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11.1.14

FÚTBOL





 "El fútbol es un sistema de signos, por lo tanto es un lenguaje. Hay momentos que son puramente poéticos: se trata de los momentos de gol. Cada gol es siempre una invención, es siempre una subversión del código: es una ineluctabilidad, fulguración, estupor, irreversibilidad. Igual que la palabra poética. El goleador de un campeonato es siempre el mejor poeta del año. El fútbol que produce más goles es el más poético. Incluso el dribbling es de por sí poético (aunque no siempre como la acción del gol). En los hechos, el sueño de cada jugador (compartido por cada espectador) es partir de la mitad del campo, dribbliar a todos y marcar el gol. Si, dentro de los límites consentidos, se puede imaginar en el fútbol una cosa sublime, es ésa. Pero no sucede nunca. Es un sueño"
PIER PAOLO PASSOLINI

EL GOL MÁS POÉTICO (DIEGO MARADONA .1986)

FILMACIÓN DE LA TV BRASILEÑA DESDE UN ÁNGULO FRONTAL
SU EXCELSA IMITACIÓN MÁS DE DOS DÉCADAS DESPUÉS (LIONEL MESSI)
LA COMPARATIVA


LA COPA DE LA VIDA (RICKY MARTIN)
La vida es 
pura pasión
hay que llenar
copa de amor
para vivir 
hay que luchar
un corazón
para ganar
Como Caín y Abel
es un partido cruel
tienes que pelear por una estrella
consigue con honor
la copa del amor
para sobrevivir y luchar por ella
luchar por ella(si!)
luchar por ella(si!)
Tu y yo!! ale, ale, ale
go, go, gol!! ale, ale, ale
arriba va!! el mundo esta de pie
go, go, gol!! ale, ale, ale
La vida es
competición
hay que soñar
ser campeón
la copa es
la bendición
la ganarás
go, go, go!
Tu instinto natural
vencer a tu rival
tienes que pelear por una estrella
consigue con honor
la copa del amor
para sobrevivir y luchar por ella
luchar por ella(si!)
luchar por ella(si!)
Tu y yo......

EL ÁNGEL DE LA CANCHA (JAIRO)
Se levanta los domingos 
y mira por la ventana 
no sea cosa que la lluvia 
se mande alguna macana. 
pocas cosas en su vida 
unos discos, un canario 
y un montón de fotos viejas 
en la puerta del armario. 
la foto de Pedernera 
a punto de hacerse viejo 
y la del pelado grillo 
en el centro del espejo. 
alrededor de Bochini 
los pibes como palomas 
mirando como descose 
una pelota de goma. 
mirando como descose 
una pelota de goma. 
le gusta llegar temprano 
y perderse entre la gente 
un millón de mandarinas, 
garrapiñada caliente. 
dos a cero cuatro uno 
no tiene mucha importancia 
lo que importa al fin y al cabo 
es el ángel de la cancha. 
la foto de los ingleses 
en el gol de Maradona 
unos pellizcando el aire 
y otro sentado en la hora. 
la foto de Batistuta 
abrazado por dos minas 
y la de Kempes flameando 
con la bandera argentina. 
y la de Kempes flameando 
con la bandera argentina


ENTRE HOMBRES (WAHINGTON CUCURTO)

Así que, francamente, Laércio Redondo,
no entiendo por qué no podés jugar fútbol.
El fútbol es un deporte de hombres dulces.
El fútbol es un deporte de hombres que se 
quieren con locura.
El habilidoso es maltratado por el recio.
Y el recio se muere por maltratarlo con amor…
La vida es linda, Laércio.
En el campo se impone el recio
Y el enamorado corre detrás de él.
“Ven y voltéame, recio zaguero”.
Muchas veces escuche decirse esto entre hombres…
Vi hombres arrojarse al pasto para que otros
se arrojen detrás, es tan bonito el amor
corrompido, prohibido, escapado de las pacaterías del mundo.
Cosas así hace el amor para sobrevivir y eso es tan lindo.
Es así, querido Laercio, el fútbol es un deporte
de hombres que se quieren con locura.
Passolini, lo sabía bien y disfrutaba,
era capitán de un equipo de recios adolescentes…
…entre hombres, en medio de la calle;
el recio y el habilidoso,
el abrazo y el beso del gol, es como un
arrumaco después de un gran polvo.
Laércio, querido amigo, no te prives de lo mejor.
Todo es mejor y mágico entre hombres..
TOCO Y ME VOY (BERSUIT VERGARABAT)

Te la toco de primera 
vos si querés la agarrás 
cada jugada que sueño se hace realidad 
o pareciera... algo casual. 
aunque pongas la barrera 
yo te la mando a guardar 
toda la vida es un baile y te pueden bailar 
aunque no quieras, lo verás 
en una cancha o en un bar... 
dando la vuelta manija me doy 
subiendo al latido de esta vibración, 
caño, taquito, chilena y tablón 
el fuego sagrado de mi corazón ... 
Toco y me voy 
la camiseta es como un dios 
toco y me voy 
no importa cuál sea el color... 
Y si me pintan la cara 
hoy no me voy a achicar 
cuando me muerda la pena no voy a llorar 
ha terminado el festival... 
en un picado cualquiera 
mi alma se echa a rodar, 
este es el juego que siento y no pienso parar 
yo pongo el cuerpo hasta el final 
en una cancha o en un bar... 
dando la vuelta manija me doy 
subiendo al latido de esta vibración, 
caño, taquito, chilena y tablón 
el fuego sagrado de mi corazón ... 
Toco y me voy 
la camiseta es como un dios 
toco y me voy 
no importa cuál sea el color 
del cuadro que sigas toda tu vida 
toco y me voy 
la camiseta es como un dios 
toco y me voy 
no importa cuál sea el color 
banderas al viento en la bienvenida 
toco y me voy 
la camiseta es como un dios 
del cuadro que sigas toda tu vida 
toco y me voy 
no importa cuál sea el color...
"La pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Esto me ayudó mucho en la vida... Lo que más sé acerca de moral y de las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol"
ALBERT CAMUS

PATADURA (CARLOS GARDEL)
Piantáte de la cancha, dejále el puesto a otro
de puro patadura estás siempre en orsay;
jamás cachás pelota, la vas de figurita
y no servís siquiera para patear un hands.
Querés jugar de forward y ser como Seoane
y hacer como Tarasca de media cancha gol.
Burlar a la defensa con pases y gambetas
y ser como Ochoíta el crack de la afición.

