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17.1.14

FLORES



EL ACTO (WILLIAM CARLOS WILLIAMS)

Allí estaban las rosas, bajo la lluvia.
No las cortes, supliqué.
No van a durar mucho, dijo ella.
Pero son tan hermosas
donde están.
Bueno, respondió, todos nosotros fuimos hermosos una vez,
y las cortó y las puso
en mi mano.


CULTIVO UNA ROSA BLANCA (JOSÉ MARTÍ)
Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
MADRESELVA (CANARO-AMADORI)
VERSIÓN CARLOS GARDEL
Escena del film italiano El cartero donde la pareja protagónica baila la canciòn
VERSIÓN DE LIBERTAD LAMARQUE EN EL FILM HOMÓNIMO

Vieja pared
del arrabal
tu sombra fue
mi compañera.

De mi niñez
sin esplendor
la amiga fue
tu madreselva.

Cuando temblando
mi amor primero
con esperanzas
besaba mi alma,
yo junto a vos,
pura y feliz,
cantaba así
mi primera confesión.
Madreselvas en flor
que me vieron nacer
y en la vieja pared
sorprendieron mi amor,
tu humilde caricia
es como el cariño
primero y querido
que siento por él.

Madreselvas en flor
que trepándose van
es tu abrazo tenaz
y dulzón como aquel,
si todos los años
tus flores renacen,
hacé que no muera
mi primer amor...

Pasaron los años
y mis desengaños
yo vengo a contarte,
mi vieja pared...

Así aprendí
que hay que fingir
para vivir
decentemente;
que amor y fe
mentiras son
y del dolor
se ríe la gente...

Hoy que la vida
me ha castigado
y me ha enseñado
su credo amargo,
vieja pared,
con emoción
me acerco a vos
y te digo como ayer.

Madreselvas en flor
que me vieron nacer
y en la vieja pared
sorprendieron mi amor,
tu humilde caricia
es como el cariño
primero y querido
que nunca olvidé.

Madreselvas en flor
que trepándose van,
es tu abrazo tenaz
y dulzón como aquel...
Si todos los años
tus flores renacen
¿por qué ya no vuelve
mi primer amor?
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NOVIA DEL CAMPO , AMAPOLA (JUAN RAMÓN JIMÉNEZ)

Novia del campo, amapola
que estás abierta en el trigo;
amapolita, amapola
¿te quieres casar conmigo?
Te daré toda mi alma,
tendrás agua y tendrás pan.
Te daré toda mi alma,
toda mi alma de galán.
Tendrás una casa pobre,
yo te querré como un niño,
tendrás una casa pobre
llena de sol y cariño.
Yo te labraré tu campo,
tú irás por agua a la fuente,
yo te regaré tu campo
con el sudor de mi frente.
Amapola del camino,
roja como un corazón,
yo te haré cantar, y al son
de la rueda del molino.
Yo te haré cantar, y al son
de la rueda dolorida,
te abriré mi corazón,
amapola de mi vida.
Novia del campo, amapola,
que estás abierta en el trigo:
amapolita, amapola,
¿te quieres casar conmigo?

UNA ROSA ES UNA ROSA (MECANO)
Es por culpa de una hembra
que me estoy volviendo loco
no puedo vivir sin ella
pero con ella tampoco
Y si de este mal de amores
yo me fuera pa la tumba
a mi no me mandéis flores
que como dice esta rumba
Estribillo:
Quise cortar la flor
mas tierna del rosal
pensando que de amor
no me podría pinchar
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa...
Y cuando abrí la mano
y la deje caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me la curo mimosa
que una rosa es una rosa es una rosa...
Pero cuanto mas me cura
al ratito mas me escuece
porque amar es el empiece
de la palabra amargura
Una mentira y un credo
por cada espina del tallo
que injertándose en los dedos
una rosa es un rosario
Estribillo
Cuando abrí la mano
y la deje caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel
y con sus pétalos
me la curo mimosa
que una rosa es una rosa es una rosa...
LA ORACIÓN DE LAS ROSAS (FEDERICO GARCÍA LORCA)
¡Ave rosas, estrellas solemnes!
Rosas, rosas, joyas vivas de infinito;
bocas, senos y almas vagas perfumadas;
llantos, ¡besos!, granos, polen de la luna;
dulces lotos de las almas estancadas;
¡ave rosas, estrellas solemnes!

