Etiquetas

ABANICO ABRAZOS ABUELOS ACTUALIDAD PERENNE AGUA AIRE ALBA ALEGRÍA ALMA ALMACÉN AMANECER AMISTAD AMOR AMOR DIFÍCIL AMOR FURTIVO AMOR RESISTENTE AMOR TRUNCO ANGELES ANGUSTIA ANILLOS ANOCHECER APRENDIZAJE Y LIBROS ARBOL ARENA AROMA ARTE POÉTICA ASOMBRO ATARDECER AUTOMÓVIL AVARICIA AVIÓN AZAR BALANCE BANALIDAD BANDERA - MANUEL BELGRANO BARCO BARRIO BEBIDA BELLEZA BESOS BICICLETA BOCA BOHEMIA BUROCRACIA BÚSQUEDA CABALLO CABELLOS CAFÉS Y BARES CAIDA CAJA CALENDARIO POÉTICO 2016 CALENDARIO POÉTICO 2017 CALENDARIO POETICO 2018 CALENDARIO POÉTICO 2019 CALENDARIO POÉTICO 2020 CALENDARIO POÉTICO 2021 CALENDARIO POÉTICO 2022 CALENDARIO POÉTICO 2023 CALENDARIO POÉTICO 2024 CALLES CALOR CAMA CAMBIOS CAMINOS CAMPANAS CAMPO CANSANCIO CANTO CARLOS GARDEL CARNAVAL CASA CASTILLOS CELOS Y ENVIDIA CERCANÍA CHE GUEVARA CIELO CIENCIAS CINE CIUDAD CLAVO COLORES COMIDA COMUNICACIÓN CONFESIÓN CORAZÓN CORRER COTIDIANO CREPÚSCULO CRIMEN CRUZ CUCHILLOS CUERPO CULPA DANZA DEPORTES DESARRAIGO DESCANSO DESENCUENTROS DESEO DESPEDIDA DIARIOS DINERO DIOS DISCAPACIDAD DIVERSIDAD CULTURAL AMERICANA DOMINGOS ENCRUCIJADA ENCUENTRO ENSEÑANZA ESCALERA ESCULTURA ESENCIA IDENTIDAD ESPADAS ESPALDAS ESPEJO ESPERANZA ESPIONAJE ESQUINA ESTRELLAS EVA PERÓN FANTASMAS FARO FE FELICIDAD FEMINEIDAD FIESTA FLORES FRAGILIDAD FRATERNIDAD FRIO FUEGO FUENTES FÚTBOL GATO GENTE GRATITUD HERIDAS HERMANOS HÉROES Y COMICS HIJOS HISTORIAS HONESTIDAD HOTEL HUELLA HUMILDAD IGUALDAD ILUSIONES Y DESILUSIONES IMAGINACIÓN Y CREATIVIDAD INDEPENDENCIA ARGENTINA INDIFERENCIA INMIGRACIÓN INOCENCIA INSECTOS INSOMNIO INTERROGANTES INVIERNO JARDIN JUBILACIÓN JUEGOS Y JUGUETES JUSTICIA JUVENTUD LEALTADES Y TRAICIONES LEJANÍA LIBERTAD LIBROS LLANTO LLAVES LLUVIA LOCURA LUNA LUZ MADERA MADRE MADUREZ MAGIA MALVINAS MANOS MAÑANA MAR MARGINALIDAD MARTILLO MASCULINIDAD MATEMÁTICAS MEDITACIÓN MEMORIA MENSAJES MESA MESES MIEDO MIGRANTES MIRADAS MISTERIO MOLINO MONTAÑA MOTOCICLETA MUERTE MÚSICA NADA NARIZ NATURA NAVIDAD NECESIDAD NIEBLA NIEVE NIÑEZ NOCHE NOMBRE NOSTALGIA NUBES ODIO OFICIOS OIDOS OJOS OLVIDO ORACION ORO OTOÑO OTROS DÍAS PACIENCIA Y TOLERANCIA PADRE PAJARO PALABRA PAÑUELO PARED PASIÓN PASOS PATIO PAZ PERDÓN PEREZA PERRO PIEDRA PIEL PIES PINTURA PLATA PLAZA POBREZA PODER Y CONTRAPODER PRIMAVERA PRISIÓN PRÓJIMO PROMESAS PROPUESTAS PROTESTA PUENTES PUERTAS PUERTO QUEJAS RAIZ REBELDÍA RECITALES RECUERDOS REGRESO REVOLUCIÓN DE MAYO RIO RIQUEZA RISA RUIDO SALUD Y ENFERMEDAD SAN MARTÍN SARMIENTO - DÍA DEL MAESTRO SATÁN SECRETOS SEDUCCIÓN SEMILLA SEÑALES SILENCIO SILLAS SOL SOLEDAD SOMBRA SOMBRERO SONRISAS SORPRESA SOSPECHAS SUAVIDAD SUEÑOS TARDE TATUAJE TEATRO TECHO TECNOLOGÍAS TELEVISIÓN Y RADIO TERNURA TIEMPO TIERRA TÍOS Y SOBRINOS TÍTERES TODO TORMENTA TEMPESTAD TORRES TRABAJO TREN TRISTEZA TÚNEL UTOPIA VARIOS ANIMALES VEJEZ VELAS VENTANAS VERANO VEREDAS VESTIMENTA VIAJE VIDA VIENTO VIGILIA VIOLENCIA VISIONES VOLUNTAD Y CORAJE VOZ VUELO ZAPATOS