Chingás a la pelota,
chingás en el cariño,
el corazón de Monti
te falta, che, chambón.
Pateando a la ventura
no se consiguen goles.
Con juego y picardías
se altera el marcador.

Piantáte de la cancha que hacés mala figura
con fouls y brusquedades te pueden lastimar
te falta tecnicismo, colgá los piparulos
de linesman hay puesto, si es que querés jugar...
El juego no es pa' otarios, tenélo por consejo
hay que saber cortarse y ser buen shoteador...
En el arco que cuida la dama de tus sueños
mi shot de enamorado acaba de hacer gol.

Sacáte los infundios,
vos no tenés más chance.
Ya ni tocás pelota,
la vas de puro aubol,
te pasa así en el campo
de amor, donde jugamos:
mientras corrés la liebre
te gano un corazón.





EL REFERÍ (JOSÉ CANTERO VERNI)


Qué culpa tendrá tu Madre

de que seas referí,

de sólo verte de negro

te comienzan a agredir.


Vos siempre tenés la culpa

porque el fútbol es así,

los epítetos te llueven

de los pies a la nariz.


Tu silbato no conforma

nunca nadie está feliz,

para el hincha sos un cuervo

que no sabe dirigir.


Si mostrás una amarilla

te discuten a morir,

ni qué hablar de alguna roja

sos el chivo a maldecir.


Te gritan del alambrado

que negro será tu fin,

qué culpa tendrá tu Madre

de que seas referí.


jugador futbol dando toques balon
EL BAILE DE LA GAMBETA (VERSUIT BERGARABAT)
Por eso ahora vamo´ a bailar, 
para cambiar esta suerte. 
si sabemos gambetear 
para ahuyentar la muerte. 
vamo´ a bailar, 
para cambiar esta suerte. 
si sabemos gambetear 
para ahuyentar la muerte. 
Y por que si, 
porque sobran las bolas, 
de matarla con el pecho 
y no tirarla afuera. 
Para jugar 
de local en cualquier cancha, 
aunque pongo el corazón 
y vo´ ponés la plancha. 
(estribillo) 
Y, porque soy 
de la escuela del bocha, 
voy con la fantasía 
a la estrategia fría. 
y, si no hay copa, 
que haya cope para la gente, 
que salta sobre el dolor 
y nace nuevamente... 
¡vamo´!.. 
Y si me voy, 
así como de repente, 
es como un viaje más 
para el que viaja siempre. 
si he de morir, 
no quiero como la oveja, 
que cuando no da más lana 
el amo la degüella. 
(estribillo) 
tomala vos, dámela a mí, 
si te quedas... ¿por qué no venis? 
movela como sea, 
que ya llegó la hora 
del baile de la gambeta. 
Para cambiar de suerte 
Fantaseo una jugada 
Hay que ahuyentar la muerte 
Con la pelota encendida. 
Para cambiar de suerte 
Lleva el alma de una queja 
Hay que ahuyentar la muerte 
Y el cuero es pura vida. 
Para cambiar de suerte 
Si la suerte ya está echada 
Hay que ahuyentar la muerte. 
Y es el final del partido, 
Para cambiar de suerte 
Meto un gol de corazón 
Hay que ahuyentar la muerte 
Para gritarle al olvido 
Para cambiar de suerte 
(estribillo)

LOS BOTINES (JOSÉ CANTERO VERNI)


Te dejaron los botines

en la mesita de luz,
los cordones eran blancos,
y la puntera era azul.

Al despertarte los viste
con una alegría sin fin,
la tarjeta te deseaba
un cumpleaños feliz.

Ese sábado a la tarde
con las velas sin soplar,
te fuiste para el potrero
para poderlos mostrar.

De marca eran Sacachispas
y toda una novedad,
tu abuelo hizo un esfuerzo
para lograrlos comprar.

Te los calzaste despacio
sujetándote el afán,
las ganas se te salían
por quererlos estrenar.

Los chicos te los miraban,
vos presumías con el par,
te sentiste de primera
en ídolo popular.

Los pies te quedaban firmes
corrías con otra andar,
tenías otra potencia
imposible de explicar.

No te dolían los dedos
al pegarle de puntín,
parecía que volabas
con alas en el botín.

Pisabas cada pelota
con total seguridad,
a los centros los tirabas
con certera calidad.

Al terminar el partido
se te acercó un chiquilín,
que lindos son tus botines
es algo que nunca vi.

El niño estaba descalzo
muriéndose por jugar,
jugaba en otro partido
que estaba por comenzar.

Vos tenías los botines
para jugar y soñar,
que aquel chiquillo descalzo
jamás podría comprar.

En un gesto de renuncia
de total sinceridad,
le distes tus Sacachispas
que acababas de estrenar.

Toma chiquillo son tuyos
ponételos sin dudar,
anda y jugá con firmeza
derrocha tu habilidad.

Se miraron como hermanos
no había nada que agregar,
ese gesto fue un golazo
tan difícil de olvidar.

Regalaste los botines
que acababas de estrenar,
en el pecho te latía
una gran felicidad.


LA MANO DE DIOS (RODRIGO)
En una villa nació, fue deseo de Dios, 
crecer y sobrevivir a la humilde expresión. 
Enfrentar la adversidad 
con afán de ganarse a cada paso la vida. 
En un potrero forjó una zurda inmortal 
con experiencia sedienta ambición de llegar. 
De cebollita soñaba jugar un Mundial 
y consagrarse en Primera, 
tal vez jugando pudiera a su familia ayudar... 

A poco que debutó 
"Maradó, Maradó", 
la 12 fue quien coreó 
"Maradó, Maradó". 
Su sueño tenía una estrella 
llena de gol y gambetas... 
y todo el pueblo cantó: 
"Maradó, Maradó", 
nació la mano de Dios, 
"Maradó, Maradó". 
Sembró alegría en el pueblo, 
regó de gloria este suelo... 

Carga una cruz en los hombros por ser el mejor, 
por no venderse jamás al poder enfrentó. 
Curiosa debilidad, si Jesús tropezó, 
por qué él no habría de hacerlo. 
La fama le presentó una blanca mujer 
de misterioso sabor y prohibido placer, 
que lo hizo adicto al deseo de usarla otra vez 
involucrando su vida. 
Y es un partido que un día el Diego está por ganar... 

A poco que debutó 
"Maradó, Maradó", 
la 12 fue quien coreó 
"Maradó, Maradó". 
Su sueño tenía una estrella 
llena de gol y gambetas... 
y todo el pueblo cantó: 
"Maradó, Maradó", 
nació la mano de Dios, 
"Maradó, Maradó". 
Sembró alegría en el pueblo, 
regó de gloria este suelo... 

Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego.


LA ZURDA DE ORO (EL POLACO) HOMENAJE A MESSI
Desde Rosario en Argentina había un pibe que deslumbro 
y antes que nadie se diera cuenta 
se fue a España en un avión 

Qué grande el pibe dicen los diarios 
cuánta cabeza cuánta emoción 
en cada toque hace un regalo 
y todos gritan dale campeón

La zurda de oro se lo apodó 
La zurda de oro nos demostró 
que este país se llena de orgullo viéndote a vos 

Toda la magia en el gol nos hace acordar a dios 
La zurda de oro se lo apodó 
La zurda de oro nos demostró 
que este país se llena de orgullo viéndote a vos 

Ahí viene Messi con la pelota 
siempre va al frente en donde este 
esquiva 4 esquiva 5 y su destino siempre es la red 
Qué grande el pibe dicen los diarios 
cuánta cabeza cuánta emoción 
y en cada toque el nos demuestra 
que él es el heredero de dios 

La zurda de oro se lo apodó 
La zurda de oro nos demostró 
que este país se llena de orgullo viéndote a vos 



La zurda de oro se lo apodó 
La zurda de oro nos demostró 
que este país se llena de orgullo viéndote a vos 
EL FÚTBOL ES MI PASIÓN (LOS LEALES)
Cantada también por el KUN AGUERO
De quién, de quién, Kun Aguero papá! 

Por las ganas que no puedo contener 
Porque en mi sangre está siempre presente 
Por las emociones que me hace sentir 
El fútbol es mi pasión, mis ganas de vivir 

Juegas a fútbol poniendo lo mejor de ti 
Se nota en cada juego que quieres ganar 
Dejas tu vida para conseguir el gol 
La hinchada te sigue con todo el corazón 

LLevo el fútbol en la sangre 
Es parte de mi alma 
La hinchada grita ¡vamos Kun Agüero! 

Fuerza, el mundo quiere verte 
mostrando tu coraje 
alegras a la gente con tu juego 
Es mi sueño hecho realidad... 

escuchás monstruo, estos son Los Leales... 
Para vos Pepe y Pocho 

Juegas a fútbol poniendo lo mejor de ti 
Se nota en cada juego que quieres ganar 
Dejas tu vida para conseguir el gol 
La hinchada te sigue con todo el corazón 

Por las ganas que no puedo contener 
Porque en mi sangre está siempre presente 
Por las emociones que me hace sentir 
El fútbol es mi pasión, mis ganas de vivir 

LLevo el fútbol en la sangre 
Es parte de mi alma 
La hinchada grita ¡vamos Kun Agüero! 

Fuerza, el mundo quiere verte 
mostrando tu coraje 
alegras a la gente con tu juego 

LLevo el fútbol en la sangre 
Es parte de mi alma 
La hinchada grita ¡vamos Kun Agüero! 

Fuerza, el mundo quiere verte 
mostrando tu coraje 
alegras a la gente con tu juego 
es mi sueño realidad.. 
es tu sueño hecho realidad. 

EL PIBE DE ORO CARLITOS TEVEZ (PIOLA VAGO)

Nació en un barrio muy popular 
El Fuerte Apache se hace llamar 
El pibe siempre quiso jugar 
Y a su familia poder ayudar 

Hoy es un día muy especial 
Porque Carlitos pudo llegar 
Y toda su gloria se va a disfrutar 
Y todos los giles se quieren matar 
Y toda la envidia se quiere matar 

Y ahora la gente grita sus goles 
El pibe tira sus caños 
Lo quieren de todos lados 
El pibe su sueño cumplió 

Y ahora el pibe tira sus caños 
Los deja a todos pagando 
Bailando con "PIOLA VAGO" 
Carlitos esta disfrutando 
Carlitos esta disfrutando 

Ahora tenemos una estrella más 
*CARLITOS TEVEZ* se hace llamar 
El pibe de oro en las tapas esta 
Y toda la prensa lo quiere bajar 

Y ahora el pibe tira sus caños 
Los deja a todos pagando 
Bailando con "PIOLA VAGO" 
Carlitos esta disfrutando 
Carlitos esta disfrutando 

Y ahora la gente grita sus goles 
El pibe tira sus caños 
Bailando con "PIOLA VAGO" 
Carlitos esta disfrutando 
Carlitos esta disfrutando 

Y ahora la gente grita sus goles 
El pibe tira sus caños 
Bailando con "PIOLA VAGO" 
Carlitos esta disfrutando 

El POTRERO (JOSÉ CANTERO VERNI)

Aún recuerdo, hermano mío,

esas tardes de potrero,

no había nada más hermoso

que pegarle a la de cuero.

Si parece que te viera

otra vez como puntero,

contra el borde de la raya

endiablando con tus centros.

Admiraba tu gambeta

correteando contra el viento,

y tu entrega inagotable

sin parar por un momento.

Era un sábado a la tarde

la final de aquel encuentro,

Cinco Esquinas los rivales

frente a frente con los nuestros.

Aquel clásico de barrio

era todo un sentimiento,

se jugaba con el alma

entregando hasta el aliento.

El partido iba camino

a penales por el cero,

agarraste la pelota

al compás del minutero.

Y te fuiste gambeteando

inspirándote en un sueño,

los trancazos te llovían

ni aún así te detuvieron.

Tu apilada de novela

te dejó frente al arquero,

se quedó con tus amagues

revolcándose en el suelo.

La llevaste hasta la línea

me latía hasta el silencio,

con un toque la empujaste

salté loco de contento.

Era el gol quizás del mundo,

nunca vi otro más bello,

cada vez que lo recuerdo

sube y baja un cosquilleo.

Te abrazamos con el alma

no había diarios de por medio,

son los goles sin revistas

que se sienten bien adentro.

Les ganamos el partido

con coraje y con respeto,

no había sueldos, ni millones,

el sudor sólo era el premio.

Te miré profundamente

fue la última yo creo,

eras ídolo y caudillo

el más grande compañero.

Los caminos de la vida

separaron nuestro puertos,

vos te fuiste con el tuyo

te perdiste por el tiempo.

Hoy he vuelto al viejo barrio

caminando con mis nietos,

y pasé por la canchita

con sus goles y recuerdos.