Amigas de poetas
y de mi corazón,
¡ave rosas, estrellas
de luminosa Sión! 
Panidas, sí, Panidas;
el trágico Rubén
así llamó en sus versos
al lánguido Verlaine,
que era rosa sangrienta
y amarilla a la vez.
Dejad que así os llame,
Panidas, sí, Panidas,
esencias de un Edén,
de labios danzarines,
de senos de mujer.
Vosotras junto al mármol
la sangre sois de él,
pero si fueseis olores
del vergel
en que los faunos moran,
tenéis en vuestro ser 
una esencia divina:
María de Nazaret,
que esconde en vuestros pechos
blancura de su miel;
flor única y divina,
flor de Dios y Luzbel.

Flor eterna. Conjuro al suspiro.
Flor grandiosa, divina, enervante,
flor de fauno y de virgen cristiana,
flor de Venus furiosa y tonante,
flor mariana celeste y sedante,
flor que es vida y azul fontana
del amor juvenil y arrogante
que en su cáliz sus ansias aclara.

¡Qué sería la vida sin rosas!
Una senda sin ritmo ni sangre,
un abismo sin noche ni día.
Ellas prestan al alma sus alas,
que sin ellas el alma moría,
sin estrellas, sin fe, sin las claras
ilusiones que el alma quería.

Ellas son refugio de muchos corazones
ellas son estrellas que sienten el amor,
ellas son silencios que lentos escaparon
del eterno poeta nocturno y soñador,
y con aire y con cielo y con luz se formaron,
por eso todas ellas al nacer imitaron
el color y la forma de nuestro corazón.
Ellas son las mujeres entre todas las flores,
tibios sancta sanctorum de la eterna poesía,
neáporis grandiosas de todo pensamiento,
copones de perfume que azul se bebe el viento,
cromáticos enjambres, perlas del sentimiento,
adornos de las liras, poetas sin acento.
Amantes olorosas de dulces ruiseñores.

Madres de todo lo bello,
sois eternas, magníficas, tristes
como tardes calladas de octubre,
que al morir, melancólicas, vagas,
una noche de otoño las cubre,
porque al ser como sois la poesía
estáis llenas de otoño, de tardes,
de pesares, de melancolía,
de tristezas, de amores fatales,
de crepúsculo gris de agonía,
que sois tristes, al ser la poesía
que es un agua de vuestros rosales.
Santas rosas divinas y varias,
esperanzas, anhelos, pasión,
deposito en vosotras, amigas;
dadme un cáliz vacío, ya muerto,
que en su fondo, mustiado y desierto,
volcaré mi fatal corazón.
¡Ave rosas, estrellas solemnes!
Llenas rosas de gracia y amor,
todo el cielo y la tierra son vuestros
y benditos serán los maestros
que proclamen la voz de tu flor.
Y bendito será el bello fruto
de tu bello evangelio solemne,
y bendito tu aroma perenne, 
y bendito tu pálido albor.
Solitarias, divinas y graves,
sollozad, pues sois flores de amor,
sollozad por los niños que os cortan,
sollozad por ser alma y ser flor,
sollozad por los malos poetas
que no os pueden cantar con dolor,
sollozad por la luna que os ama,
sollozad por tanto corazón
como en sombra os escucha callado,
y también sollozad por mi amor.
¡Ay!, incensarios carnales del alma,
chopinescas romanzas de olor,
sollozad por mis besos ocultos 
que mi boca a vosotras os dio.
Sollozad por la niebla de tumba
donde sangra mi gran corazón,
y en mi hora de estrella apagada,
que mis ojos se cierren al sol,
sed mi blanco y severo sudario,
chopinescas romanzas de olor.
Ocultadme en un valle tranquilo,
y esperando mi resurrección, 
id sorbiendo con vuestras raíces
la amargura de mi corazón.

Rosas, rosas divinas y bellas,
sollozad, pues sois flores de amor.