Vistas de página en total

TRANSLATE

TRANSLATE
TRANSLATE

TRANSLATE

21.1.14

RIO







Los ríos representan la fuerza vital, el paso del tiempo y la frontera entre la vida y la muerte. Según la creencia hindú, el Ganges puede lavar todas las impurezas (Fontana, David El lenguaje de los signos)

EL RÍO (PABLO NERUDA)

Yo entré en Florencia. Era
de noche. Temblé escuchando
casi dormido lo que el dulce río
me contaba. Yo no sé
lo que dicen los cuadros ni los libros
(no todos los cuadros ni todos los libros,
sólo algunos),
pero sé lo que dicen
todos los ríos.
Tienen el mismo idioma que yo tengo.
En las tierras salvajes
el Orinoco me habla
y entiendo, entiendo
historias que no puedo repetir.
Hay secretos míos
que el río se ha llevado,
y lo que me pidió lo voy cumpliendo
poco a poco en la tierra.
Reconocí en la voz del Arno entonces
viejas palabras que buscaban mi boca,
como el que nunca conoció la miel
y halla que reconoce su delicia.
Así escuché las voces
del río de Florencia,
como si antes de ser me hubieran dicho
lo que ahora escuchaba:
sueños y pasos que me unían
a la voz del río,
seres en movimiento,
golpes de luz en la historia,
tercetos encendidos como lámparas.
El pan y la sangre cantaban
con la voz nocturna del agua.

RIO (SILVIO RODRÍGUEZ)



Hoy sé que no hay nada imposible 
Anoche supe la verdad 
Creí a mi alma inservible 
Pero era cansancio vulgar, nada más 

Tú eres un don de la brisa 
Un ser de la resurrección 
Un pájaro con una risa 
Capaz de arrastrar a la noche hasta el sol 

Río, río, río 
Río de verdad 
Como un animal 
Que ha sido puesto en libertad 

Río 
Me dejo ir en mano alegre, voy previendo 
Porque mañana, a lo mejor, hay un entierro 
Y una mordida de pantera en lo más mío 

Río 
Y no es un desafío 
A la vida del sueño 
Es que vivo camino al cementerio

FAUNA Y FLORA  DEL RIO (JULIO CORTÁZAR)

Este río sale del cielo y se acomoda para durar,
estira las sábanas hasta el pescuezo, y duerme
delante de nosotros que vamos y venimos.
El río de la plata es esto que de día
nos empapa de viento y gelatina, y es
la renuncia al levante, porque el mundo
acaba con los farolitos de la costanera.