Y te vi con tus gambetas

cara sucia del potrero,

desbordando mi memoria

otra vez como puntero.

footballeur01.gif (2935 bytes)
KUBALA (JOAN MANUEL SERRAT)



En Pelé era en Pelé.
I Maradona, un i prou.
Di Stéfano era un pou
de picardia.
Honor i glòria als qui
han fet que brilli el sol
del nostre futbol
de cada dia.

Tots tenen els seus mèrits,
lo seu a cadascú,
però per a mi ningú
com en Kubala.

Es prega al respectable silenci,
que pels qui mai l'han gaudit
en faré cinc cèntims:

La para amb el cap,
la baixa amb el pit,
l'adorm amb l'esquerra

i travessa el mig camp
amb l'esfèrica
enganxada a la bota.

Se'n va del volant
i entra en l'àrea gran
rifant la pilota,

l'amaga amb el cos,
empenta amb el cul
i se'n surt d'esperó.

I es pixa al central
amb un teva-meva 
amb dedicatòria.

I la toca just
per posar-la en el
camí de la gloria.

Visca el coneixement
i l'alegria del joc
adornada amb un toc
de fantasia.
Futbol en colors,
bocada de "gourmet",
punta de ganxet,
canyella fina.

Quan la para amb el cap,
quan la baixa amb el pit,
quan l'adorm amb l'esquerra,

quan travessa el mig camp
amb l'esfèrica
enganxada a la bota,

Quan se'n va del volant
i entra en l'àrea gran
rifant la pilota

i l'amaga amb el cos
i empenta amb el cul
i se'n surt d'esperó.

I es pixa al central
amb un teva-meva 
amb dedicatòria.

I la toca just
per posar-la en el
camí de la glòria.

Permeteu-me glossar
la glòria d'aquests fets
com ho feien els grecs
uns anys enrera.
Amb la joia de qui
ha jugat al seu costat
i duu el seu retrat
a la cartera.

Quan la para amb el cap,
la baixa amb el pit,
l'adorm amb l'esquerra...
Pelé era Pelé.
Y Maradona, uno y basta.
Di Stéfano era un pozo 
de picardía.
Honor y gloria a quienes
han hecho que brille el sol
de nuestro fútbol
de cada día.

Todos tienen sus méritos,
a cada quien lo suyo,
pero para mí ninguno
como Kubala.

Se ruega al respetable silencio,
que para quienes nunca le han gozado
haré cinco céntimos*:

La para con la cabeza,
la baja con el pecho,
la duerme con la izquierda

y atraviesa el medio campo
con el esférico
pegado a la bota.

Se va del volante
y entra en el área grande
rifando la pelota,

la esconde con el cuerpo,
empuja con el culo
y sale de espuela.

Se mea al central
con un tuya-mía
con dedicatoria.

Y la toca justo
para ponerla
en el camino de la gloria.

Viva el conocimiento
y la alegría del juego
adornada con un toque
de fantasía.
Fútbol en colores,
bocado de "gourmet",
encaje de ganchillo,
canela fina.

Cuando la para con la cabeza,
cuando la baja con el pecho,
cuando la duerme con la izquierda,

cuando atraviesa el medio campo
con el esférico
pegado a la bota.

Cuando se va del volante
y entra en el área grande
rifando la pelota,

y la esconde con el cuerpo,
y empuja con el culo
y sale de espuela.

Y se mea al central
con un tuya-mía
con dedicatoria.

Y la toca justo
para ponerla
en el camino de la gloria.

Permitidme glosar
la gloria de estos hechos
como lo hacían los griegos
unos años atrás.
Con la alegría de quien
ha jugado a su lado
y lleva su retrato 
en la cartera.

Cuando la para con la cabeza,
la baja con el pecho,
la duerme con la izquierda...
ELEGÍA AL GUARDAMETA (MIGUEL HERNÁNDEZ)

A Lolo Sampedro, joven en la portería del cielo de Orihuela.

Tu grillo, por tus labios promotores,
de plata compostura,
árbitro, domador de jugadores,
director de bravura,
¿no silbará la muerte por ventura?

En el alpiste verde de sosiego,
de tiza galonado,
para siempre quedó fuera del juego
sampedro, el apostado
en su puerta de cáñamo añudado.

Goles para enredar en sí, derrotas,
¿no la mundial moscarda?
que zumba por la punta de las botas,
ante su red aguarda
la portería aún, araña parda.

Entre las trabas que tendió la meta
de una esquina a otra esquina
por su sexo el balón, a su bragueta
asomado, se arruina,
su redondez airosamente orina.

Delación de las faltas, mensajeras
de colores, plurales,
amparador del aire en vivos cueros,
en tu campo, imparciales
agitaron de córner las señales.

Ante tu puerta se formó un tumulto
de breves pantalones
donde bailan los príapos su bulto
sin otros eslabones
que los de sus esclavas relaciones.

Combinada la brisa en su envoltura
bien, y mejor chutada,
la esfera terrenal de su figura
¡cómo! fue interceptada
por lo pez y fugaz de tu estirada.

Te sorprendió el fotógrafo el momento
más bello de tu historia
deportiva, tumbándote en el viento
para evitar victoria,
y un ventalle de palmas te aireó gloria.

Y te quedaste en la fotografía,
a un metro del alpiste,
con tu vida mejor en vilo, en vía
ya de tu muerte triste,
sin coger el balón que ya cogiste.

Fue un plongeón mortal. Con ¡cuánto! tino
y efecto, tu cabeza
dio al poste. Como un sexo femenino,
abrió la ligereza
del golpe una granada de tristeza.

Aplaudieron tu fin por tu jugada.
Tu gorra, sin visera,
de tu manida testa fue lanzada,
como oreja tercera,
al área que a tus pasos fue frontera.

Te arrancaron, cogido por la punta,
el cabello del guante,
si inofensiva garra, ya difunta,
zarpa que a lo elegante
corroboraba tu actitud rampante.

¡Ay fiera!, en tu jaulón medio de lino,
se eliminó tu vida.
Nunca más, eficaz como un camino,
harás una salida
interrumpiendo el baile apolonida.

Inflamado en amor por los balones,
sin mano que lo imante,
no implicarás su viento a tus riñones,
como un seno ambulante
escapado a los senos de tu amante.

Ya no pones obstáculos de mano
al ímpetu, a la bota
en los que el gol avanza. Pide en vano,
tu equipo en la derrota,
tus bien brincados saques de pelota.

A los penaltys que tan bien parabas
acechando tu acierto,
nadie más que la red le pone trabas,
porque nadie ha cubierto
el sitio, vivo, que has dejado, muerto.

