAQUÍN SABINA)
Ella le pidió que la llevara al fin de mundo,
Él puso a su nombre todas las olas del mar.
Se miraron un segundo
Como dos desconocidos.
Todas las ciudades eran pocas a sus ojos,
Ella quiso barcos y él no supo qué pescar.
Y al final números rojos
En la cueva del olvido,
Y hubo tanto ruido
Que al final llegó el final.
Mucho, mucho ruido,
Ruido de ventanas,
Nidos de manzanas
Que se acaban por pudrir.
Mucho, mucho ruido,
Tanto, tanto ruido,
Tanto ruido y al final
Por fin el fin.
Tanto ruido y al final...
Hubo un accidente, se perdieron las postales,
Quiso carnavales y encontró fatalidad.
Porque todos los finales
Son el mismo repetido
Y con tanto ruido
No escucharon el final.
Descubrieron que los besos no sabían a nada,
Hubo una epidemia de tristeza en la ciudad.
Se borraron las pisadas,
Se apagaron los latidos,
Y con tanto ruido
No se oyó el ruido del mar.
Mucho, mucho ruido,
Ruido de tijeras,
Ruido de escaleras
Que se acaban por bajar.
Mucho, mucho ruido,
Tanto, tanto ruido.
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final...
Tanto ruido y al final
La soledad.
Ruido de tenazas,
Ruido de estaciones,
Ruido de amenazas,
Ruido de escorpiones.
Tanto, tanto ruido.
Ruido de abogados,
Ruido compartido,
Ruido envenenado,
Demasiado ruido.
Ruido platos rotos,
Ruido años perdidos,
Ruido viejas fotos,
Ruido empedernido.
Ruido de cristales,
Ruido de gemidos,
Ruidos animales,
Contagioso ruido.
Ruido mentiroso,
Ruido entrometido,
Ruido escandaloso,
Silencioso ruido.
Ruido acomplejado,
Ruido introvertido,
Ruido del pasado,
Descastado ruido.
Ruido de conjuros,
Ruido malnacido,
Ruido tan oscuro
Puro y duro ruido.
Ruido qué me has hecho,
Ruido yo no he sido,
Ruido insatisfecho,
Ruido a qué has venido.
Ruido como sables,
Ruido enloquecido,
Ruido intolerable,
Ruido incomprendido.
Ruido de frenazos,
Ruido sin sentido,
Ruido de arañazos,
Ruido, ruido, ruido.
Ruido, ruido, ruido.
CANCIÓN DE LA BUENA GENTE (BERTOLT BRECHT)
A la buena gente se la conoce
en que resulta mejor
cuando se la conoce. La buena gente
invita a mejorarla, porque
¿qué es lo que a uno le hace sensato? Escuchar
y que le digan algo.
Pero, al mismo tiempo,
mejoran al que los mira y a quien
miran. No solo porque nos ayudan
a buscar comida y claridad, sino más aún,
nos son útiles porque sabemos
que viven y transforman el mundo.
Cuando se acude a ellos, siempre se les encuentra.
Se acuerdan de la cara que tenían
cuando les vimos por última vez.
Por mucho que hayan cambiado
-pues ellos son los que más cambian-
aún resultan más reconocibles.
Son como una casa que ayudamos a construir.
No nos obligan a vivir en ella,
y en ocasiones no nos lo permiten.
Por poco que seamos, siempre podemos ir a ellos, pero
tenemos que elegir lo que llevemos.
Saben explicar el porqué de sus regalos,
y si después los ven arrinconados, se ríen.
Y responden hasta en esto: en que,
si nos abandonamos,
les abandonamos.
Cometen errores y reímos,
pues si ponen una piedra en lugar equivocado,
vemos, al mirarla,
el lugar verdadero.
Nuestro interés se ganan cada día, lo mismo
que se ganan su pan de cada día.
Se interesan por algo
que está fuera de ellos.
La buena gente nos preocupa.
Parece que no pueden realizar nada solos,
proponen soluciones que exigen aún tareas.
En momentos difíciles de barcos naufragando
de pronto descubrimos fija en nosotros su mirada inmensa.