Más acá no discutas, lee estas cosas
preferentemente en el café, cielito de monedas,
refugiado del fuera, del otro día hábil,
rondado por los sueños, por la baba del río.
Casi no queda nada; sí, el amor vergonzoso
entrando en los buzones para llorar, o andando
solo por las esquinas (pero lo ven igual
guardando sus objetos dulces, sus fotos y leontinas
y pañuelitos
guardándolos en la región de la vergüenza,
la zona de bolsillo donde una pequeña noche murmura
entre pelusas y monedas.

Para algunos todo es igual, mas yo
no quiero a Rácing, no me gusta
la aspirina, resiento
la vuelta de los días, me deshago en esperas,
puteo algunas veces, y me dicen qué le pasa amigo,
viento norte, carajo.

EL RÍO (JOAN MANUEL SERRAT)
Yo recuerdo aquel día 
que nos fuimos a bañar 
aquel agua tan fría 
y tu forma de nadar. 

En el río aquel 
tú y yo y el amor 
que nació de los dos. 

Yo secaba tus manos 
tu mirabas una flor 
nuestros cuerpos mojados 
bajo los rayos del sol. 

En el río aquel 
tú y yo y el amor 
que nació de los dos.


SOMOS EL RÍO (JORGE LUIS BORGES)



Somos el tiempo. Somos la famosa

parábola de Heráclito el Oscuro.

Somos el agua, no el diamante duro,

la que se pierde, no la que reposa.



Somos el río y somos aquel griego

que se mira en el río. Su reflejo
cambia en el agua del cambiante espejo,
en el cristal que cambia como el fuego.

Somos el vano río prefijado,
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.

La memoria no acuña su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda
y sin embargo hay algo que se queja.

EL MONTE Y EL RÍO (PABLO NERUDA)
CANTADO POR JORGE DREXLER

VERSIÓN VICENTE MONERA
VERSIÓN SABINES


En mi patria hay un monte.

En mi patria hay un río.



Ven conmigo.



La noche al monte sube.
El hambre baja al río.

Ven conmigo.

¿Quiénes son los que sufren?
No sé, pero son míos.

Ven conmigo.

No sé, pero me llaman
y me dicen "Sufrimos".

Ven conmigo.

Y me dicen: "Tu pueblo,
tu pueblo desdichado,
entre el monte y el río,

con hambre y con dolores,
no quiere luchar solo,
te está esperando, amigo".

Oh tú, la que yo amo,
pequeña, grano rojo
de trigo,
será dura la lucha,
la vida será dura,
pero vendrás conmigo.


RÍO REBELDE (JULIO IGLESIAS)

Tire tu pañuelo al río 
para mirarlo como se hundía 
era el ultimo recuerdo de tu cariño 
que yo tenia 

Se fue yendo despacito 
como tu amor 
pero el río un día 

A la playa al fin me lo volverá 
pero yo se bien que nunca jamas 
podre ser feliz sin tus alegrías 

Te recordare en mi soledad 
en el nido aquel que quedo sin luz 
cuando comprendí que ya no eras mía 

Tire tu pañuelo al río 
para mirarlo como se hundía 
era el ultimo recuerdo de tu cariño 
que yo tenia 

Se fue yendo despacito 
como tu amor 
pero el río un día 

A la playa al fin me lo volverá 
pero yo se bien que nunca jamas 
podre ser feliz sin tus alegrías 

Te recordare en mi soledad 
en el nido aquel que quedo sin luz 
cuando comprendí que ya no eras mía
FUNDACIÓN MÍTICA DE BUENOS AIRES (JORGE LUIS BORGES)



¿Y fue por este río de sueñera y de barro 

que las proas vinieron a fundarme la patria? 