El marcador, al número al contrario,
le acumula en la frente
su sangre negra. Y ve el extraordinario,
el Sampedro suplente,
vacío que dejó tu estilo ausente.
ODA A PLATKO (RAFAEL ALBERTI)


Ni el mar,
que frente a ti saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía.
Ni el mar, ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.
No nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire.
Camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote.
Platko, Platko lejano,
rubio Platko tronchado,
tigre ardiente en la yerba de otro país.
¡ Tú, llave, Platko, tu llave rota,
llave áurea caída ante el pórtico áureo !
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Volvió su espalda al cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por ti, sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto
temieron las insignias.
No nadie, Platko, nadie,
nadie se olvida.
Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.
Azul heróico y grana,
mando el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas,
rotas alas, combatidas, sin plumas,
escalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
¡ Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungría !
Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario al viento abrió una brecha.
Nadie, nadie se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡ Oh, Platko, Platko, Platko
tú, tan lejos de Hungría !
¿ Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte ?
Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.

jugadores de fútbol

O FUTEBOL (CHICO BUARQUE)



Para estufar esse filó
Como eu sonhei
Se eu fosse o Rei
Para tirar efeito igual

Ao jogador
Qual
Compositor
Para aplicar uma firula exata
Que pintor
Para emplacar em que pinacoteca, nega
Pintura mais fundamental
Que um chute a gol
Com precisão
De flecha e folha seca
Parafusar algum joão
Na lateral
Não
Quando é fatal
Para avisar a finta enfim
Quando não é
Sim
No contrapé
Para avançar na vaga geometria
O corredor
Na paralela do impossível, minha nega
No sentimento diagonal
Do homem-gol
Rasgando o chão
E costurando a linha
Parábola do homem comum
Roçando o céu
Um
Senhor chapéu
Para delírio das gerais
No coliseu
Mas
Que rei sou eu
Para anular a natural catimba
Do cantor
Paralisando esta canção capenga, nega
Para captar o visual
De um chute a gol
E a emoção
Da idéia quando ginga
(Para Mané para Didi para Mané Mané para Didi para Mané para
Didi para
Pagão para Pelé e Canhoteiro)
Rehogar esta afición
Cómo soñé
Sólo
Si yo fuera rey
Para obtener el mismo efecto

Un jugador
cual
compositor
Para aplicar una finta exacta
Qué pintor
Para emplazar a esa galería de arte, niega
Pintura más fundamental
Que un tiro de gol
Con precisión
De fllecha y hoja seca
Para fijar alguna jugada

En el  lateral
No
Cuando es fatal
Para advertir la finta finalmente
Cuando no sea
En contrapié

Para avanzar en la onda geométrica
El corredor
En la paralela niega lo imposible,
Sintiendo en diagonal

El hombre-gol
Tirándose al suelo
 Y cosiendo la línea


Parábola del hombre común
Rozando el cielo
Ola
Saco el Sombrero


Para el delirio en general
en el Coliseo
Pero
En lo que yo soy  rey
Para anular una natural Catimba


De cantante
Paralizando esta  coja canción, 
negada

Para capturar la visual
Desde un tiro de gol
Y la emoción
De la idea en la remada


(Para Mane para Didi Mane Mane para
Didi para Mane para Didi para
Pagao para Pelé y Canhoteiro)
SAMBA NO PE HOMENAJE MUSICAL DE CHICO BUARQUE A SUS ÍDOLOS FUTBOLÍSTICOS.


HOY TU TIEMPO ES REAL (MARIO BENEDETTI) DEDICADO A DIEGO MARADONA

Hoy Tu Tiempo Es Real 

Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa 
Y aunque otros olviden tus festejos 
Las noches sin amos quedaron lejos 
Y lejos el pesar que desalienta. 

Tu edad de otras edades se alimenta 
No importa lo que digan los espejos 
Tus ojos todavía no están viejos 
Y miran, sin mirar, más de la cuenta 

Tu esperanza ya sabe su tamaño 
Y por eso no habrá quien la destruya 
Ya no te sentirás solo ni extraño. 

Vida tuya tendrás y muerte tuya 
Ha pasado otro año, y otro año 
Les has ganado a tus sombras, aleluya. 
LA VIDA TÓMBOLA (MANU CHAO)
Si yo fuera Maradona 
viviría como él 
si yo fuera Maradona 
frente a cualquier portería 
si yo fuera Maradona 
nunca me equivocaría 
si yo fuera Maradona 
perdido en cualquier lugar. 
La vida es una tómbola... 
de noche y de día... 
la vida es una tómbola 
y arriba y arriba.... 
Si yo fuera Maradona 
viviría con él 
...mil cohetes... mil amigos 
y lo que venga a mil por cien... 
si yo fuera Maradona 
saldría en Mondovision 
para gritarle a la FIFA 
¡Que ellos son el gran ladrón! 
La vida es una tómbola... 
de noche y de día... 
la vida es una tómbola 
y arriba y arriba.... 
Si yo fuera Maradona 
viviría como él 
porque el mundo es una bola 
que se vive a flor de piel 
Si yo fuera Maradona 
frente a cualquier porquería 
nunca me equivocaría... 
Si yo fuera Maradona 
y un partido que ganar 
si yo fuera Maradona 
perdido en cualquier lugar... 
La vida es una tómbola 
de noche y de día... 
la vida es una tómbola 
y arriba y arriba....

En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol.
EDUARDO GALEANO
Tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha.
ROBERTO FONTANARROSA
El fútbol me recuerda viejos e intensos amores, porque en ningún otro lugar como en el estadio se puede querer u odiar tanto a alguien.
FRANCOISE SAGAN
A mí siempre me pareció más interesante marcar un autogol que un gol. Un gol, salvo si uno se llama Pelé, es algo eminentemente vulgar y muy descortés con el arquero contrario, a quien no conoces y que no te ha hecho nada, mientras que un autogol es un gesto de independencia.
ROBERTO BOLAÑO
El fútbol me interesa porque es una religión benévola que ha hecho muy poco daño.
MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
El culto hispánico religioso ha cedido paso a una nueva fe, en la que los sacerdotes emergen desde una cavidad subterránea y ofician con el pie.
JOSÉ LUIS SAMPEDRO
El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse.
PAUL AUSTER