Aunque tal como somos no les gustamos,
están de acuerdo, sin embargo, con nosotros.
ÁNGEL PARA UN FINAL (SILVIO RODRÍGUEZ)
Cuentan que cuando un silencio
aparecía entre dos
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día
que nos tocaba olvidar
que de tal suerte yo todavía
no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa
en un encuentro casual
pero la noche es traviesa
cuando se teje el azar
sin querer se hace una ofrenda
que pacta con el dolor
o pasa un ángel
se hace leyenda
y se convierte en amor.
Ahora comprendo
cual era el ángel
que entre nosotros pasó
era el más terrible, el implacable
el más feroz.
Ahora comprendo en total
este silencio mortal
ángel que pasa
besa y te abraza
ángel para un
final.
aparecía entre dos
era que pasaba un ángel
que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día
que nos tocaba olvidar
que de tal suerte yo todavía
no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa
en un encuentro casual
pero la noche es traviesa
cuando se teje el azar
sin querer se hace una ofrenda
que pacta con el dolor
o pasa un ángel
se hace leyenda
y se convierte en amor.
Ahora comprendo
cual era el ángel
que entre nosotros pasó
era el más terrible, el implacable
el más feroz.
Ahora comprendo en total
este silencio mortal
ángel que pasa
besa y te abraza
ángel para un
final.
COMUNICACIONES (AMANDA BERERGUER)
Urge el pensamiento conectando
¿se siente? ¿alguien entre líneas?
¿errata? ¿paréntesis? ¿qué signo?
¿escuchan?
(La claridad del lenguaje
tiene apenas
la intensidad ambigua del poniente)
Estamos aquí, lanzados a la noche
terrestre, apretujados,
aquí, en la noche terrestre.
De nuevo el hilo
el cable roto, el deslumbrante
cortocircuito.
¿No oyen? ¿No se oye?
Palabras mías, insensatas,
hechas de furor y de locura,
cuantiosa tesitura negra
a borbotones desbordándose
hacia dentro, hacia
el fondo
interpolado de rígidas luciérnagas.
Tiembla y destella, hace señales,
todas son huellas de la eternidad,
enumeradas y prolijas,
cuernos de caza, al mundo
aullidos de perros, está el desierto,
toques de peligro, inútilmente,
pasos cambiados, ¿dónde?
campanas para niebla, una piel fosforescente,
pedidos de auxilio, y envenenada,
sirenas de patrulleros, llamando,
gritos de alarma,
bocinas de ambulancias, se hace tarde,
quiero saber si se hace tarde.
Un código de emergencia,
un vaso de agua, un hueso
para la inteligencia,
un alfabeto de clave radioactiva,
o telepática, o nuclear,
o una sustancia de amor
para esta extrema ubicación,
25 de abril de 1963, otoño,
en mi casa, hemisferio austral,
aparentemente a la deriva.
Urge el pensamiento conectando
¿se siente? ¿alguien entre líneas?
¿errata? ¿paréntesis? ¿qué signo?
¿escuchan?
(La claridad del lenguaje
tiene apenas
la intensidad ambigua del poniente)
Estamos aquí, lanzados a la noche
terrestre, apretujados,
aquí, en la noche terrestre.
De nuevo el hilo
el cable roto, el deslumbrante
cortocircuito.
¿No oyen? ¿No se oye?
Palabras mías, insensatas,
hechas de furor y de locura,
cuantiosa tesitura negra
a borbotones desbordándose
hacia dentro, hacia
el fondo
interpolado de rígidas luciérnagas.
Tiembla y destella, hace señales,
todas son huellas de la eternidad,
enumeradas y prolijas,
cuernos de caza, al mundo
aullidos de perros, está el desierto,
toques de peligro, inútilmente,
pasos cambiados, ¿dónde?
campanas para niebla, una piel fosforescente,
pedidos de auxilio, y envenenada,
sirenas de patrulleros, llamando,
gritos de alarma,
bocinas de ambulancias, se hace tarde,
quiero saber si se hace tarde.