A UNA ROSA (FÉLIX LOPE DE VEGA)


¡Con qué artificio tan divino sales
de esa camisa de esmeralda fina, 
oh rosa celestial alejandrina, 
coronada de granos orientales! 

Ya en rubíes te enciendes, ya en corales, 
ya tu color a púrpura se inclina 
sentada en esa basa peregrina 
que forman cinco puntas desiguales. 

Bien haya tu divino autor, pues mueves 
a su contemplación el pensamiento, 
o aun a pensar en nuestros años breves. 

Así la verde edad se esparce al viento,
y así las esperanzas son aleves 
que tienen en la tierra el fundamento...



EL DULCE MILAGRO (JUANA DE IBARBOUROU)
¿Que es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen.
Mi amante besóme las manos, y en ellas,
¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas.

Y voy por la senda voceando el encanto
y de dicha alterno sonrisa con llanto
y bajo el milagro de mi encantamiento
se aroman de rosas las alas del viento.

Y murmura al verme la gente que pasa:
"¿No veis que está loca? Tornadla a su casa.
¡Dice que en las manos le han nacido rosas
y las va agitando como mariposas!"

¡Ah, pobre la gente que nunca comprende
un milagro de éstos y que sólo entiende
Que no nacen rosas más que en los rosales
y que no hay más trigo que el de los trigales!

Que requiere líneas y color y forma,
y que sólo admite realidad por norma.
Que cuando uno dice: "Voy con la dulzura",
de inmediato buscan a la criatura.

Que me digan loca, que en celda me encierren
que con siete llaves la puerta me cierren,
que junto a la puerta pongan un lebrel,
carcelero rudo carcelero fiel.

Cantaré lo mismo: "Mis manos florecen.
Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen".
¡Y toda mi celda tendrá la fragancia 
de un inmenso ramo de rosas de Francia!

LAS GRACIAS DE LA QUE ADORA (FRANCISCO DE QUEVEDO Y VILLEGAS)

Ese color de rosa y de azucena
y ese mirar sabroso, dulce, honesto,
y ese hermoso cuello, blanco, inhiesto,
y boca de rubíes y perlas llena;
la mano alabastrina que encadena
al que más contra Amor está dispuesto
y el más libre y tirano presupuesto
destierra de las almas y enajena.

Era rica y hermosa primavera,
cuyas flores de gracias y hermosura
ofendellas no puede el tiempo airado;
son ocasión que viva yo y que muera,
y son de mi descanso y mi ventura
principio y fin, y alivio del cuidado.



ORQUÍDEA (JAIME TORRES BODET)

Flor que promete al tacto una caricia
Más que el otoño de un perfume suave
Y que, pensada en flor, termina en ave
Porque su muerte es vuelo que se inicia.

Párpado con que el trópico precave
De su luz interior la ardua delicia,
Música inmóvil, flámula en primicia,
Aurora vegetal, estrella grave.

Remordimiento de la primavera,
Conciencia del color, pausa del clima,
Gracia que en desmentirse persevera,

¿Por qué te pido un alma verdadera
Si la sola fragancia que te anima
Es, orquídea, el temor de ser sincera?

DE FLOR Y FLORES (ALEJANDRO FILIO CON SILVINA GARRE)
De flor tenía
La sombra sobre la camisa
Pintada de flor la sonrisa
Girando de flor desde el centro
Brillando de fuera hacia adentro

De flor un día
Con pétalo hizo su reino
Con flor sobre flor hasta el cielo
Y se lo llevó tallo adentro
Bordando de flor el contento

Dicen que las flores
Son las armas nobles
Que jamás procuran la batalla
Pero cuando giran algo pasa
Pueden mutilar con un solo giro
Si algo se interpone en su camino.

De flor la suerte
Llegó a su jardín una guerra
Y así despertó de la tierra
La rabia de la flor al combate
Girando su flor por delante.

Y fue la historia
Narrada por flores silvestres
Que vino a la flor una peste
La que aniquiló tanto sueño
De flor y de flores su empeño. De flor y de flores
VI (GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER)

Fatigada del baile,
encendido el color, breve el aliento,
apoyada en mi brazo
del salón se detuvo en un extremo.