CENTENARIO (JOAQUÍN SABINA) 
HIMNO AL ATLÉTICO DE MADRID
Aquí me pongo a contar 
motivos de un sentimiento 
que no se puede explicar. 
Y eso que no doy el tipo 
del hincha que rompe piernas 
por defender a su quipo. 
Para entender lo que pasa 
hay que haber llorado dentro 
del Calderón, que es mi casa. 
o del Metropolitano, 
donde lloraba mi abuelo 
con mi papá de la mano. 
Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de vivir, 
Qué manera de subir y bajar de las nubes, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Ufarte, Kiko, Juninho, Ratón, Ayala, Pantic, Heredia, 
Antic, Levinha, Adelardo, Toni, Simeone, 
Grifa, Pereira, 
Peiró, Calleja, Ovejero, 
tal y tal y un tal cabeza, 
Zapatones de Hortaleza, 
Ben Barek y Caminero, 
Paseo de los melancólicos, 
Manzanares cuánto te quiero. 
No me preguntes por qué 
los colores rojiblancos 
van con mi forma de ser. 
Ni merengues ni marrones,, 
a mí me gustan las rayas 
canallas de los colchones. 
Mira si soy colchonero 
que paso por Concha Espina 
como pasa un forastero. 
Como los indios okupas 
que acampan con sus banderas 
en la ribera del Pupas. 
Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de morir, 
Qué manera de jugarse en el derby la pelvis, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Solozábal, Súper López, Rivilla, 
Santi, Jayo, Aguilera, 
Vavá, Gárate, Mendoça, Futre, 
Collar, toma delantera! 
Despekan el juego sucio 
un par de huevos de Lucio, 
gambetas de Rubén Cano, 
dos tetas de gran hermano 
y un principito heredero 
corazoncito de colchonero. 
Por la Intercontinental 
pide la clase de tropa 
otra Recopa en el bar. 
Ni perdemos los papeles 
ni cambio por mi Neptuno 
tu pasarela Cibeles. 
Cumpliendo cien años andas 
y estás más joven que el niño 
que galopa por las bandas. 
Y la afición a tu lado 
porque es adicta al veneno 
del balón envenenado. 
Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de vivir, 
Con dinero y sin dinero somos los primeros, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Atlético de Aviación, que pasón, 
un siglo de horas de vuelo 
dos años en el retrete tras un doblete 
rozando el cielo, 
volando hasta la buhardilla, 
llorando por los rincones, 
bajando a la alcantarilla, 
acariciando balones, 
infartando en la ribera 
del Manzanares los corazones. 
Qué manera de aguantar, 
qué manera de crecer, 
qué manera de sentir, 
qué manera de soñar, 
qué manera de aprender, 
qué manera de sufrir, 
qué manera de palmar, 
qué manera de vencer, 
qué manera de morir, 
Qué manera de subir y bajar de las nubes, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Qué manera de viajar a la gloria gritando, 
¡qué viva mi Atleti de Madrid! 
Qué manera de decir cumpleaños feliz 
y brindar por mi Atleti de Madrid!
HIMNO DEL BARCELONA (JOAN MANUEL SERRAT)
CON SUBTÍTULOS EN ESPAÑOL
Tot el camp 
es un clam 
som la gent Blau Grana 
Tan se val d'on venim 
Si del sud o del nord 
ara estem d'acord 
estem d'acord 
una bandera ens agermana. 
Blau Grana al vent 
un crit valent 
tenim un nom 
el sap tothom 

Barça!, Barça!, Baaaarça!!!! 

Jugadors 
Seguidors 
tots unit fem força 
son molts d'anys plens d'afanys 
son molts gols que hem cridat 
i s'ha demostrat 
s'ha demostrat 
que mai ningú no ens podrà tòrcer 
Blau Grana al vent 
un crit valent 
tenim un nom 
el sap tothom 



Barça!, Barça!, Baaaarça!!!! 
Todo el campo, 
es un clamor, 
somos la gente azulgrana, 
no importa de donde vengamos, 
si del sur o del norte, 
eso si, estamos de acuerdo, estamos de acuerdo, 
una bandera nos hermana. 
Azulgrana al viento, 
un grito valiente, 
tenemos un nombre, 
lo sabe todo el mundo: 

Barça!, Barça !, Baaaarça !!!! 

Jugadores, aficionados, 
todos unidos hacemos fuerza, 
son muchos años llenos de sacrificio, 
son muchos los goles que hemos gritado, 
y se ha demostrado, se ha demostrado, 
que nunca nadie nos podrá doblegar. 
Azulgrana al viento, 
un grito valiente, 
tenemos un nombre, 
lo sabe todo el mundo: 

Barça!, Barça!, Baaaarça!!!!
EL SUEÑO DEL PIBE (PUEY-YISO)
VERSIÓN DE DIEGO MARADONA
VERSIÓN DE LUCIANO PEREYRA

Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.

"Mamita, mamita" se acercó gritando;
la madre extrañada dejo el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
"El club me ha mandado hoy la citación."

Mamita querida,
ganaré dinero,
seré un Baldonedo,
un Martino, un Boyé;
dicen los muchachos
de Oeste Argentino
que tengo más tiro
que el gran Bernabé.
Vas a ver que lindo
cuando allá en la cancha
mis goles aplaudan;
seré un triunfador.
Jugaré en la quinta
después en primera,
yo sé que me espera
la consagración

Dormía el muchacho y tuvo esa noche
el sueño más lindo que pudo tener;
El estadio lleno, glorioso domingo
por fin en primera lo iban a ver.

Faltando un minuto están cero a cero;
tomó la pelota, sereno en su acción,
gambeteando a todos se enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.
"En los últimos años se produjo una futbolización del universo, una invasión del área del pensamiento en la que se utilizan una cantera de metáforas banales tomadas del juego, en el periodismo y en la literatura. Un género no se basa en una temática, porque lo que ocurre es que nace un género acrisolado —salvo en el caso de los buenos escritores— que consiste simplemente en exaltar los estados de ánimo de quiénes ven fútbol o quienes lo juegan. La metáfora más recurrida se relaciona con la guerra y la pasión, como padecimiento, pero esos escritos suelen dejar una melancólica sensación de que se trata de sentimientos construidos. Se busca una épica que trascienda largamente una vida con ausencia de emociones. Existe cierta demagogia en la literatura que exalta la pasión deportiva, una necesidad de contacto popular. Esta demagogia consiste en el hecho de que en ese encuentro entre el gran arte y lo popular, no asciende lo popular sino que desciende el gran arte. La operación consiste en que si el pueblo no lee a Flaubert, que lean a Coelho. El fútbol es un hecho interesante cultural y antropológicamente pero no es el gran arte. Es un tema, pero no se puede convertir en una superstición, porque se transforma en una patología literaria. Resulta conveniente no entregarse a la tentación y, en todo caso, si hay que imitar a Gardel hay que hacerlo no en la pronunciación de la eme como ere sino en su afinación" 
ALEJANDRO DOLINA
FRAGMENTOS DE FÚTBOL A SOL Y A SOMBRA (EDUARDO GALEANO)
"La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.
El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad.