Un código de emergencia,
un vaso de agua, un hueso
para la inteligencia,
un alfabeto de clave radioactiva,
o telepática, o nuclear,
o una sustancia de amor
para esta extrema ubicación,
25 de abril de 1963, otoño,
en mi casa, hemisferio austral,
aparentemente a la deriva.
LOS SONIDOS DEL SILENCIO (SERGIO DENIS)
Vieja amiga oscuridad
otra vez quisiera hablar
por que he tenido nuevamente
una visión que suavemente
iba cambiando mi manera de pensar
la oigo hablar
la escucho en el silencio
En sueños caminaba yo
entre la niebla y la ciudad
por calles frías desoladas
cuando una luz blanca y helada
hirió mis ojos
y también hirió la oscuridad
la vi brillar
la veo en el silencio
en la desnuda luz mire
vi mil personas tal vez mas
gente que hablaba sin poder hablar
gente que oía sin poder oír
y un sonido que
los envolvía sin piedad
lo puedo oír
sonidos del silencio
entonces yo les quise hablar
entonces los quise ayudar
quise sentirlos como hermanos
quise tomarlos de las manos
pero no podían
no podían despertar
y entender
de un día en el silencio
se arrodillaban a rezar
aquella luz era su dios
yo les grite que despertaran
que la verdad ahí no estaba
que los profetas no, no son luces de neón
y que Dios
siempre habla en el silencio
LA PALABRA (LEÓN FELIPE)
Pero, ¿qué están hablando esos poetas ahí de la palabra?
Siempre en discusiones de modisto:
que si desceñida o apretada..
que si la túnica o que si la casaca...
la palabra es un ladrillo.¿Me oísteis?...
¿Me ha oido usted, Señor Arcipreste?
Un ladrillo. El ladrillo para levantar la Torre...y la Torre
tiene que ser alta...alta,alta, alta...
hasta que no pueda ser más alta.
Hasta que llegue a la última cornisa
de la última ventana
del último sol
y no pueda ser más alta.
Hasta que ya entonces no quede más que un ladrillo solo,
el último ladrillo, la última palabra,
para tirársela a Dios,
con la fuerza de la blasfemia o la plegaria...
y romperle la frente...A ver si dentro de su cráneo
está la luz...o está la nada.
UN VESTIDO Y UN AMOR (FITO PAEZ CON ANA BELÉN)
Te vi... juntabas margaritas del mantel
ya sé que te trate bastante mal,
no sé si eras un ángel o un rubí
o simplemente te vi.
Te vi, saliste entre la gente a saludar
los astros se rieron otra vez, la llave de mandala se quebró
o simplemente te vi.
Todo lo que diga esta de más,
las luces siempre encienden en el alma
y cuando me pierdo en la ciudad, tú ya sabés comprender
es solo un rato, no mas. tendría que llorar o salir a matar.
te vi, te vi, te vi... yo no buscaba nadie y te vi.
Te vi... fumabas unos chinos en Madrid
yo se que hay cosas que te ayudan a vivir
no hacías otra cosa que escribir
y yo simplemente te vi.
me fui... me voy, de vez en cuando a algún lugar
ya sé. no te hace gracia este país...
tenias un vestido y un amor... yo simplemente te vi.
Todo lo que diga esta de más,
las luces siempre encienden en el alma
y cuando me pierdo en la ciudad,
tú ya sabés comprender. es solo un rato, no más,
tendría que llorar o salir a matar...
te vi, te vi, te vi... yo no buscaba a nadie y te vi.
RECUERDOS DE JUVENTUD (NICANOR PARRA)
Lo cierto es que yo iba de un lado a otro,
A veces chocaba con los árboles,
Chocaba con los mendigos,
Me abría paso a través de un bosque de sillas y mesas,
Con el alma en un hilo veía caer las grandes hojas.
Pero todo era inútil,
Cada vez me hundía más y más en una especie de jalea;
La gente se reía de mis arrebatos,
Los individuos se agitaban en sus butacas como algas movidas por las olas
Y las mujeres me dirigían miradas de odio
Haciéndome subir, haciéndome bajar,
Haciéndome llorar y reír en contra de mi voluntad.