Irían a los tumbos los barquitos pintados 

entre los camalotes de la corriente zaina.

Pensando bien la cosa, supondremos que el río 

era azulejo entonces como oriundo del cielo 

con su estrellita roja para marcar el sitio 

en que ayunó Juan Díaz y los indios comieron.

Lo cierto es que mil hombres y otros mil arribaron 

por un mar que tenía cinco lunas de anchura 

y aún estaba poblado de sirenas y endriagos 

y de piedras imanes que enloquecen la brújula.

Prendieron unos ranchos trémulos en la costa, 

durmieron extrañados. Dicen que en el Riachuelo, 

pero son embelecos fraguados en la Boca. 

Fue una manzana entera y en mi barrio: en Palermo.

Una manzana entera pero en mitá del campo 

expuesta a las auroras y lluvias y suestadas. 

La manzana pareja que persiste en mi barrio: 

Guatemala, Serrano, Paraguay, Gurruchaga.

Un almacén rosado como revés de naipe 

brilló y en la trastienda conversaron un truco; 

el almacén rosado floreció en un compadre, 

ya patrón de la esquina, ya resentido y duro.

El primer organito salvaba el horizonte 

con su achacoso porte, su habanera y su gringo. 

El corralón seguro ya opinaba YRIGOYEN, 

algún piano mandaba tangos de Saborido.

Una cigarrería sahumó como una rosa 

el desierto. La tarde se había ahondado en ayeres, 

los hombres compartieron un pasado ilusorio. 

Sólo faltó una cosa: la vereda de enfrente.



A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: 
La juzgo tan eterna como el agua y el aire.
YO SOY DE DONDE HAY UN RÍO
Yo soy de donde hay un río 
de la punta hay una loma 
de familia con aroma a tierra 
tabaco y frío 
soy de un paraje con brío 
donde mi infancia surtí 
y cuando después partí a la ciudad y la trampa 
me fui sabiendo que en Tampa 
mi abuelo habla con Martín 
supo la gran aventura 
supo la estación más triste 
supo el dolor que se viste de redención en la cintura 
supo la traición mas dura 
luego el silencio,el rumor 
luego el murmullo,el clamor 
y al fin supo del aullido 
y del ultimo estallido 
mi abuelo supo el amor 
así lo se porque quiero echarme en su misma fosa 
sin oración y sin losa 
hueso con hueso viajero 
lo se como el aguacero sabe que acaba en la orilla 
lo se como se su silla,su cuchillo,su mascada 
y su corona nevada 
cual se también su rodilla 

Yo soy de donde hay un río 
de la punta hay una loma 
de familia con aroma a tierra 
tabaco y frío 
soy de un paraje con brío 
donde mi infancia surtí 
y cuando después partí a la ciudad y la trampa 
me fui sabiendo que en Tampa 
mi abuelo habló 
mi abuelo hablo con Martí
FUÍ AL RÍO (JUAN L. ORTIZ)
VERSIÓN MIRTA BUSNELLI
VERSIÓN MARIANO SCOVENNA

Fui al río, y lo sentía

cerca de mí, enfrente de mí.

Las ramas tenían voces

que no llegaban hasta mí.

La corriente decía

cosas que no entendía.

Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.



Regresaba

-¿Era yo el que regresaba?-

en la angustia vaga

de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.

De pronto sentí el río en mí,

corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!


EL RÍO Y TÚ (MERCEDES SOSA)

Aquel atardecer
sentí el rumor del río y tú.
La canción del agua
aprendió tu voz
y el corazón de la lluvia
la trajo a mi corazón.

Diré tu nombre azul,
tu esbelto andar bajo la luz
para que hasta el viento
sepa dónde estás
con tu sonrisa pequeña
soñando con mi cantar.

La canción del río y tú
que la lluvia aprendió del mar.

A LA ORILLA DEL RÍO (JUAN L. ORTIZ)
VERSIÓN CARLOS KURAIEM

A la orilla del río

un niño solo

con su perro.

A la orilla del río

dos soledades

tímidas,

que se abrazan.


¿Qué mar oscuro,

qué mar oscuro,

los rodea,

cuando el agua es de cielo

que llega danzando

hasta las gramillas?
A la orilla del río
dos vidas solas,
que se abrazan.
Solos, solos, quedaron
cerca del rancho.
La madre fue por algo.
El mundo era una crecida
nocturna.
¿Por qué el hambre y las piedras
y las palabras duras?
Y había enredaderas
que se miraban,
y sombras de sauces,
que se iban,
y ramas que quedaban...



Solos de pronto, solos,

ante la extraña noche

que subía, y los rodeaba:

del vago, del profundo



terror igual,

surgió el desesperado

anhelo de un calor

que los flotara.



A la orilla del río

dos soledades puras

confundidas

sobre una isla efímera

de amor desesperado.



El animal temblaba.

¿De qué alegría

temblaba?

El niño casi lloraba.

¿De qué alegría

casi lloraba?


A la orilla del río

un niño solo

con su perro.


RÍO (ATERCIOPELADOS)


Vienen las aguas del río
corriendo
cantando
por la ciudad van soñando
ser limpias
ser claras.
Tienes sed
tienes doce ríos
Hosana, Bogotá, mi río.
Vuelan las aguas del río
las nubes
inundan
y del cielo van cayendo
cristales.
Oxígeno
enviémosle al río
horas de
rezos para el río
rezos para el río.
Salvemos nuestra sangre que corre
bebemos agua vital que fluye
hilvanemos hilo dulce que teje
cantemos que regresen los peces.
Rezos para el río
LA DEUDA (VICENTICO)

En otro tiempo y en este mismo lugar
había un río de verdad.
Tengo una deuda,
quiero volverlo a encontrar
bajo la tierra debe estar.
Tenía piedras, tantos colores que mirar,
siempre bajando sin parar.
Despertá y viajá
Siempre hay rumbo hacia el mar
Dónde fue el río aquel
que hoy no puedo encontrar.



POR EL RÍO VOLVERÉ (TERESA PARODI)




Por el río volveré
A las tardes que dejé
Entre rondas bajo el naranjal
Qué guainita tan feliz
Qué prolijo el delantal
Y esas trenzas sin atar

En la esquina el almacén
De don braulio donde aún
Me recuerdo niña regresar
Puñadito de monedas
Que mi madre no me vea
Escapada una vez más

Voy siguiendo un camalote
Salpicado con estrellas
Que por el remanso va
Tarareando entrecortado
Un chamamé que me enseñaron
De guainita por allá

Mientras voy hacia el recuerdo
Se ha dormido en mi canoa
Una luna de cristal
Todo el cielo de la tarde
Se ha quedado en las orillas
Sólo a verme regresar
Por el río Paraná

No se me escape esta siesta
Decía mi madre, cuidado
Que ahí anda un duende chiquito
Trepado por los naranjos
El pueblo tenía murmullos
De grillos, ramas y pájaros
Nunca pude resistirme
Al sortilegio de andarlo
A esa hora exactamente
El corazón apurado
Los pies ligeros descalzos
Buscando urgentes las sombras
De los oblicuos tejados

Por el río volveré
Al azul jacarandá
Cuya copa no alcancé jamás
Que perdone doña clara
Pero aún me quedan ganas
De robar su naranjal

BENITO QUINQUELA MARTIN RIACHUELO DE LA BOCA
PAISAJE A ORILLAS DEL RIO RHONE - VINCENT VAN GOGH

EL PUENTE DEL RIO SENA EN ASNIERES - VINCENT VAN GOGH

EL RÍO TÁMESIS Y LAS CÁMARAS DEL PARLAMENTO - CLAUDE MONET




No hay comentarios:

Publicar un comentario