El jugador
Corre, jadeando, por la orilla. A un lado lo esperan los cielos de la gloria; al otro, los abismos de la ruina. El barrio lo envidia: el jugador profesional se ha salvado de la fábrica o de la oficina, le pagan por divertirse, se sacó la lotería. Y aunque tenga que sudar como una regadera, sin derecho a cansarse ni a equivocarse, él sale en los diarios y en la tele, las radios dicen su nombre, las mujeres suspiran por él y los niños quieren imitarlo. Pero él, que había empezado jugando por el placer de jugar, en las calles de tierra de los suburbios, ahora juega en los estadios por el deber de trabajar y tiene la obligación de ganar o ganar. Los empresarios lo compran, lo venden, los prestan; y él se deja llevar a cambio de la promesa de más fama y dinero. Cuanto más éxito tiene, y más dinero gana, más preso está. Sometido a disciplina militar, sufre cada día el castigo de los entrenamientos feroces y se somete a los bombardeos de analgésicos y las infiltraciones de cortisona que olvidan el dolor y mienten la salud. Y en las vísperas de los partidos importantes, lo encierran en un campo de concentración donde cumple trabajos forzados, come comidas bobas, se emborracha con agua y duerme solo. En los otros oficios humanos, el ocaso llega con la vejez, pero el jugador de fútbol puede ser viejo a los treinta años. Los músculos se cansan temprano:- Éste no hace un gol ni con la cancha en bajada.- ¿Éste? Ni aunque le aten las manos al arquero. O antes de los treinta, si un pelotazo lo desmaya de mala manera, o la mala suerte le revienta un músculo, o una patada le rompe un hueso de esos que no tienen arreglo. Y algún mal día el jugador descubre que se ha jugado la vida a una sola baraja y que el dinero se ha volado y la fama también. La fama, señora fugaz, no le ha dejado ni una cartita de consuelo.

El arquero
 También lo llaman portero, guardameta, golero, cancerbero o guardavallas, pero bien podría ser llamado mártir, paganini, penitente o payaso de las bofetadas. Dicen que donde él pisa, nunca más crece el césped. Es uno solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento. Antes vestía de negro, como el árbitro. Ahora el árbitro ya no está disfrazado de cuervo y el arquero consuela su soledad con fantasías de colores. Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace. Lleva a la espalda el número uno. ¿Primero en cobrar? Primero en pagar. El portero siempre tiene la culpa. Y si no la tiene, paga lo mismo. Cuando un jugador cualquiera comete un penal, el castigado es él: allí lo dejan, abandonado ante su verdugo, en la inmensidad de la valla vacía. Y cuando el equipo tiene una mala tarde, es él quien paga el pato, bajo una lluvia de pelotazos, expiando los pecados ajenos. Los demás jugadores pueden equivocarse feo una vez o muchas veces, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral, un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero. ¿Salió en falso? ¿Hizo el sapo? ¿Se le resbaló la pelota? ¿Fueron de seda los dedos de acero? Con una sola pifia, el guardameta arruina un partido o pierde un campeonato, y entonces el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna. Hasta el fin de sus días lo perseguirá la maldición.

El ídolo

 Y un buen día la diosa del viento besa el pie del hombre, el maltratado, el despreciado pie, y de ese beso nace el ídolo del fútbol. Nace en una cuna de paja y choza de lata y viene al mundo abrazado a una pelota. Desde que aprende a caminar, sabe jugar. En sus años tempranos alegra los potreros, juega que te juega en los andurriales de los suburbios hasta que cae la noche y ya no se ve la pelota, y en sus años mozos vuela y hace volar en los estadios. Sus artes malabares convocan multitudes, domingo tras domingo, de victoria en victoria, de ovación en ovación. La pelota lo busca, lo reconoce, lo necesita. En el pecho de su pie, ella descansa y se hamaca. Él le saca lustre y la hace hablar, y en esa charla de dos conversan millones de mudos. Los nadies, los condenados a ser por siempre nadies, pueden sentirse álguienes por un rato, por obra y gracia de esos pases devueltos al toque, esas gambetas que dibujan zetas en el césped, esos golazos de taquito o de chilena: cuando juega él, el cuadro tiene doce jugadores.- ¿Doce? ¡Quince tiene! ¡Veinte! La pelota ríe, radiante, en el aire. Él baja, la duerme, la piropea, la baila, y viendo esas cosas jamás vistas sus adoradores sienten piedad por sus nietos aún no nacidos, que no las verán. Pero el ídolo es ídolo por un rato nomás, humana eternidad, cosa de nada; y cuando al pie de oro le llega la hora de la mala pata, la estrella ha concluido su viaje desde el fulgor hasta el apagón. Está ese cuerpo con más remiendos que traje de payaso, y ya el acróbata es un paralítico, el artista una bestia:-¡Con la herradura no! La fuente de la felicidad pública se convierte en el pararrayos del público rencor:- ¡Momia! A veces el ídolo no cae entero. Y a veces, cuando se rompe, la gente le devora los pedazos.

 
El Hincha

Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno. Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos. Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música. Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval.

El fanático 

El fanático es el hincha en el manicomio. La manía de negar la evidencia ha terminado por echar a pique a la razón y a cuanta cosa se le parezca, y a la deriva navegan los restos del naufragio en estas aguas hirvientes, siempre alborotadas por la furia sin tregua. El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta, erizado de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obediente del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar. En estado de epilepsia mira el partido, pero no lo ve. Lo suyo es la tribuna. Ahí está su campo de batalla. La sola existencia del hincha del otro club constituye una provocación inadmisible. El Bien no es violento, pero el Mal lo obliga. El enemigo, siempre culpable, merece que le retuerzan el pescuezo. El fanático no puede distraerse, porque el enemigo acecha por todas partes. También está dentro del espectador callado, que en cualquier momento puede llegar a opinar que el rival está jugando correctamente, y entonces tendrá su merecido.