De todo esto resultó un sentimiento de asco,
Resultó una tempestad de frases incoherentes,
Amenazas, insultos, juramentos que no venían al caso,
Resultaron unos movimientos agotadores de caderas,
Aquellos bailes fúnebres
Que me dejaban sin respiración
Y que me impedían levantar cabeza durante días,
Durante noches.
Yo iba de un lado a otro, es verdad,
Mi alma flotaba en las calles
Pidiendo socorro, pidiendo un poco de ternura;
Con una hoja de papel y un lápiz yo entraba en los cementerios
Dispuesto a no dejarme engañar.
Daba vueltas y vueltas en torno al mismo asunto,
Observaba de cerca las cosas
O en un arranque de ira me arrancaba los cabellos.
De esa manera hice mi debut en las salas de clases,
Como un herido a bala me arrastré por los ateneos,
Crucé el umbral de las casas particulares,
Con el filo de la lengua traté de comunicarme con los espectadores:
Ellos leían el periódico
O desaparecían detrás de un taxi.
¡Adónde ir entonces!
A esas horas el comercio estaba cerrado;
Yo pensaba en un trozo de cebolla visto durante la cena,
Y en el abismo que nos separa de los otros abismos.
CONTAMÍNAME (ANA BELÉN Y VÍCTOR MANUEL)
Cuéntame el cuento del árbol frágil y los desiertos;
de las mezquitas de tus abuelos.
Dame los ritmos de las darbucas y los secretos,
que hay en los libros que yo no leo.
(Estribillo)
Contamíname, pero no con el humo que asfixia el aire,
ven, pero si con tus ojos y con tus bailes.
Ven, pero no con la rabia y los malos sueños,
Pero si con los labios que anuncian besos.
Contamíname, mezclate conmigo,
que bajo mi rama tendrás amigo.
Contamíname, mezclate conmigo,
que bajo mi rama tendras amigo.
Cuéntame el cuento de las cadenas que te trajeron;
de los tratados y los viajeros.
Dame los ritmos de los tambores y los voceros,
del barrio antiguo y del barrio nuevo.
(Estribillo)
Cuéntame el cuento de los que nunca se descubrieron;
del Río Verde y de los foleros.
Dame los ritmos de los buzuquis y de los ojos negros,
de la ensequieta y del hechicero.
(Estribillo)
de las mezquitas de tus abuelos.
Dame los ritmos de las darbucas y los secretos,
que hay en los libros que yo no leo.
(Estribillo)
Contamíname, pero no con el humo que asfixia el aire,
ven, pero si con tus ojos y con tus bailes.
Ven, pero no con la rabia y los malos sueños,
Pero si con los labios que anuncian besos.
Contamíname, mezclate conmigo,
que bajo mi rama tendrás amigo.
Contamíname, mezclate conmigo,
que bajo mi rama tendras amigo.
Cuéntame el cuento de las cadenas que te trajeron;
de los tratados y los viajeros.
Dame los ritmos de los tambores y los voceros,
del barrio antiguo y del barrio nuevo.
(Estribillo)
Cuéntame el cuento de los que nunca se descubrieron;
del Río Verde y de los foleros.
Dame los ritmos de los buzuquis y de los ojos negros,
de la ensequieta y del hechicero.
(Estribillo)
EL PORQUE (JOSÉ LARRALDE)
Bendito el que hizo el porque
pa' disculpas de los males.
Si te lo queres sabier
preguntá y después contále.
Porque tengo razón,
que no tengo razón,
que me falla un ojal,
que me sobra un botón,
porque si, porque estoy,
porque no, que me voy,
porque soy, porque doy
porque fuí.
Preguntale al disgraciao
el motivo de sus males
Es porque le va a salir
como chanco 'e los maizales
Anda y decile al patrón
por que no te da el aumento.
La pucha! si lo ha estudiao
que hasta te larga contento.
Preguntále a la mujer
cuando quiere más al hombre
si te logra responder,
no habrá nada que te asombre.