Entre la leve gasa
que levantaba el palpitante seno,
una flor se mecía
en compasado y dulce movimiento.

Como en cuna de nácar
que empuja el mar y que acaricia el céfiro,
tal vez allí dormía
al soplo de sus labios entreabiertos.

¡Oh! ¡quién así, pensaba,
dejar pudiera deslizarse el tiempo!

¡Oh! si las flores duermen,
¡qué dulcísimo sueño!

ODA A LA FLOR (PABLO NERUDA)




Flores

de pobre en las ventanas

pobres,

pétalos de sol pobre

en las desmoronadas

casa de la pobreza.

... ...
Y así voy por las calles
mirando las ventanas
donde el carmín caído
de un geranio
canta allí, en medio de las pobre vidas,
donde un clavel eleva
su flecha de papel y de perfume
junto a los vidrios rotos,
o donde una azucena
dejó su monasterio
y se vino a vivir con la pobreza.

LA FLOR DE LA CANELA (CHABUCA GRANDA)
VERSIÓN JOAQUÍN SABINA Y MARIA DOLORES PRADERA
VERSIÓN CAETANO VELOSO
VERSIÓN ANTONIO PRIETO
VERSIÓN PLÁCIDO DOMINGO

Déjame que te cuente limeña,
déjame que te diga la gloria
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ahora que aún perdura el recuerdo,
ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente del río y la alameda.

Jazmines en el pelo
y rosas en la cara,
airosa caminaba
la flor de la canela.
Derramaba lisura
y a su paso dejaba
aromas de mixtura
que en su pecho llevaba.

Del puente a la alameda
menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece
al ritmo de sus caderas,
recogía la risa
de la brisa del río,
y al viento la lanzaba
del puente a la alameda.


Déjame que te cuente limeña,
déjame que te diga, morena mi pensamiento,
a ver si así despiertas del sueño,
del sueño que engalana, morena, tu sentimiento.

Aspiraré la mixtura que da la flor de canela
adornada con jazmines, matizando tu hermosura.
Alfombra de nuevo el puente y engalana la alameda
que el río acompasará tu paso por la vereda.

Y recuerda que…

CANCIÓN DEL JACARANDÁ
VERSIÓN DE LA PROPIA AUTORA

Al este y al oeste 
llueve y lloverá 
una flor y otra flor celeste 
del jacarandá. 

La vieja está en la cueva 
pero ya saldrá 
para ver que bonito nieva 
del jacarandá. 

Se ríen las ardillas, 
ja jajá jajá, 
porque el viento le hace cosquillas 
al jacarandá.00

El cielo en la vereda 
dibujando está 
con espuma y papel de seda 
del jacarandá. 

El viento como un brujo 
vino por acá. 
Con su cola barrió el dibujo 
del jacarandá. 

Si pasa por la escuela, 
los chicos, quizá, 
se pondrán una escarapela 
del jacarandá.


LA FLOR DEL AIRE (GABRIELA MISTRAL)

Yo la encontré por mi destino, 
de pie a mitad de la pradera, 
gobernadora del que pase, 
del que le hable y que la vea. 

Y ella me dijo: "Sube al monte. 
Yo nunca dejo la pradera, 
y me cortas las flores blancas 
como nieves, duras y tiernas." 

Me subí a la ácida montaña, 
busqué las flores donde albean, 
entre las rocas existiendo 
medio dormidas y despiertas. 

Cuando bajé, con carga mía, 
la hallé a mitad de la pradera, 
y fui cubriéndola frenética, 
con un torrente de azucenas. 

Y sin mirarse la blancura, 
ella me dijo: "Tú acarrea 
ahora sólo flores rojas. 
Yo no puedo pasar la pradera." 

Trepé las penas con el venado, 
y busqué flores de demencia, 
las que rojean y parecen 
que de rojez vivan y mueran.
CANCIÓN DEL JARDINERO (MARÍA ELENA WALSH)
VERSIÓN DE LA PROPIA AUTORA
VERSIÓN DE ROSA LEÓN
VERSIÓN DE LEÓN GIECO

Mírenme, soy feliz 
entre las hojas que cantan 
cuando atraviesa el jardín 
el viento en monopatín. 

Cuando voy a dormir 
cierro los ojos y sueño 
con el olor de un país 
florecido para mí. 

Yo no soy un bailarín 
porque me gusta quedarme 
quieto en la tierra y sentir 
que mis pies tienen raíz. 

Una vez estudié 
en un librito de yuyo 
cosas que sólo yo sé 
y que nunca olvidaré. 

Aprendí que una nuez 
es arrugada y viejita, 
pero que puede ofrecer 
mucha, mucha, mucha miel. 

Del jardín soy duende fiel, 
cuando una flor está triste 
la pintó con un pincel 
y le toco el cascabel. 

Soy guardián y doctor 
de una pandilla de flores 
que juegan al dominó 
y después les da la tos. 

Por aquí anda Dios 
con regadera de lluvia 
o disfrazada de sol 
asomando a su balcón. 

Yo no soy un gran señor, 
pero en mi cielo de tierra 
cuido el tesoro mejor 
mucho, mucho, mucho amor


GLADIÖLOS JUNTO AL MAR (OSCAR HAHN)

Gladiólos rojos de sangrantes plumas
lenguas del campo llamas olorosas:
de las olas azules amorosas
cartas os llegan: pálidas espumas

Flotan sobre las alas de las brumas
epístolas de polen numerosas
donde a las aguas piden por esposas
gladiólos rojos de sangrantes plumas

Movidas son las olas por el viento
y el pie de los gladiólos van besando
al son de un suave y blando movimiento

y en cada dulce flor de sangre inerte
la muerte va con piel de sal entrando
y entrando van las flores en la muerte
CLAVEL DEL AIRE (CARLOS GARDEL)

Como el clavel del aire,
así era ella,
igual que la flor
prendida en mi corazón.
¡Oh, cuánto lloré
porque me dejó!
Como el clavel del aire,
así era ella,
igual que la flor.

En esta región,
igual que un ombú
solito y sin flor,
así era yo;
y presa del dolor
los años viví,
igual que un ombú
en esta región.

Y mi ramazón
secándose iba,
cuando ella una tarde
mi sombra buscó.
Un ave cantó
en mi ramazón,
y el árbol sin flores
tuvo su flor.

Mas un feliz viajero
—viajero maldito—
el pago cruzó;
en brazos de él se me fue
y yo me quedé
de nuevo sin flor.
El que cruzó fue el viento,
el viento pampero
que se la llevó.

A UNA ROSA (JORGE LUIS BORGES)
      De las generaciones de las rosas
      Que en el fondo del tiempo se han perdido
      Quiero que una se salve del olvido,
      Una sin marca o signo entre las cosas
      Que fueron. El destino me depara
      Este don de nombrar por vez primera
      Esa flor silenciosa, la postrera
      Rosa que Milton acercó a su cara,
      Sin verla. Oh tú bermeja o amarilla
      O blanca rosa de un jardín borrado,
      Deja mágicamente tu pasado
      Inmemorial y en este verso brilla,
      Oro, sangre o marfil o tenebrosa
      Como en sus manos, invisible rosa.

    LA ROSA INALCANZABLE (JORGE LUIS BORGES)
    CANTADO POR JAIRO
    La rosa,
    la inmarcesible rosa que no canto,
    la que es peso y fragancia,
    la del negro jardín de la alta noche,
    la de cualquier jardín y cualquier tarde,
    la rosa que resurge de la tenue
    ceniza por el arte de la alquimia,
    la rosa de los persas y de Ariosto,
    la que siempre está sola,
    la que siempre es la rosa de las rosas,
    la joven flor platónica,
    la ardiente y ciega rosa que no canto,
    la rosa inalcanzable







CUANDO LLEGA LA NOCHE - EUGENIO SALVADOR DALÌ

FLORES SALVAJES - VINCENT VAN GOGH
LECHOS DE FLORES EN HOLANDA - VINCENT VAN GOGH
EL ARTE DE VINCENT VAN GOGH CON LAS FLORES
FLORA - ARCIMBOLDO




LA REVANCHA DE LAS FLORES

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