El gol 

El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos. El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero hay que tener en cuenta que el milagro se da poco. El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire.Antes existía el entrenador, y nadie le prestaba mayor atención. El entrenador murió, calladito la boca, cuando el juego dejó de ser juego y el fútbol profesional necesitó una tecnocracia del orden. Entonces nació el director técnico, con la misión de evitar la improvisación, controlar la libertad y elevar al máximo el rendimiento de los jugadores, obligados a convertirse en disciplinados atletas. El entrenador decía: Vamos a jugar. El técnico dice: Vamos a trabajar. Ahora se habla en números. El viaje desde la osadía hacia el miedo, historia del fútbol en el siglo veinte, es un tránsito desde el 2-3-5 hacia el 5-4-1. pasando por el 4-3-3 y el 4-4-2. Cualquier profano es capaz de traducir eso, con un poco de ayuda, pero después, no hay quien pueda. A partir de allí, el director técnico desarrolla fórmulas misteriosas como la sagrada concepción de Jesús, y con ellas elabora esquemas tácticos más indescifrables que la Santísima Trinidad. Del viejo pizarrón a las pantallas electrónicas; ahora las jugadas magistrales se dibujan en una computadora y se enseñan en video. Esas perfecciones rara vez se ven, después, en los partidos que la televisión transmite. Más bien la televisión se complace exhibiendo la crispación en el rostro del técnico, y lo muestra mordiéndose los puños o gritando orientaciones que darían vuelta al partido si alguien pudiera entenderlas. Los periodistas lo acribillan en la conferencia de prensa, cuando el encuentro termina. El técnico jamás cuenta el secreto de sus victorias, aunque formula admirables explicaciones de sus derrotas: Las instrucciones eran claras, pero no fueron escuchadas, dice, cuando el equipo pierde por goleada ante un cuadrito de morondanga. O ratifica la confianza en sí mismo, hablando en tercera persona más o menos así: «Los reveses sufridos no empañan la conquista de una claridad conceptual que el técnico ha caracterizado como una síntesis de muchos sacrificios necesarios para llegar a la eficacia». La maquinaria del espectáculo tritura todo, todo dura poco, y el director técnico es tan desechable como cualquier otro producto de la sociedad de consumo. Hoy el público le grita:¡No te mueras nunca! Y el Domingo que viene lo invita a morirse. El cree que el fútbol es una ciencia y la cancha un laboratorio, pero los dirigentes y la hinchada no sólo le exigen la genialidad de Einstein y la sutileza de Freud, sino también la capacidad milagrera de la Virgen de Lourdes y el aguante de Gandhi.
El director técnico
El lenguaje de los doctores del FútbolVamos a sintetizar nuestro punto de vista, formulando una primera aproximación a la problemática táctica, técnica y física del cotejo que se ha disputado esta tarde en el campo del Unidos Venceremos Fútbol Club, sin caer en simplificaciones incompatibles con un tema que sin duda nos está exigiendo análisis más profundo y detallado y sin incurrir en ambigüedades que han sido, son y serán ajenas a nuestra prédica de toda una vida al servicio de la afición deportiva. Nos resultaría cómodo eludir nuestra responsabilidad atribuyendo el revés del once locatario a la discreta performance de sus jugadores, pero la excesiva lentitud que indudablemente mostraron en la jornada de hoy a la hora de devolucionar cada esférico recepcionado no justifica de ninguna manera, entiéndase bien, señoras y señores, de ninguna manera, semejante descalificación generalizada y por lo tanto injusta. No, no y no. El conformismo no es nuestro estilo, como bien saben quienes nos han seguido a lo largo de nuestra trayectoria de tantos años, aquí en nuestro querido país y en los escenarios del deporte internacional e incluso mundial, donde hemos sido convocados a cumplir nuestra modesta función. Así que vamos a decirlo con todas las letras, como es nuestra costumbre: el éxito no ha coronado la potencialidad orgánica del esquema de juego de este esforzado equipo porque lisa y llanamente sigue siendo incapaz de canalizar adecuadamente sus expectativas de una mayor proyección ofensiva hacia el ámbito de la valla rival. Ya lo decíamos el Domingo próximo pasado y así lo afirmamos hoy, con la frente alta y sin pelos en la lengua, porque siempre hemos llamado al pan pan y al vino vino y continuaremos denunciando la verdad, aunque a muchos les duela, caiga quien caiga y cueste lo que cueste.

Obdulio
Yo era chiquilín y futbolero, y como todos los uruguayos estaba prendido a la radio, escuchando la final de la Copa del Mundo. Cuando la voz de Carlos Solé me transmitió la triste noticia del gol brasileño, se me cayó el alma al piso. Entonces recurrí al más poderoso de mis amigos. Prometí a Dios una cantidad de sacrificios a cambió de que Él se apareciera en Maracaná y diera vuelta el partido. Nunca conseguí recordar las muchas cosas que había prometido, y por eso nunca pude cumplirlas. Además, la victoria de Uruguay ante la mayor multitud jamás reunida en un partido de fútbol había sido sin duda un milagro, pero el milagro había sido más bien obra de un mortal de carne y hueso llamado Obdulio Varela. Obdulio había enfriado el partido, cuando se nos venía encima la avalancha, y después se había echado el cuadro entero al hombro y a puro coraje había empujado contra viento y marea. Al fin de aquella jornada, los periodistas acosaron al héroe. Y él no se golpeó el pecho proclamando que somos los mejores y no hay quien pueda con la garra charrúa: -Fue casualidad- murmuró Obdulio, meneando la cabeza. Y cuando quisieron fotografiarlo, se puso de espaldas. Pasó esa noche bebiendo cerveza, de bar en bar, abrazado a los vencidos, en los mostradores de Río de Janeiro. Los brasileños lloraban. Nadie lo reconoció. Al día siguiente, huyó del gentío que lo esperaba en el aeropuerto de Montevideo, donde su nombre brillaba en un enorme letrero luminoso. En medio de la euforia, se escabulló disfrazado de Humphrey Bogart, con un sombrero metido hasta la nariz y un impermeable de solapas levantadas. En recompensa por la hazaña, los dirigentes del fútbol uruguayo se otorgaron a sí mismos medallas de oro. A los jugadores les dieron medallas de plata y algún dinero. El premio que recibió Obdulio le alcanzó para comprar un Ford del año 31, que fue robado a la semana".








TEAM DE FÚTBOL O CAMPEONES DE BARRIO - ANTONIO BERNI

FRAGMENTOS DE LA PELICULA EL HINCHA DE ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO

EL FILM COMPLETO

EDSON ARANTES DO NASCIMENTO - PELÉ
 Valdano
DIEGO ARMANDO MARADONA




LIONEL MESSI

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