Es hora que andés pensando,
el porque de tu existir.
No sea cosa que la copla
se te vuelva a repetir.
Que me voy, que me voy,
Que me voy, que me voy.
COMO TE DIGO UNA CO TE DIGO LA O (JOAQUÍN SABINA)
Borja, como te "ajogues" te mato.
termínate primero el melón,
y luego las tres horas de la digestión,
hay que ver qué mal rato,
pero el niño no me quiere comer,
Borja, corazón,
te lo he dicho cienes y cienes
de veces, dobla esa toalla,
¡Qué hartura de playa!
pero mi marío quiere Benidorm,
sa jodío, si tonto no es.
Como el pobre mío
se queda en Madrid,
pa cargar las pilas
su cena en Manila,
su copa en Pachá,
Como te digo una "co" te digo la "o"
¿Y tú cómo vas?
tienes mala cara,
no me digas más,
si yo te contara...
falleció mi suegro,
me operé del quiste,
¿tú me ves más triste?
Y me doy con un canto en los dientes
porque a la presente,
y, cruzando los dedos,
lo puedo contar,
aunque, gracias a Dios,
yo no soy creyente,
con lo que una ha visto,
y que Dios me perdone,
no hay que ser muy lista.
Pa mí... Jesucristo
el primer comunista.
Como te digo una "co" te digo la "o"
¿Y las religiones?
Ponme una de cada,
que están rebajadas
en el Corte Inglés.
¿Y cual es la mejor?
Mire usted, la mía,
porque es de cajón
que algo tiene que haber.
Llámalo equis,
me parece bien.
Llámalo energía,
mejor todavía
¿Y los curas?
esos ni en pintura
¿Y el tarot, y la astrología?
me los hice ayer en la peluquería
¿Y el dinero?
el único Dios verdadero
¿Y Lutero y Buda y Mahoma?
con su pan se lo coman
¿Y qué opinas del Papa de Roma?
ese... un particular.
¿Pero a ti qué te voy a contar?
Fíjate que yo,
sin ser socialista
de las de carné
y hasta aquí del GAL
y de la corrupción,
que sí, que existió,
una mala gripe
que había que pasar,
pero te decía, como mi Felipe
pa mí que no hay dos,
y si no, tú misma,
porque el del bigote
no tiene carisma,
Como te digo una "co" te digo la "o"
y habrá quien lo vote,
que hay gente pa tó,
¡España va bien!
será para él,
si, total, le tocó en una rifa.
¿Y qué vas a hacer?
¿Votar al Califa?
Desengáñate,
será muy honrao,
no digo que no,
y trabajador
y pico de oro,
pero desfasao...
Como te digo una "co" te digo la "o"
Pero a lo que iba,
el año pasao
pillamos un charter
de martes a martes.
Fue por esa agencia
si mujer, viajes el Halcón,
bien como experiencia,
¿que si nos gustó
La Habana? hija mía
¿no nos va a gustar?,
a una la reciben
con ese Caribe,
y ese malecón.
¿Y la gente?
legal, supermaja,
no sé, diferente
y eso que el dichoso bloqueo
los dejó, no digo que feos
porque feos no son,
y hasta el más negrito
tiene educación,
pero, pobrecitos,
flaquitos, flaquitos,
y sin libertad.
Que tengan la culpa Clinton o Fidel,
a mí, mire usted,
lo mismo me da.
Pa abreviar el cuento...
que no disfruté,
que no vuelvo más.
Porque, en España, aunque le pongas pegas,
sabemos vivir.
Sólo en Antón Martín
hay más bares que en toda Noruega.
Por cierto, el marisco
ni comparación.
Te cuento la cena:
los dos matrimonios,
Francisco, mi Antonio,
la Almudena y yo.
Hija, a la Almudena
la ví de estropeá,
de mi para tí
que está mal follá.
porque, la verdad,
guapa nunca ha sido,
pero, ese vestido
como de almacenes Arias,
iba de ordinaria,
pero a lo que vamos
¿que dónde cenamos?
en casa Tomás,
eh, de bote en bote,
pagamos a escote,
un kilo de gambas
con su Paternina,
su buena propina,
pacharán y puro
¿cuánto nos cobraron?
no llegó a dos mil duros,
tú dirás si es caro
y ¿frescas? de puerto de mar.
Y ¿limpio? con decir Tomás,
oye, que era lunes y había que esperar.
¡Joder con la crisis!
¿dónde está la crisis?
Y es que hay que saber saberse administrar.
Como te digo una "co" te digo la "o"
¡Qué cansada estoy!
Hoy, mi siestecita,
nadie me la quita,
y, si no pego el ojo,
o pongo en remojo
unas lentejitas,
o me quedo frita
lee que te lee.
¿Qué no te lo crees?
como te lo digo,
antes, yo leía, de higos
a brevas, de Corín Tellado
nunca había pasado,
y, resulta que un día,
todavía no me explico
yo a santo de qué,
mi cuñada Irene
viene y me regala
lo de Antonio Gala,
hija mía, me pongo a leer
y, oye, qué poesias,
si sabe de una
cosas que ni una
sabe que sabia.
Y con ese estilo
y con esa lengua
y con esa pluma.
Como te digo una "co" te digo la "o"
Una al vino vino
y al pan con tumaca,
y, sin ser polaca,
cuando quiero un socio
para los negocios
dame un catalán,
gente más decente
no voy a encontrar
El mejor cliente
de la gestoría:
Jordi Martorell,
no veas qué masía tiene en Calafell.
Y es que hay que viajar
antes de opinar
¿o todos los vascos
van con metralleta?
pues no, mire usted.
¿y están todos locos por ser de la ETA?
mire usted, tampoco.
habrá unos que sí
habrá otros que no,
si ha estado allí
habrá comprobao
que el problema vasco
es muy delicao.
Yo nací en Motril
y no le hago ascos
a un buen bacalao
a la Urdangarín.
¡Viva San Fermín!
¿qué no te has fijao?
mírame a los ojos
¿tiene un revolcón?
¿o es tonta la infanta?
¿te pido otra fanta?
lo pones al lado del Marichalar
y no veas lo que canta,
hija, no hay color.
Lo mismo que el Rey,
(y te tengo dicho que le tengo ley),
pero, la verdad,
no es un Castelar,
ni lo tiene que ser,
oye es un Borbón,
¿Pa que quiere más?
Y el pedazo reina
que lleva detrás,
que no se despeina
y hay que ver lo que manda esa buena mujer en la Corte.
Que es mucha familia
y, oye, la hemofilia
los ha respetao.
¿Y el príncipe azul?
Figúrate tú,
de los nervios todas
y él no quiere boda,
tan rubio, tan fino, tan tieso,
tan alto, tan cachas,
qué agobio,
hija, ¿Y la Sartorio?
a mi me da pena,
descompuesta, sin novio y tan buena muchacha.
¿Que no era princesa?
pero era persona,
Jesús, lo que pesa la corona esa,
más que el corazón.
¿Y la razón de estao?
Nos ha fastidiao
¡Que desinrazón!
A mí, que, al Borbón
lo pierdan las faldas,
mire usted, chapeau,
sin hijas bastardas
no habría monarquías,
lo dice hasta Ansón,
de qué come Ussía
ángel de la guarda,
cuánta hipcresía
Porque tiene gracia
¿esto es democracia?
¡Uy, las dos y veinte!
qué charla te he dao,
hoy sí me he pasao,
mañana hablas tú,
como siempre te callas...
Ven acá pacá, Borja, la toalla,
¿qué te has hecho en la frente?
¿Tú has visto qué cruz?
Bueno, Ana María
bésame a Vicente.
Carretera y manta,
lo que es otro día
nos traemos del súper las fantas.
CALOI
LA CONVERSACIÓN - PIERRE-AUGUSTE RENOIR
EL ARTE DE LA CONVERSACIÓN - RENE MAGRITTEEL ARTE DE LA CONVERSACIÓN - RENE MAGRITTE
EL ARTE DE LA CONVERSACIÓN - RENE MAGRITTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario